Investigación

Nadie ordenó paralizar las obras para buscar a Loli tras hallar su fémur

"Si hace falta voy yo con una pala, me hace daño pensar que mi madre sigue en la zona de la playa bajo una obra"

La parte inferior del pantalán era usado como picadero donde paraban coches y vertedero

Loli Paul Sesé, la mujer desaparecida 2019 y cuyo fémur fue localizado el pasado verano.

Loli Paul Sesé, la mujer desaparecida 2019 y cuyo fémur fue localizado el pasado verano.

Dos días tardó la Autoridad Portuaria en alertar a la Policía Nacional del hallazgo el 30 de mayo del pasado año de un hueso aparentemente humano durante las obras de demolición del viejo pantalán del Puerto de Sagunto. El fragmento del fémur derecho de Loli Paul Sesé, como así han confirmado finalmente las pruebas de ADN, la mujer de 57 años que desapareció la Noche de San Juan de 2019 tras ser vista por última vez cuando iba junto a su compañero sentimental portando un carro con maderas, rumbo a la playa para celebrar la mágica noche con unos amigos, como así le hizo saber a un testigo que se cruzó con ella.

Los numerosos indicios recabados por los investigadores del grupo de Homicidios de Valencia, y por agentes de la UFAM de Sagunt inicialmente, han llevado a que tres hombres figuren como investigados por su presunta implicación en el crimen de Loli, como informó en exclusiva Levante-EMV, del mismo grupo editorial. Entre ellos está el principal sospechoso desde el minuto cero de su desaparición, Francisco L. G., pareja de la mujer presuntamente asesinada, con antecedentes por violencia machista sobre ella y con una orden de alejamiento en vigor en ese momento.

Ni los propios responsables de la obra de motu propio, ni la policía y tampoco vía judicial. Nadie ordenó paralizar las obras después de que el encargado de la cuba de agua hallara el citado fémur mientras retiraba el material del suelo. Lo atribuyó a que había caído por el hueco del filtrado de una máquina trituradora, con capacidad para cuatro metros cúbicos. Y lo retiró para que no fuera pisado.

El técnico de prevención de las obras, que declaró a principios de esta semana ante el juzgado de Instrucción número cinco de Sagunto, encargado del caso, pudo concretar el punto donde fue hallado el hueso pero no fue capaz de establecer la trazabilidad de la procedencia del mismo. En la trituradora se machacaba el hormigón del propio pantalán, así como otro material y tierra de la obra, como un pequeño talud situado en la pared trasera de la nave abandonada en la que había trabajado de joven el principal investigado, situada a escasos metros.

Obras de demolición del viejo pantalán antes del hallazgo del fémur.

Obras de demolición del viejo pantalán antes del hallazgo del fémur. / Daniel Tortajada

La letrada Gala Carratalá, que ejerce la acusación particular en representación de la menor de las tres hijas de Loli, quien denunció su desaparición el 4 de septiembre, solicitó la declaración de este testigo y del operario que halló el fémur precisamente para aclarar las contradicciones sobre el lugar del hallazgo del hueso.

Las hijas de Loli no se explican por qué las obras no se paralizaron en ese mismo momento. "No sé cómo una obra de esas dimensiones ante un hallazgo de un hueso humano no se para y se ponen a buscar el resto del cuerpo". Además, consideran que analizando las declaraciones de los testigos "es algo obvio" que uno de los puntos donde se tendría que haber buscado a su madre es precisamente el pantalán, donde fue encontrado el citado fémur derecho. Cuya parte inferior, a unos pasos de la arena, era utilizado como vertedero por unos, y picadero por otros, al poder entrar hasta allí con el coche. 

Las hijas de Loli se resisten a resignarse a que jamás encontrarán el resto del cuerpo de su madre, que los indicios apuntan que habría quedado bajo capas de cemento y asfalto en el nuevo pantalán. "Si hace falta voy yo con una pala, me hace daño pensar que mi madre sigue en la zona de la playa bajo una obra".