'Rey Abdullah Leo Messi'

Un seguidor del Barça, con una imagen de Leo

Un seguidor del Barça, con una imagen de Leo / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Un total de 62.000 espectadores acudieron al estadio King Abdullah para presenciar el partido entre el Barcelona y el Atlético de Madrid, una asistencia mucho mayor a la registrada en la semifinal anterior en la que unos 40.000 espectadores vieron el Madrid-Valencia. La diferencia, sin lugar a dudas, es producto de una mayor afición que hay en Yeda por el Barcelona que por el Real Madrid y, al mismo tiempo, porque un equipo azulgrana cuenta con un a estrella que arrastra una admiración mundial como es Leo Messi  mientras que el conjunto blanco, desde la marcha de Cristiano Ronaldo, ha perdido este tirón que tenía. Se ha quedado huérfano y Messi acapara ahora las miradas. Y los aplausos.

El argentino fue ovacionado en todo momento por un estadio que se llenó para dispensarle la profunda admiración que siente por él. Sin buscarlo, es culpable de que esta Supercopa se esté disputando en Arabia Saudí y de la importante oferta efectuada por este país a la Federación para acoger el torneo. La Supercopa tiene un precio y con Messi en el estadio tiene otro. Así está montado esta industria, tal y como la definió Ernesto  Valverde en la previa.

El poder de Leo

Vas por la calle, vas por el estadio, vas por los alrededores todo era Barça pero, sobre todo, todo era Messi. Cuando toca Leo la pelota, el estadio tiene otra sonoridad, cuando dicen su nombre por megafonía, el ruido es atronador. La sorpresa fue cuando dijeron por megafonía el nombre de Ernesto Valverde, quien se llevó una pitada en el polo opuesto a la ovación de Messi. Fue la única nota discordante del aire festivo que vivió el partido en sus prologómenos. Hubo momentos incluso divertidos por las ovaciones que se llevaban las mujeres que aparecían en las pantallas gigantes que presiden el estadio. Si bien la mujer no era bienvenidas hasta ahora en un recinto de estas características, ahora parece que todo el pueblo saudí festeje este cambio de medida del gobierno.

Los penyistas

“No he estado nunca en Barcelona. Lo haré porque este es mi equipo y tengo que ir. Lo siento en nuestro corazón. Ayer (por ante yer) vine a este estadio  con mis amigos a ver perder al Madrid. No fue posible. Hoy venimos a ver al Barça par que pueda ganar al Madrid en la final”, decía  Adtoo Hamarai (35 años)  mientras ondeaba dos grandes banderas, una con la figura de Messi y la otra la estalada de Catalunya. Su padre fue embajador de Sudan en Arabia y aquí se instaló Adtto. Antes de morir su padre le dijo que Barcelona era la mejor ciudad del mundo y desde entonces se propuso ir  tarde o temprano.

Su compañero Asharaf Qudsi (27 años), profesionar en una escuela, sí viajó recientemente hasta Barcelona expresamente para pedir a las olficinas del club todo el papeleo para la creación de la Penya Blaugrana de Yeda. Se lo dieron y ahora se encuentra en fase de creación de la misma.

Quien les podía haber echado una mano porque nadie sabe más depenyas en el mundo que él es Toni Closa,  también  en el King Abdullah Sports City. El periodista viajó hasta Yeda en compañía de varios amigos, entre ellos el ex candidato a la presidencia del Barça Jordi Ferrer. Si por la mañana estuvieron de visita en el mercado, por la  tarde estuvieron en la grada.