Violencia en Asturias

Palizas con cinturones y bates de béisbol a sus cinco hijos: el terrible caso que llega a juicio

El acusado, consumidor de alcohol y cocaína, atacaba también a su mujer y llegó a arremeter contra dos de sus hijos con un cuchillo tras una bronca

Vehículo de la Guardia Civil

Vehículo de la Guardia Civil / Archivo

Pablo Palomo

Palizas a puñetazos, con cinturones y hasta con bates de béisbol y toda clase de insultos durante 18 años. Un padre de familia, de nacionalidad rumana, será juzgado en las próximas semanas por la comisión de cinco posibles delitos de malos tratos habituales sobre sus cinco hijos, dos de ellos menores de edad aún a día de hoy, a los que pegaba y despreciaba de forma constante hasta tal punto que, en una ocasión, llegó a acometer a uno de ellos con un cuchillo. Todo ello consta en un auto del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Gijón, al que ha tenido acceso La Nueva España, del mismo grupo editorial que este diario.

La situación fue denunciada por una de las hijas del acusado en noviembre de 2022. En esa denuncia se relata el clima de terror que reinaba en la casa del investigado, que también, supuestamente, centraba sus iras sobre su mujer, a la que pegó en numerosas ocasiones. Si bien, en este caso no llegó a plantear ninguna denuncia en contra de su marido. La querella sirvió para abrir, entonces, una larga investigación para tratar de clarificar unos hechos que comenzaron en 2006. Se tomó declaración al padre, a la madre y a los cinco hijos, dos de ellos menores. Además, se pidieron, entre otras cosas, informes a los diferentes centros escolares de Gijón a los que fueron las víctimas.

Según consta en el auto, fechado a 14 de febrero de este año, la primera agresión sucedió en 2006 sobre uno de los hijos cuando este contaba con solo cuatro años. El padre abofeteó a uno de los críos al entender que, con un balón, le había dado a un cristal de un armario de casa. El documento relata que "las agresiones" sobre este menor y sobre otro de sus hijos "eran continuas" llegando incluso a "pegarles con el cinturón hasta que sangraban o se meaban encima". El texto indica que, cuando la madre intentaba defender a sus pequeños, el investigado le decía expresiones tales como "vaya hostias les voy a meter", "me meo en ellos" o "los voy a matar". El asunto siguió en 2013, cuando el padre agarró a otro de sus hijos, de dos años, por el pelo y le tiró al suelo. Se describe otra agresión a la hija mayor con "un bate béisbol" y se relata un incidente el día de Año Nuevo de 2014 en el que pegó a otro con un cinto.

En 2016, se cuenta que, tras llegar tarde del colegio dos de sus hijos, los golpea con un bate. En 2018, hablando sobre la vida íntima de su hija el acusado se encolerizó, la empezó a arrastrar por el suelo de la cocina y la propinó varios puñetazos. La joven sangró por la nariz y tenía el labio roto. Acudió al Hospital de Cabueñes, pero la obligaron a decir, para camuflar su vida íntima, que había sido violada y, para tapar la paliza, que se había caído por las escaleras. Esa fue la única vez que alguna de las víctimas acudió a un centro médico en esos 18 años, recoge el auto.

Maltrato a los niños durante casi dos décadas

Hubo más sucesos y más graves. En 2020, acometió a su esposa con un cuchillo que terminó por clavar en una puerta de una habitación donde la mujer se refugió. Antes, la había pegado y obligado a ponerse de rodillas para "darle patadas en la cabeza" y "obligarle a besarle los pies". En octubre de ese año, su hija llamó a la policía porque, supuestamente, se llevó a dos de sus hijos a comprar droga. El auto señala que al día siguiente se enfrentó a estos dos con un cuchillo y que uno tuvo que poner "un cojín para evitar que apuñalara a su hermano".

El auto señala que el investigado consumía alcohol y drogas. En las pruebas practicadas, dio positivo precisamente en consumo de bebidas alcohólicas y en cocaína. La jueza considera que estos hechos podrían ser constitutivos de cinco delitos de maltrato habitual y mandó abrir juicio oral. La acusación particular representa a los tres hijos mayores de edad de la pareja y pide para el responsable un año de cárcel y una indemnización de 15.000 euros.

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