Tráfico

Víctima de un patinete a la fuga: "Como no hay matrícula nadie se hace cargo del accidente"

Una mujer de 66 años lleva tres operaciones tras ser arrollada por un patinete eléctrico que se dio a la fuga

Mabel Carbó afirma que ni las compañías de seguros ni el propio consorcio se hace cargo "porque el vehículo no tiene matrícula"

Mabel Carbó cruza el mismo paso de peatones, en Torrent, en el que un patinete la arrolló el 3 de junio, causándole graves lesiones.

Mabel Carbó cruza el mismo paso de peatones, en Torrent, en el que un patinete la arrolló el 3 de junio, causándole graves lesiones. / / Germán Caballero

Mónica Ros

Cruzaba el paso de peatones cuando sintió un tremendo golpe que la lanzó por los aires. Cayó al suelo y rodó varios metros. La rueda del patinete se quedó marca en su cuello, en un intento del conductor de esquivarla o de dañarla. No lo tiene muy claro, aunque la mujer se decanta por la segunda opción. "Parece que iba a por mí", asegura. El conductor se dio a la fuga dejándola allí tirada, en medio de la calzada. Y aunque un par de vecinso corrieron detrás del vehículo, no pudieron alcanzarlo. "Se ve en las cámaras que iba muy rápido, a mucho más de 30 kilómetros por hora que es lo que marca la normativa así que es evidente que tenía el patinete ‘trucado’", explica la mujer. Este es el tipo de patinetes que el Ayuntamiento de València quiere "sacar" de la circulación gracias a un radar pionero. 

La mujer se llama Mabel Carbó, tiene 66 años y asegura que un "desgraciado" le ha partido la vida y que, encima, nadie la indemniza porque nadie se hace cargo. Ni su seguro del hogar, ni el consorcio de seguros, ni el ayuntamiento, ni la Dirección General de Tráfico, ni la Generalitat Valenciana... Todos miran para otro lado y le explican que, sin una matrícula que identifique el vehículo "no hay nada que hacer porque nadie se hace cargo". "Me dicen, sin pudor alguno, que si me hubiera atropellado un coche ya estaría el tema resuelto. Pero como ha sido un patinete y no hay manera de identificar al conductor y el vehículo no tiene matrícula..."

Por ello, la mujer reclama una ley que obligue a identificar a estos vehículos porque está convencida de que su caso no es único. Lo que sí son únicas son las lesiones que tiene la mujer desde el accidente que tuvo el 3 de junio, en una calle de Torrent. "Me rompí la cadera, un trozo de fémur y el abductor izquierdo", resume como las consecuencias más graves del accidente. Además, en el informe médico figuran un esguince de tobillo y otro de rodilla.A la mujer la operaron tres veces en el mismo día y a día de hoy camina con un andador. 

"No me puedo mover y tengo dolor constante. Dependo de familiares y amigos para todo. Ahora tengo que pagar a una mujer para que limpie mi casa. No puedo cocinar y necesito ayuda para cualquier cosa. Yo, que ayudo a mi hija con los nietos, he pasado a ser una carga para ella y hay que hacer cuadraturas del círculo con los pequeños. De hecho, en septiembre tenía que cuidar al bebé y dudo mucho que pueda hacerlo", explica Mabel. 

En busca de cambios

Pero Mabel es una mujer enérgica y no está dispuesta a salir en los medios para "llorar" sus penas. Ella lo que quiere es cambiar las leyes o, mejor dicho, "que se apruebe una normativa que obligue a matricular a los patinetes porque son un peligro. Y si se conducen con imprudencia y se dan a la fuga, como me pasó a mí, nadie responde. Todos los vehículos deberían tener un seguro obligatorio y estar matriculados para hacer frente a accidentes como el mío". 

Además, la mujer recalca la "poca sensibilidad" de la Administración pública, en general, ante el problema planteado porque "como no existen las normativas no dan respuesta" y tampoco "hacen de intermediarios ante, por ejemplo, el consorcio de seguros al que le explico que he tenido el accidente con un patinete y me piden el número de matrícula. ¿De qué matrícula ¿Pero han leído el escrito? Parece que se rían de mí"

Y es que la mujer añade que no han estado a la altura, ni tan siquiera, los supermercados. "Cuando llegué a casa no había nada en la nevera. Vacía total. Hice la compra a domicilio y pedí que, por favor, me la trajeran durante esa misma tarde porque había tenido un accidente. Pues no pudo ser. No encontré un supermercado que me hiciera el favor", concluye.