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El profesor denunciado por las terapias ha tratado a 350 personas en un centro ligado al arzobispado

El Centro de Orientación Familiar "Mater Misericordiae" fue creado en 2014 para ser "acompañar los sufrimientos de muchas personas"

Su consejero es Juan Andrés Talens, director del Secretariado para la Defensa de la Vida del Arzobispado

Fachada del centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, esta semana.

Fachada del centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, esta semana. / GERMÁN CABALLERO

Gonzalo Sánchez

Mater Misericordiae. Es el nombre del Centro de Orientación Familiar diocesano (COF) que dirige F.M, docente denunciado por practicar terapias de conversión sexual a al menos cinco de sus alumnos. Por este centro situado en València han pasado más de 350 personas desde que se creó en 2014.

F. trataba de convencer a los estudiantes que captaba de que visitaran ese centro, según adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV. La entidad se define como "un hospital de campaña que acoge y acompaña los sufrimientos de muchas personas y les da una respuesta adecuada a nivel profesional, pero también desde el magisterio y la maternidad de la Iglesia que sana los corazones y las heridas y ofrece la oportunidad de una vida nueva”.

El centro tiene un equipo de 15 profesionales (todos ellos voluntarios), entre los que figuran orientadores familiares, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos y juristas. Además, cuentan como consejero con Juan Andrés Talens, director del Secretariado para la Defensa de la Vida del Arzobispado de València. El arzobispado, pese a ser contactado por este diario, no ha querido pronunciarse.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, esta semana.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, esta semana. / GERMÁN CABALLERO

Es posible la Esperanza

F.M promociona el itinerario de una agrupación de fe vinculada a la Iglesia católica (aunque no reconocida oficialmente) llamada “Es Posible la Esperanza” (EPE). Esta organización predica abiertamente con las terapias de reconversión y afirma que se puede “curar la homosexualidad” según denuncia el abogado Saúl Castro, autor del libro “Ni enfermos ni pecadores: la violencia silenciada de las terapias de conversión en España”. 

Desde que fue creado en Valencia en 2014, han sido tratadas 350 personas. El COF atiende cerca de 40 nuevos casos al año, además de seguir con los de los años anteriores, ya que "muchas problemáticas tienen que ser acompañadas a lo largo del tiempo", explican.

Los Centros de Orientación Familiar diocesanos son organismos ligados a las archidiócesis, pero que tienen independencia a la hora de actuar. En la C.Valenciana hay decenas de estos centros repartidos por todo el territorio, normalmente regentados por seglares, como F.M.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, en una imagen de archivo.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs, en una imagen de archivo. / GERMÁN CABALLERO

Los homosexuales visibles

Entre las ideas del docente, que se pueden ver en varias charlas colgadas en Youtube, destacan que "a la edad de 11 años los niños que viven una situación muy fuerte son condicionados de por vida". Por eso elige esta edad para las terapias, en primero de la ESO.

El docente se encarga de utilizar una línea de tiempo que representa la vida de una persona para explicar sus terapias. Mismo material que usó con los jóvenes en el centro escolar cuando los sacaba fuera de clase, generalmente durante sus tutorías.

F.M explica incluso cómo se encarga de "categorizar a los estudiantes" antes de comenzar el curso entre los que tenían "más posibilidad de ser homosexuales visibles", para comunicar a los alumnos heterosexuales que "también se estaban descarrilando" que "evitaran juntarse con ellos". "El resto de la clase terminaba huyendo de nosotros y echándonos de los grupos de Whatsapp", cuentan las víctimas.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs.

Centro Madre Josefa Campos de Alaquàs. / GERMÁN CABALLERO

¿A ti te gustan los chicos?

"Un día estaba en clase de biología y llamó a la puerta de clase mi tutor, F., y me dijo que saliera. Solo me sacó a mí. Me llevó a un sitio poco transitado del colegio por donde nadie pasaba, me arrinconó en una esquina y me preguntó ¿A ti te gustan los chicos?".

Varios testimonios narran episodios similares como el inicio de las terapias. Si contestaban que no podía suceder que les dejara en paz, si decían que sí, empezaba su particular calvario.

"Tenía pesadillas todos los días durante una época". "Me temblaban las piernas cuando iba por los pasillos solo por el miedo a cruzármelo". "Me encerré en el armario y no le conté nada a nadie, me empecé a preguntar qué había hecho yo mal...". "Fue muy traumático", explican las víctimas.

Incluso recuerdan como "F. intervenía para que el resto no se juntara con el grupo de gays. Eso se lo dijo a un amigo nuestro. Le dijo que no se juntara con nosotros. Empujaba a la gente que empezaba a explorar su sexualidad a juntarse con los chicos heteros que jugaban a fútbol o con las chicas que jugaban con muñecas", recuerdan los estudiantes. Este diario ha podido escuchar varios audios de ex estudiantes del centro que respaldan estas afirmaciones.

Varios de los jóvenes siguen hoy acudiendo a terapia psicológica y está acreditado que sufren de trastornos mentales derivados de aquello que les sucedió en el instituto y que provocó en ellos una represión sexual durante su adolescencia que les dejó marcados. "Necesitábamos que el caso se publicara porque llevamos desde los 11 años con esto en la cabeza. Lo que más nos preocupa es pensar que sigue a día de hoy haciendo lo mismo con otros chavales", reivindican los jóvenes.