Juego de series

La maldición de Alf o la tragedia de los Tanner

Desde el final de Alf, Gregory había estado alejado de la actuación, al igual que la práctica totalidad de sus compañeros de reparto

Imagen del reparto de la serie Alf, una de las telecomedias más seguidas a finales de los ochenta.

Imagen del reparto de la serie Alf, una de las telecomedias más seguidas a finales de los ochenta. / Redacción

José Antonio Martínez Perallón

Los fans de la serie Alf nos hemos visto sacudidos esta semana por el repentino fallecimiento de uno de sus intérpretes. El miércoles, aunque aquí tardamos un día más en enterarnos, saltaba la noticia del hallazgo del cadáver en su coche de Benji Gregory, a quien conocíamos simplemente como el niño de Alf. Un dato que indica lo poco que habíamos vuelto a saber de él, puesto que en la actualidad tenía 47 años. Nada más lejos que ser un niño, pero por alguna razón en nuestros recuerdos se ha quedado congelado para siempre en esa edad. Como si estuviéramos ante un personaje de Los Simpsons, pensando que iba a permanecer inmutable a lo largo de los años. La longeva familia de color amarillo llegó a la pequeña pantalla un año antes de que Alf se cancelara y va camino ya de su temporada 35.

Desde el final de Alf, Gregory había estado alejado de la actuación, al igual que la práctica totalidad de sus compañeros de reparto. A pesar del éxito de la telecomedia de NBC, que se multiplicó después de la difusión internacional de la serie, todos sus actores cayeron en el olvido. A pesar de que fue una de las sitcoms (comedias de situación) más seguidas a finales de la década de los 80, llegando a tener su propia serie de cómics de la mano de Marvel, lo cierto es que sus protagonistas apenas se han prodigado durante este tiempo y, cuando hemos vuelto a saber de ellos, normalmente ha sido para recibir la peor de las noticias. Tras esa fachada de familia idílica que interpretaban en la ficción, la mayoría de los actores acabaron hartos del show y recordaban los rodajes como una auténtica pesadilla. Sus vidas parecen haber quedado impregnadas de un halo trágico tras su paso por la serie. Tan destrozadas como el planeta Melmac que colapsó porque toda la población encendió los secadores al mismo tiempo.

Las últimas noticias que tuvimos de Alf era que HBO Max la recuperaba para su catálogo hace un par de años. No es Friends, pero sigue siendo una de esas telecomedias a las que las plataformas sacan rentabilidad rescatándolas para nostálgicos y nuevos espectadores. La serie ha seguido vendiéndose en packs de DVD que la recopilaban al completo y llegó a HBO Max casi a la vez que Disney también nos traía de vuelta otro título emblemático de la época, Las chicas de oro. Sin embargo, un año después Max la eliminó, como ha venido haciendo con otros títulos que desaparecieron de la noche a la mañana. Recortes dignos del argumento de The leftovers. Pero eso es otra historia.

Alf era una especie de parodia de E. T. en la que una familia de Califorrnia acaba acogiendo en su hogar a un alienígena, el último superviviente del planeta Melmac. Los Tanner lo alojaban en secreto, manteniéndolo lejos de la mirada de sus cotillas vecinos, no fuera a ser que se lo llevara el Ejército para experimentar con su fisiología. Aunque lo cierto es que poco había de ciencia ficción en sus argumentos y hubiera dado lo mismo que Alf fuera un extraterrestre que el típico pariente gorrón que siempre acababa metiendo en líos al resto de la familia. Y eso cuando no trataba de merendarse al gato, o agotar todas las existencias de cerveza o pizza, mientras decía eso de "No hay problema". Los modestos presupuestos apenas permitían meter deslumbrantes efectos especiales. Todos recordamos el episodio de la cucaracha gigante, donde precisamente la cutrez era usada para reforzar la comicidad de las escenas. Al final, Alf era como el resto de las sitcoms familiares de la época, como aquellas que parodiaba Bojack Horseman en Retozando. El extraterrestre vendría a ser como Will Smith en El príncipe de Bel Air. La comicidad está en sacar a alguien de su entorno y ponerle en otro en el que no tiene nada que ver. El peludo visitante convivía con el matrimonio Tanner y sus dos hijos, la típica adolescente y el niño pelirrojo con pecas. Esa era Brian Tanner, que vendría a ser como el equivalente de Elliot, el mejor amigo del alienígena del cine más icónico de los 80 de la mano de Steven Spielberg.

