El debate eterno

¿Es Lionel Messi el mejor deportista masculino de todos los tiempos? ¿Se pueden comparar épocas y disciplinas?

Messi, con la Copa del Mundo

Messi, con la Copa del Mundo / Panenka

Adrià Soldevila

Adrià Soldevila

A mí me parece que roza el absurdo”, “creo que no se puede considerar a nadie el mejor deportista de todos los tiempos y desde luego a Messi tampoco”“se tiende a comparar épocas cuando el progreso de la humanidad las hace incomparables”. Los tres analistas consultados para este reportaje responden a Sport Dossier de manera similar. Y contundente. Para los periodistas Martí Perarnau, Santiago Segurola y Frederic Porta las comparaciones entre los grandes deportistas de la historia no sirven absolutamente de nada. Ni siquiera entre futbolistas de diferentes generaciones, porque cada uno se ha encontrado con contextos particulares difícilmente repetibles. A Lionel Messi se le ha comparado siempre con Diego Armando Maradona. Y no solamente comparado. Se le ha exigido ser Maradona. Pese a haber sido el jugador más determinante durante más de una década, a Messi se le ha discutido como leyenda del fútbol argentino hasta prácticamente los 35 años. La Copa América de 2021 terminó con la tensión que mantenían el ‘10’ y buena parte de los aficionados de la ‘Albiceleste’. Y el Mundial logró cerrar para siempre el debate. Messi y Argentina pueden ya convivir en paz y sin deudas, si es que alguna vez la ‘Pulga’ le debió nada a su país.

Messi ya estaba en el Hall of Fame del fútbol histórico antes del Mundial de Catar, pero con el Campeonato del Mundo se cierra un círculo inmejorable. No le queda nada por ganar. Bueno, sí, las dos copas de Francia, pero no se lo digan porque si se da cuenta no parará hasta levantarlas. Ha copado todos los premios individuales y ha conseguido todos los títulos colectivos, incluida la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, conquistada pocas semanas antes de heredar el ‘10’ de Ronaldinho y de iniciar un ciclo irrepetible en el Barcelona, del que sería el emblema. Sin lugar a dudas, Messi es uno de los grandes futbolistas de la historia. ¿Pero se le puede considerar el mejor? “La vida y el fútbol hay que mirarlos en contexto”, dice el exjefe de deportes de El País y exdirector adjunto de Marca, Santiago Segurola. “He visto a Charlton, Pelé, Beckenbauer, Cruyff, Maradona o Platini y hay que reconocer a cada uno en su contexto y no desmerecerlos nunca. Son únicos. Messi ha sido el mejor jugador que he visto en los últimos 30 o 40 años”, reconoce el periodista de Barakaldo, aunque insiste en que “eso no me hace pensar que Messi sea mejor que ellos. Son épocas distintas”.

Las comparaciones, para que puedan ser relativamente válidas a nivel empírico, deben basarse, como mínimo, en un criterio objetivo. Frederic Porta sí ve a Messi por encima del resto por un motivo: la longevidad de su éxito. El delantero argentino debutó el 16 de octubre de 2004 y desde que le quitó el puesto de titular a Ludovic Giuly durante la temporada 2005-06 nadie le ha podido frenar. Creció a un ritmo vertiginoso y tras la salida de Ronaldinho se convirtió en el mejor del mundo en la temporada 2008-09. Son 18 años en la élite y prácticamente 15 siendo el número uno. “La comparativa con los otros jugadores aceptados en el Olimpo es imbatible, porque Messi ha estado 15 años al más alto nivel con una continuidad desmedida. Maradona tuvo picos de genialidad, pero no hacía un recital en cada partido como sí ha hecho Messi”, comenta Porta, una afirmación con la que coincide Segurola: “Desde luego, Messi es el jugador que más veces ha sido el mejor. Era el mejor todos los días. Esa continuidad era algo nunca visto”.

