Tribunales

Nueve años de cárcel por asestar siete cuchilladas a su mujer tras ingerir un potenciador sexual

“Pido perdón a Dios y a la Justicia española por haberme comportado como un hijo de puta”

El acusado de intentar matar a cuchilladas a su pareja en Valencia en febrero de 2023.

El acusado de intentar matar a cuchilladas a su pareja en Valencia en febrero de 2023. / GERMÁN CABALLERO

Ignacio Cabanes

A las 4.30 horas de la madrugada del 8 de febrero de 2023 un hombre de 54 años y nacionalidad colombiana, sin mediar palabra y discusión alguna previa, cogió un cuchillo y comenzó a asestarle cuchilladas a su pareja en el abdomen cuando su víctima se encontraba sentada en la cama en un domicilio del valenciano barrio de Orriols. El acusado por este intento de homicidio ha reconocido los hechos esta mañana en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia y ha aceptado una pena de nueve años de cárcel.

“Pido perdón a Dios y a la Justicia española por haberme comportado como un hijo de puta”, ha reconocido en su último turno de palabra el acusado, que ha insistido en que “no soy esa clase de persona” y ha ido pidiendo disculpas por su acción a una larga lista de personas, principalmente familiares, pero olvidándose precisamente de la propia víctima.

La mujer, que sufrió siete cuchilladas y sobrevivió gracias a la intervención de otra persona que se encontraba en la casa, ha relatado el inesperado ataque que sufrió por parte del que era en ese momento su compañero sentimental. “Cogió un cuchillo y como un loco empezó a darme puñaladas”, relata detrás de un parabán la víctima. “Yo pedía auxilio y si no llega a ser por Cristian me habría matado”, confiesa con pesar la agredida.

Alega que mezcló alcohol con un vigorizante sexual

Por su parte, el procesado se ha limitado a reconocer los hechos que se le imputan y ha alegado que no recuerda que pasó. Durante la fase de instrucción argumentó que esa noche había consumido gran cantidad de alcohol y un vigorizante sexual que compró en un gimnasio. Al no haber una prueba toxicológica que acredite la presencia en sangre de este supuesto potenciador sexual, no se ha podido acreditar que actuara al tener afectadas sus facultades por la mezcla del alcohol con dicha sustancia.

Así, las partes han llegado a un acuerdo de conformidad por el cual el acusado acepta una pena de nueve años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa con la agravante de abusos de superioridad, al encontrarse la víctima desarmada y con una evidente desproporción a la hora de tratar de defenderse.

De igual modo, se le impondrá una medida de libertad vigilada durante un plazo de diez años, y una prohibición de aproximarse y comunicarse con su víctima por el mismo periodo de tiempo. En concepto de responsabilidad civil las partes han pactado una indemnización que asciende a los 105.000 euros por las secuelas, con perjuicio estético, y por los daños morales. Así como otros 7.540 euros por los días que estuvo incapacitada y 20.696 euros para la conselleria de Sanitat por los gastos de su tratamiento, ya que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente hasta en dos ocasiones.