Tenis

El desplome del tenis español que "disimula", y mucho, Carlos Alcaraz

Dejando de lado a la gran estrella, ningún español ha llegado a cuartos de final de un Grand Slam durante todo el año ni ha conquistado un título en el circuito masculino

Alejandro Davidovich en el US Open.

Alejandro Davidovich en el US Open. / EFE

Daniel Gómez Alonso

Este domingo se juega la final del US Open, el último Grand Slam del año. Pero la verdad es que en España hace días que dejó de interesar. Concretamente, desde la sorpresiva derrota de Carlos Alcaraz. Desde ese momento, se supo que era casi, por no decir directamente imposible, que ninguno de los integrantes españoles del cuadro masculino realizaran una actuación medianamente destacable

Entre las horas, de madrugada al jugarse en Estados Unidos, y las escasas expectativas, es como si desde que cayó Alcaraz el torneo no existiera. Porque los fríos datos así lo dicen, evidenciando que tras la irrupción del murciano se esconde una clara pérdida de peso de la clase media(alta) del tenis español: dejando de lado a la gran estrella, ningún otro compatriota ha llegado a cuartos de final de un Grand Slam durante todo el año y solo uno (Roberto Bautista en Wimbledon) ha accedido a la tercera en una única ocasión.

Una tendencia que viene de lejos y que ha escondido la aparición estelar del murciano, dando un relevo inmediato a la figura de Rafa Nadal, pero que en cuanto ha flaqueado ha quedado al descubierto. Hay que remontarse 25 años atrás, hasta el US Open de 1999, para encontrar otro Grand Slam en la que España no metiera al menos a un tenista en tercera ronda del cuadro masculino.

Nueve países mejores

Nueve países han logrado mejores cifras que España este año. Francia, la que más, ha colocado a 10 tenistas diferentes en la citada tercera ronda en los diferentes Grand Slams de la temporada. Estados Unidos lo ha hecho con siete y Rusia, Italia y Australia a cinco. Y Argentina, Reino Unido, República Checa y Canadá también han estado por encima de los dos de España.

Carlos Alcaraz.

Carlos Alcaraz. / EFE

Tener a Alcaraz disimula la falta de jugadores españoles. Ahora tenemos a un fuera de serie que es Carlos, pero luego creo que atrás faltan jugadores y en la parte femenina está costando un poco más”, advertía Paula Badosa a principio de año en Melbourne.

Solo Alcaraz en el top-40

“Creo que igual falta un trabajo bueno de base de la federación o algo así. Pienso que en España ese trabajo se podría hacer mejor”, remarcó entonces la exnúmero 2 mundial, que en el US Open ha dado muestras de recuperación de su nivel tras un año aciago, pero sigue lejos de volver a ganar.

Lo cierto es que su queja no ha surtido efecto. De hecho, la situación ha empeorado. Porque el año se inició con seis españoles, además de Alcaraz, en el top-100: Alejandro Davidovich (24 mundial), Roberto Carballés (63), Roberto Bautista (72), Bernabé Zapata (78), Jaume Munar (82) y Albert Ramos (85). Y ahora, solo quedan cinco, y prácticamente todos han empeorado bastante sus posiciones.

Nueve meses después, hay que bajar hasta la 43ª posición para encontrar a Pedro Martínez, el segundo español del ranking. Le siguen Carballés (55), Davidovich (59), Bautista (67) y Munar (84).

Mediáticamente y mundialmente, la eclosión de Alcaraz justo cuando se apaga Nadal ha eclipsado la situación. Pero en el fondo, en apenas una década se ha pasado de contar con una clase media de la que formaban parte Feliciano López, Tommy Robredo, Pablo Carreño (semifinalista del US Open 2020). Y, por encima de todos, un David Ferrer que representaba como pocos lo que es ser un segundo espada.

Cuando Nadal falló, ya sea por lesión (la mayoría) o porque fue eliminado, el tenista de Jávea estaba ahí: Dos semifinales (US Open 2012, Australia 2013) y tres veces en cuartos de final (Wimbledon 2012, Wimbledon 2013, Open de Australia 2016), en ausencia del balear. Una figura que ahora ni está, ni se espera.