La compleja decisión de Rafa Nadal

Un nuevo contratiempo para Rafa Nadal y otra vez en forma de lesión. A pocas horas de su debut en Acapulco, el balear volvió a resentirse durante un entrenamiento de la lesión que le apeó del pasado Abierto de Australia. Segundo adiós precipitado en su segundo torneo en lo que llevamos en 2018. Sus esfuerzos por volver a la competición tras un mes apartado de las pistas han sido más que evidentes pero, finalmente, la opción más lógica, la de no arriesgar, se acabó imponiendo.

Tanto él como su entorno lo tenían claro. Una recaída podría derrumbar todos los planes de Rafa para esta ambiciosa campaña y, por ello, el balear no volverá a competir hasta que esté completamente recuperado de las persistentes molestias en el psoas ilíaco de su pierna derecha. Todavía tiene líquido en la zona y, a falta de un diagnóstico oficial, el manacorí está obligado a pasar página y eso significa decidir, sin mirar el ranking, cómo afrontar su calendario del próximo mes de competición. 

Los dos compromisos inmediatos que le llegan son, precisamente, los dos primeros Masters 1000 de la temporada (Indian Wells y Miami) que se disputan en suelo estadounidense y, además, sobre una superficie rápida que para nada beneficia al balear y a sus articulaciones. A priori, si todavía persiste el dolor como el propio Rafa admitió en la rueda de prensa de ayer desde la ciudad mexicana, lo normal sería que el balear tampoco acudiese a esos dos torneos en los que defiende 690 puntos por la final que alcanzó en Miami y los octavos de Indian Wells. La transición entre superficies necesita algo más que una sola semana de preparación.

la tierra batida, en el horizonte

En caso de ausentarse de estas dos próximas citas, Nadal centraría ya todos sus esfuerzos por volver en la gira sobre tierra batida. El número dos del mundo se siente como pez en el agua sobre esta superficie lenta y, además, se da la particularidad de que defiende, prácticamente, la mitad de todos sus puntos en el ranking, un total de 4.680. Y poner en riesgo esa gira sería un peligro mayor. Primero Montecarlo, seguido del Barcelona Open Banc Sabadell, el Mutua Madrid Open, Roma y Roland Garros como última parada. Calendario muy exigente sobre el polvo de ladrillo que le obliga a tomar una decisión compleja. Recuperarse para competir al máximo nivel es su objetivo número uno.