Tira y afloja

El Hammarby, con un solo título de Allsvenskan, en 2001, es el tercero en discordia en el fútbol sueco

Este próximo fin de semana se enfrenta al Djurgarden, partido que se disputa en Estocolmo

Hammarby, durante la disputa de un encuentro

Hammarby, durante la disputa de un encuentro / EFE

Carlos Martín Rio

Carlos Martín Rio

Estocolmo son 14 islas, 54 puentes, unos 972.000 habitantes y tres clubes que se juegan su reputación en seis derbis de alta tensión. AIK y Djurgarden, empatados a 12 títulos ligueros y fundados con pocos días de diferencia en 1891, son la aristocracia de la capital sueca. Su cara a cara es el ‘Derbi de los Gemelos’, una denominación que sus hinchadas, por supuesto, rechazan. El Hammarby, con un solo título de Allsvenskan, en 2001, es el tercer invitado al baile, y el que mañana se encargará de recibir a un viejo enemigo.

El antagonismo con el Djurgarden se remonta incluso a antes de que ambos tuvieran sección de fútbol. En esos primeros enfrentamientos ya se pudo ver tensión. Literalmente: empezaron a competir en concursos de estirar la cuerda. El primer tira y afloja, en 1894, lo ganó el Hammarby, aunque el Djurgarden defiende que sus participantes quedaron paralizados al ver la envergadura de sus contrincantes. Historia y geografía aparte, la otra razón para la enemistad entre los ‘Bajen’ y los ‘Rayas azules’ es social. El Hammarby se fundó en Södermalm, un barrio que en aquel tiempo era principalmente obrero. Hoy esa zona, chic y gentrificada, está tomada por artistas, diseñadores y modernos en general, pero el Hammarby sigue insistiendo en su carácter popular.

En contraposición, el Djurgarden, también de raíces obreras, pronto se identificó con Östermalm, donde tenía su viejo feudo, el Estadio Olímpico de los Juegos de 1912. Se trata de una de las zonas más caras de Suecia. Y, claro, ya se sabe que uno se acostumbra rápido a la buena vida. Sus rivales lo tienen fácil para acusarlos de pijos.

El derbi se ha interrumpido en los períodos en los que el Hammarby ha estado alejado de la máxima categoría. Hoy, sin embargo, el club más rebelde es también ambicioso, gracias al aporte de nuevos inversores, entre los que está Zlatan Ibrahimovic. A falta de nueve jornadas para dirimir quién será el campeón, es tercero a cinco puntos del líder, el Häcken, y a cuatro del propio Djurgarden, seguido del AIK.

En esa mejora se nota la mano de un entrenador catalán, Martí Cifuentes, nacido en Sant Cugat hace 40 años. Llegado a tierras suecas en 2018 para formar parte del organigrama del AIK, pasó por el Sandefjord noruego y el Aalborg danés antes de regresar a Estocolmo a principios de año. “El proyecto del Hammarby es seguramente el más divertido de Escandinavia. Estamos dando pasos para ser el primer equipo de la ciudad. Es un club muy social, siempre posicionado, y representante de la clase trabajadora del sur”, explica Cifuentes a Sport Dossier.

Además de incidir en el “músculo económico” actual de la entidad, el técnico alude a una personalidad futbolística. En un entorno en el que el 4-4-2 británico hace décadas que hizo fortuna, un cruyffista como Cifuentes ha dado con un oasis: “Aquí no solo importa el qué, sino el cómo. Gusta una buena jugada, un buen regate, mientras que en mi anterior experiencia, en el Aalborg, aplaudían los choques y los duelos”.

De vecinos a convivientes

El partido se disputará en el Tele2 Arena, un reluciente estadio propiedad del Ayuntamiento. Inaugurado en 2013, hoy ambos clubes lo comparten, una convivencia que no ha hecho más que añadir picante al asunto. La mudanza fue especialmente dolorosa para el Hammarby, que dijo adiós al Söderstadion, su casa desde 1966.

El viejo campo era una Bombonera nórdica, una caja de cerillas mágica en la que se escucharon cánticos a la inglesa por primera vez en Suecia, y en el que se mostraban tifos coloristas que hoy tienen continuidad en el Tele2. Cabe señalar que el carácter holmiense, responsable, solitario, discreto, se transforma cuando corre el balón.

Dejando de lado los radicalismos que afloran en estos derbis (“el aspecto negativo de la cultura de fans que hay en Suecia”, define Cifuentes), la hinchada del conjunto verdiblanco es el mayor exponente de la metamorfosis futbolera de los suecos. “Se ven bengalas, petardos, pirotecnia... Los aficionados le dan mucha importancia a estos encuentros. También hay tensión en el campo, con faltas, tarjetas… Intentamos que los jugadores estén tranquilos”, describe el preparador catalán, que está al servicio de una afición tan apasionada como fiel.

El Hammarby ha sido durante años el club con mejor asistencia de los países nórdicos. Si en su antigua casa la media se acercaba a los 9.000 espectadores, hoy son más de 26.000 los que habitualmente copan las gradas. Mañana no faltarán a la cita. Saben que, cuantos más sean, más fuerte tirarán de la cuerda. 

HAMMARBY-DJURGARDEN

ESTOCOLMO

59°19’46”N 18°04’07”E

Población

972.000 habitantes

País

Suecia

Distancia entre estadios

0 km (comparten el Tele2 Arena, aforo 28.000)

Hat-trick de consejos

CÓMO LLEGAR 

Gracias a que España, y en especial su costa, es un destino turístico ya clásico para los suecos, existen varias conexiones directas con la capital del país, de norte a sur. Podrás viajar desde los aeropuertos de Barcelona, Madrid, Palma, Málaga o Alicante.

QUÉ VISITAR

Estocolmo no solo es la ciudad más poblada de Escandinavia, también puede encontrar argumentos para defender que es la más bonita. Para comprobarlo, pasea por el Gamla Stan, su casco antiguo, y disfruta, por ejemplo, de sus casitas de colores.

DÓNDE SALIR

El barrio que vio nacer al Hammarby, Södermalm, es una especie de SoHo nórdico. De carácter hipster, tiene una buena oferta de restaurantes modernos (con recetas picantes a la hora de pagar) y locales con un ambiente alternativo, siendo la calle Götgatan su epicentro.

PRÓXIMO PARTIDO

MAÑANA, 11.09.22 (15 h)