Benji Gregory apareció muerto en su coche junto con su perro, víctima de un golpe de calor, aunque su hermana había desvelado que sufría un trastorno bipolar y depresiones. Parece que el fallecimiento ocurrió hace más de un mes, pero la familia no lo había querido hacer público hasta ahora. Entiendo que para descartar que se trataba de un suicidio. La noticia nos llegaba la misma semana en que conocíamos el fallecimiento de Shelley Duval, coprotagonista junto a Jack Nicholson de la mítica El Resplandor. Otro de esos títulos con niño a cuyo intérprete ya no volvimos a ver más en la pantalla. Años después, el novelista Stephen King retomó al personaje de Danny Torrance ya de mayor en una novela titulada Doctor Sueño y era Ewan McGregor quien se encargaba de interpretarlo en su edad adulta. Casualmente, fue Mike Flanagan el director encargado de llevarla al cine. El realizador es uno de los nuevos reyes del terror en el streaming y artífice precisamente de la resurrección de la carrera Henry Thomas. Esto es, el actor que siendo niño fue el Elliot de E. T. y que pasó años sin encontrar otros papeles.

¿Habría estado interesado Benji Gregory en reflotar su carrera? Lo cierto es que parecía que los últimos años de su vida estaba totalmente alejado de la actuación, llegando a ingresar hasta en el Ejército. En 2019, ya nos había impactado la muerte de Max Wright, el cabeza de familia de los Tanner, y el único miembro del reparto que sí que apareció en títulos de éxito después de Alf. Después de la cancelación del show, llegó a salir en Murphy Brown y hasta en Friends, pero no despegó. Lo normal hubiera sido que la serie girara en torno a la relación de un niño y su extraterrestre, si la referencia iba a ser la mítica película spielbergiana. Pero eran las peleas entre Will y Alf las que más momentos cómicos generaban. Los dos personajes en pantalla, casi siempre discutiendo, generaban una gran química. El reparto de Alf había llegado a ser tan icónico que Wright ya no se podría separar de ese personaje. Al igual que el resto de sus compañeros. Diagnosticado de un linfoma, su vida empezó a descender a los infiernos hasta llegar a una escabrosa historia en la que fue sorprendido en un fumadero de crack, en un episodio en el que se llegó a hablar de escenas pornográficas grabadas con indigentes. En 2016 fallecía también Michu Meszaros, el actor de tan solo 80 centímetros de estatura, que se ponía el traje de Alf para cuando se requerían escenas del personaje de cuerpo entero. Le encontraron muerto en el baño de su casa a los 76 años.

Otros miembros del reparto parecen haber escapado a la maldición. Quien interpretara a Kate Tanner, Ann Scheeden, la madre, se alejó de la actuación en 2001 y se hizo decoradora y anticuaria. Y en cuanto a la hija adolescente, Lynn (Andrea Elson) sufrió problemas de bulimia, pero logró superarlos y rehacer su vida. Paul Fusco era el titiritero que ponía la voz y estaba tras los movimientos de Alf. Fue uno de los creadores de la serie y se ha mantenido activo en la industria con otros shows con marionetas y como montador de películas.

Las dificultades para mover la marioneta prolongaban los rodajes hasta horarios interminables y los actores confesaron que llegaron a odiar al muñeco. Su arrolladora personalidad los eclipsaba a todos. Lo que pasaba detrás de las cámaras no era tan divertido como lo que nos contaban en el argumento. La serie fue cancelada súbitamente tras la cuarta temporada con un cliffhanger en que el Ejército finalmente lograba capturar a Alf. Las protestas de los fans lograron que seis años más tarde, se diera un final a la trama con una película especial para la televisión. Solo había un problema. Ninguno de los actores que interpretaba a los Tanner quiso sumarse al regreso y no aparecieron. Los caminos de Alf y los Tanner se separaron y el rodaje pasó a engrosar una larga lista de proyectos televisivos en los que los rodajes acabaron siendo infernales. A muchos se les congeló la sonrisa.