De Rafa Nadal a Papá Nadal

Sin duda 2022 quedará para siempre marcado en rojo en la historia del tenis español con Carlos Alcaraz y Rafa Nadal ocupando el número 1 y 2 del ranking ATP, algo inédito y podríamos decir que incluso inesperado cuando arrancó el año post pandemia con muchas incógnitas, sobre todo en cuanto al posible rendimiento del tenista mallorquín.

Precisamente Rafa recordará este 2022 pero no por sus éxitos deportivos, habrá una fecha que quedará para siempre jamás marcada en su mente y no será otra que la del 8 de octubre, el día en el que nació su primer hijo, de nombre también Rafael.

‘Papá Nadal’ vio de esta manera como su vida daba un auténtico giro mientras seguía en competición en un año de altibajos marcado de nuevo por las lesiones, pero en su afán de resiliencia, Rafa ha conseguido acabar el año como número 2 del mundo.

Un año de luces y sombras

No pudo arrancar mejor el año para Nadal, quien ganó el torneo de Melbourne, de preparación para el primer Grand Slam de la temporada, y se podría decir que dio la sorpresa levantando el trofeo de campeón en el Open de Australia, ‘cargándose’ a toda una NextGen y superando en la final a Daniil Medvedev tras un emocionante partido donde tuvo que remontar dos sets por 2-6, 6-7 (5) 6-4, 6-4 y 7-5, menudo triunfo para el balear.

Siguieron las buenas sensaciones en Acapulco, donde también se llevó el título coleccionando ya tres coronas en febrero. El año pintaba muy bien.

En marzo llegó el primer Masters 1000 del año en Indian Wells y tras un torneo excelente llegando a la final cayó ante Taylor Friz visiblemente maniatado por una lesión que confirmaría dos días después. Una fisura por estrés en una costilla.

No regresó a las pistas hasta el mes de mayo en el Masters 1000 de Madrid donde llegó muy justo y cedió ante Carlos Alcaraz en cuartos de final. Los fantasmas aparecieron de nuevo en el Masters 1000 de Roma con el regreso de la lesión en el pie izquierdo que le obligó a jugar cojo y cedió en dieciseisavos ante Denis Shapovalov.

Más Grandes que nadie

Faltaba solo una semana para Roland Garros, su gran objetivo y solo un milagro podría asegurarle el título. Y el milagro llegó en forma de un tratamiento nuevo que le duerme el nervio para que el dolor desaparezca. Ganó Roland Garros de nuevo contra todo pronóstico superando a Casper Ruud en la final (6-3, 6-3 y 6-0). Se acababa de convertir en el tenista masculino con más Grand Slams de la historia con 22 deshaciendo el empate con Novak Djokovic (21) y adelantando en dos a Roger Federer (20).

Abdominal otra vez

Tras el triunfo en París, Rafa afrontaba Wimbledon con buenas expectativas, jugando bien y con ganas de dar otra campanada tras superar sus problemas del pie. Pero tras unos durísimos cuartos de final de nuevo ante Taylor Friz que ganó el balear por 3-6, 7-5, 3-6- 7-5, 7-6 (4), Nadal anunció que se retiraba del torneo debido a una nueva lesión en los abdominales. Un mazazo que le interrumpió la buena dinámica que había conseguido.

Necesitó un mes para recuperarse de estas dolencias y reapareció en agosto en el Masters 1000 de Cincinnati pero perdió en las primeras de cambio reconociendo que “no estaba listo para ganar hoy”, en referencia a la lesión abdominal y al tiempo sin competir. 

A partir de ahí, Nadal siguió compitiendo en busca de buenas sensaciones, pero la realidad es que los resultados no le acompañaron demasiado.

Teniendo en cuenta que el mallorquín ha reducido muchísimo su calendario tenístico, disputó el US Open donde llegó a octavos de final, eliminatoria en la que se encontró a un excelso Frances Tiafoe que realizó el partido de su vida para derrotar a Rafa por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-3. El balear no pudo hacer nada ante la avalancha de tenis que mostró el estadounidense que impidió que Nadal ascendiera al número uno del ranking mundial.

Llega la paternidad

Rafa se marchó corriendo de Nueva York para estar al lado de su mujer Mery, a punto de dar a luz al primer hijo de ambos. Pocos días después el matrimonio anunció el nacimiento de su hijo Rafael quien solo ha podido ver ganar a su padre en una pista de tenis en una ocasión, pero fue una victoria sin continuidad.

Cedió en su debut en el Masters 1000 de París, torneo que jamás ha conseguido ganar el mallorquín, ante el estadounidense Tommy Paul mientras que perdió sus dos primeros duelos en las ATP Finals de Turín y ganó el tercero pero no le dio para clasificarse para el cuadro final.

Pese a este final de año poco fructífero en lo que a tenis se refiere, la valoración que hace el manacorí de su 2022 es sumamente positivo. Ha ganado dos Grand Slams y se ha mantenido entre los mejores con opciones de ser número uno hasta el final. Y, por encima de todo, lógicamente ha nacido su primer hijo, la mejor noticia del año.