Agresión

El Rambo de Requena intenta arrancar la yugular a mordiscos a dos guardias civiles en Valencia

Pedro Lozano Jiménez, de 32 años, iba a ser trasladado de regreso a la cárcel zaragozana de Zuera cuando ha atacado a los dos agentes, que tienen heridas graves en el cuello y los brazos por mordedura

Dos funcionarios de Prisiones pudieron interponerse y reducir al interno, que estaba en la cárcel valenciana de paso

El preso ha sido detenido y será acusado de un nuevo intento de homicidio a agentes de la Guardia Civil

Pedro Lozano Giménez, conocido como el Rambo de Requena, a su llegada a los juzgados.

Pedro Lozano Giménez, conocido como el Rambo de Requena, a su llegada a los juzgados. / EFE

El bautizado como Rambo de Requena, Pedro Lozano Jiménez, en prisión desde 2020 después de ser detenido como autor de una oleada de asaltos violentos en entornos rurales del área de Requena, ha herido de gravedad, esta mañana de martes, a dos agentes de la Guardia Civil que estaban recogiéndolo en el centro penitenciario de Picassent para llevarlo de vuelta a la de Zuera (Zaragoza), donde cumple condena precisamente por intentar matar a dos guardias civiles en Teruel.

El interno, que llevaba una semana en la prisión valenciana por motivos que no han trascendido, atacó directamente a los guardias civiles, sin mediar palabra. De manera sorpresiva, se zafó de los funcionarios y atacó a dentelladas a los agentes, lanzándoles los mordiscos directamente al cuello.

Pedro Lozano ha venido demostrando una especial inquina contra la Guardia Civil. De hecho, los 27 años de condena que cumple actualmente no están relacionados con la oleada de asaltos violentos que protagonizó entre 2019 y 2020 en Requena, sino con el intento de asesinato de dos guardias civiles en Teruel.

Tras la brutal agresión, el interno ha sido detenido formalmente y ahora será acusado probablemente de homicidio en tentativa, por la forma y el punto donde atacó a los agentes, con intenciones homicidas.

Heridas muy graves con pérdida de masa muscular

De hecho, ambos agentes tienen heridas de importancia no solo en el cuello, sino también en otros puntos del cuerpo. Uno de ellos sufre pérdida de masa muscular por arrancamiento en uno de los antebrazos, el que utilizó para sujetar al preso mientras le mordía. Al menos uno de los guardias ha sufrido heridas muy graves por las que está siendo intervenido quirúrgicamente, según algunas fuentes no oficiales, ya que la Comandancia de València se ha limitado a confirmar el hecho, pero sin aportar detalles ni sobre el estado de los agentes ni sobre las circunstancias en las que se ha producido la brutal agresión.

Ha sido precisamente la intervención de los dos funcionarios de Prisiones que entregaban el preso a los agentes quienes han logrado reducir al interno, con ayuda también de los agentes a pesar de las heridas y la hemorragia, después de un importante forcejeo cuerpo a cuerpo, ya que el recluso estaba "como enloquecido".

"Ha intentado matarlos"

Testigos de los hechos han descrito que el recluso estaba "muy tranquilo" y que, en cuanto ha visto a los guardias, se ha abalanzado sobre ellos a dentelladas, buscando su cuello con la intención de atacarles en la yugular, es decir, con la intención de acabar con sus vidas. "Ha intentado matarlos, iba a por ellos", han explicado fuentes conocedoras de los hechos.

El bautizado como ‘Rambo de Requena’, que nació y creció en Sagunt y Canet d'En Berenguer, se enfrenta a penas que ascienden a los 21 años de prisión por la oleada de robos con violencia, armado con una escopeta de cañones recortados, y otros con fuerza en casa habitada, cometidos entre enero y marzo de 2020 en la comarca de Utiel-Requena y zonas rurales de Siete Aguas.

Pedro Lozano Jiménez, de 32 años, se encuentra en prisión cumpliendo ya otra condena de 27 años de cárcel por dos homicidios en grado de tentativa –entre otros delitos– tras tirotear en la localidad turolense de Muniesa a dos guardias civiles, uno de los cuales fue alcanzado en el abdomen y el antebrazo, sufriendo graves secuelas.

Condenas confirmadas

A esta sentencia condenatoria, que ha sido confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, primero, y por el Tribunal Supremo, después, se suma la causa que tiene pendiente Pedro Lozano en los tribunales valencianos por la espiral delictiva que a principios de 2020 protagonizó en el interior de la provincia sin causa aparente. De hecho hasta ese momento no había cometido delito alguno del que se tenga conocimiento y los que lo conocen lo describen como una persona apocada y que nunca antes había mostrado indicios de violencia.

El Ministerio Fiscal solicitaba para el ‘Rambo de Requena’ un total de 21 años de prisión por cuatro delitos de robo con violencia e intimidación, un robo con fuerza en casa habitada en grado de tentativa y un delito de tenencia de arma prohibida, así como una multa de 1.800 euros por un delito leve de usurpación de vivienda. Realmente este era el delito más frecuente en sus andanzas delictivas en Requena, colarse en inmuebles aprovechando que no estaban sus moradores para pernoctar allí y comer los suministros que encontrara.

La oleada de asaltos violentos

Pero a partir del 28 de febrero de 2020, por causas que solo él sabe –su familia tampoco se explica qué le pasó– Pedro comenzó una espiral de violencia que terminó el 8 de junio con su detención tras un amplio despliegue. La Guardia Civil logró abatirlo de un disparo horas después de que tiroteara a dos agentes en Muniesa. Todavía portaba la misma escopeta de cañones recortados, del calibre 12, con la que amenazó a varias de sus víctimas en Requena para apoderarse de sus vehículos.