Tras el Mundial, Messi sube peldaños en el Olimpo de los más grandes del deporte

Entre los más grandes

Si ya es difícil comparar jugadores de un mismo deporte, más complicado se antoja confeccionar clasificaciones de deportistas de distintas disciplinas. Michael Jordan marcó una época en el baloncesto mundial. Hizo cosas nunca antes vistas en una pista y lideró a los Chicago Bulls hasta ganar seis anillos de la NBA entre 1991 y 1998. Ni antes de Jordan los Bulls habían ganado nada, ni tras la retirada del ‘23’ han vuelto a la cima del básquet norteamericano. Pero en los Estados Unidos también existieron los históricos campeones de natación Mark Spitz y el hombre récord Michael Phelps, el deportista con más medallas de oro de la historia de los Juegos Olímpicos (23 entre 2004 y 2016). Como Messi, Phelps fue el número uno en su profesión durante más de una década. “¿Cómo vamos a comparar a Michael Jordan con Michael Phelps? Estamos comparando un músico con un arquitecto. ¿Quién es mejor, Antoni Gaudí o David Bowie? Uno es un arquitecto que ha construido la Sagrada Família y la Pedrera y el otro es un músico fabuloso, no se pueden comparar”, insiste Martí Perarnau, saltador de altura en los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980. De hecho, uno de los grandes deportistas de la historia lo es no por la cantidad de títulos o medallas conseguidas, sino por haber cambiado –y mejorado– la técnica del salto de altura en los Juegos de México de 1968. Dick Fosbury se atrevió a saltar de espaldas y revolucionó para siempre la forma de pasar por encima del listón. Sin embargo, ni siquiera el salto de altura es comparable para Perarnau: “Hasta 1966 se caía sobre arena. ¿Cómo se puede comparar la forma de saltar antes de Fosbury con la de después? El pequeño detalle de la existencia de una colchoneta hace que no tenga nada que ver una disciplina con la otra, pese a que ambas sean salto de altura”. En 1966 apareció la colchoneta y, dos años después, Fosbury innovó con una técnica que se estableció como la más eficaz. Todavía hoy, a ese salto se le sigue conociendo como el ‘salto Fosbury’.

A Messi yo solo lo compararía con la grandeza de los innovadores, los precursores”, dice Frederic Porta, que incluye en la lista al mismo Fosbury, pero también al nadador Johnny Weissmüller; al Jordan del hockey sobre hielo canadiense, Wayne Gretzky; al boxeador Muhammad Ali; al jugador de béisbol Jackie Robinson, por su actitud social; al ganador del decatlón en 1948 y 1952, Bob Mathias, “por haber practicado de una manera regular, intensa y completa diez disciplinas de atletismo diferentes”, y a la leyenda de los New York Yankees, Babe Ruth. “El béisbol se convierte en los años 20 en un deporte de masas gracias a Ruth. Hasta que aparece él, un gran bateador se quedaba en unos 20 ‘home runs’ por temporada. Él cambia las reglas de este arte, llegando a alcanzar los 50 o 60, una brutalidad”, argumenta.

Podríamos continuar y nos faltarían páginas del periódico para completar la lista de los mejores deportistas de todos los tiempos, con lo que parece realmente complicado quedarse con uno solo. “Los ejemplos son tantos que no veo la manera de decidir quién ocupa la posición del más dominante”, apuntala Segurola, quien, pese a evitar la comparación, sí subraya una hazaña de Messi nunca antes vista: “No ganó el Mundial en 2010 o en 2014, cuando estaba en su apogeo, sino que lo ha ganado siendo un jugador mucho más desgastado. Los Mundiales eligen a los jugadores que están predestinados desde jóvenes a ser grandes, como Pelé o Mbappé, o a futbolistas en la cumbre de sus carreras, como Charlton, Beckenbauer, Maradona o Zidane. Messi se ha coronado a los 35 años, en el crepúsculo. Es realmente poético”.