Tribunales

Juicio por el vídeo sexual de Asturias: "Lo reenvié para ayudarla", dicen varios acusados

Varios letrados plantean que los hechos están prescritos, mientras el fiscal Villanueva endurece su petición de cárcel de uno a dos años y medio, mientras las acusaciones piden tres de prisión

De los 30 implicados, 25 reconocen los hechos y aceptan una pena menor, seis meses de cárcel y una multa de 3.240 euros

La vergüenza de quienes difundieron el vídeo de una pareja en un momento íntimo.

La vergüenza de quienes difundieron el vídeo de una pareja en un momento íntimo. / LUIS VEGA

Luis Ángel Vega

Difundieron un vídeo sexual grabado a hurtadillas a una pareja que mantenía relaciones sexuales en el prao de las fiestas de San Timoteo de Luarca (Asturias) del año 2010. Luego hicieron mofa y befa de ellos. Llegaron a echarles la culpa de haber mantenido relaciones "a la vista de todos", por lo que tenían merecido lo que les pasase. El muchacho vive en Alemania y sintió menos las burlas. A la chica, que vivía en Navia, se le cayó el mundo encima: perdió el curso y estuvo a tratamiento. Hoy ha reconstruido su vida fuera de Asturias, aunque arrastra secuelas a consecuencia de aquel suplicio.

El juicio por este vídeo sexual de San Timoteo pudo iniciarse por fin (catorce años después de los hechos) este martes en el Juzgado de lo penal número 2 de Avilés, que por problemas de espacio se desplazó al salón de plenos del TSJA en Oviedo. Pudo iniciarse, eso sí, con una hora de retraso, porque faltaba una de las treinta acusadas que llegó encapuchada al palacio de Valdecarzana-Heredia.

Pero hubo más sorpresas. Nada más empezar, el fiscal Jesús Villanueva (hasta el año pasado fiscal decano de Avilés) indicó que modificaba su petición de pena, de un año a dos años y medio, al admitir una incongruencia en la primera solicitud. Las acusaciones, a cargo de las letradas Anabel Prieto Torices y Clara Solano, elevan su petición a tres años.

La siguiente sorpresa fue que 25 de los 30 acusados anunciasen que habían consignado o estaban a punto de hacerlo la cantidad de 2.000 euros como garantía de las responsabilidades civiles. Y finalmente, esos mismos 25 acusados reconocieron los hechos y se ratificaron en sus declaraciones admitiendo que había difundido el dichoso vídeo. En la última jornada del juicio, el ministerio público modificará su petición para ellos, reduciéndola a seis meses de prisión y una multa de 3.240 euros. La prisión, además, podrá canjearse por una multa. En definitiva, un tirón de orejas y una multa.

Algunos de los acusados no se conformaron. Las hermanas Ángela y Aránzazu L. Á. indicaron que ni habían recibido el vídeo ni lo habían difundido, ya que en aquella época se encontraban en Canarias y Madrid. El matrimonio formado por Alexia C. y Severino S. F., aseguraron que se lo habían enviado a una amiga de la víctima, pero solo para que ésta lo supiese. "Lo reenviamos para ayudarla, para avisarla de lo que estaba pasando", aseguraron.

Otro de los acusados, J. A. P., miembro del chat en el que se publicó un fotomontaje en el que se hacía mofa de la joven, admitió que lo envió a una amiga de la víctima, según él porque le habían dicho que si le llegaba algo les enviase pruebas. "Le pasé el fotomomontaje, pero era para ayudarlas", dijo

Varios de los acusados aseguraron que les llamó un guardia civil, en una actitud más bien humorística, por lo que se tomaron la comunicación como una broma. Pero el asunto, no lo era en absoluto, y hoy están sentados en el banquillo. El jueves se reanuda el juicio con la declaración de los testigos, incluidos los protagonistas del vídeo.

Javier Díaz Dapena, abogado de una de las acusadas, indicó que hay diferentes escalas de responsabilidad en este juicio. "Si se niega la premisa mayor que es haber colgado el vídeo, y no se ha difundido el vídeo, no hay nada más que hablar. Aquí hay gente que está porque alguien le dijo que alguien le dijo. Y también digo que puede haber una confusión. El perjuicio de estas personas que llevan sometidos a la pena de banquillo durante quince años sin que se les juzgue (porque habrá personas que tengan que hacer oposiciones, que estén pendientes de si pueden tener algún tipo de antecedente penal) es muy grave. Ha habido dilaciones muy importantes. Da el tono de la sociedad, pero no sé si de la sociedad en que vivimos o de la sociedad en que vivíamos hace quince años", indicó.

Anabel Prieto Torices, abogada de la mujer grabada sin su consentimiento indicó que ésta "siguió estudiando después de un tiempo de recibir tratamiento psicológico. Siempre queda algo, porque ella sigue yendo a ver a su familia en Navia y sobre todo porque quienes ella creía que eran amigas, dejaron de serlo, la traicionaron".

Catorce años después nadie sabe quién hizo la grabación de marras.