La bañera, el castillo y la gaviota

En 1975 el fútbol neerlandés contaba con un derbi en la ciudad más poblada del país

Mañana será el Feyenoord, el equipo fundado en 1908 entre los trabajadores del barrio del mismo nombre, el que reciba al Sparta

Duelo Feyenoord-Sparta

Duelo Feyenoord-Sparta

Aitor Lagunas

Aitor Lagunas

Difícil imaginar un universo paralelo en el que el equipo más representativo de Ámsterdam no fuera el Ajax, sino el DWS; el club más popular de Eindhoven no se llamara PSV, sino FC Eindhoven; y el principal conjunto de Róterdam no luciese los colores del Feyenoord, sino los del Sparta. Podría haber pasado, sí. Pero no pasó. Los inexcrutables designios del balón, y las adhesiones que unos clubes lograron en sus ciudades y otros no, han ido dibujando el mapa futbolístico de la Eredivisie que hoy conocemos. Así, la liga neerlandesa no es una competición dominada por un equipo (como la alemana), ni por dos (como la española), sino por tres clubes (como la portuguesa). Del triángulo Ajax- PSV-Feyenoord solo se han escapado cinco de las 66 ediciones disputadas.

Las tres ciudades han contado con su derbi en algún momento de la historia. Desde el punto de vista de las rivalidades, la década de los 70 supuso una edad de oro. En 1975 el fútbol neerlandés contaba con un derbi en la ciudad más poblada del país (Ajax-FC Ámsterdam), otro en la urbe de la Philips (PSV-FC Eindhoven) y hasta tres derbis en Róterdam (los que disputaban entre sí Feyenoord, Sparta y Excelsior). Pero mientras en Ámsterdam y en Eindhoven los ‘aspirantes’ no tardaron en perder la máxima categoría -dejando a Ajax y PSV como únicos representantes de sus ciudades-, en Róterdam el ecosistema futbolístico ha mantenido su diversidad hasta la actualidad.

Cierto es que el Excelsior y el Sparta también han atravesado descensos últimamente. De hecho, el Excelsior bajó en 2019 y no ha vuelto a subir. Pero la suya con el Feyenoord fue siempre una rivalidad menor. Emparentados por los orígenes obreros de ambos equipos, mantienen además un vínculo en categorías inferiores desde hace décadas. Cuando el convenio de colaboración se amplió en 2009, algunos hinchas protestaron. “El Excelsior ha vendido su alma“, lamentó el presidente de sus peñas. Así que, con ese club convertido en un semillero del Feyenoord -y además en segunda-, el único derbi que queda en los Países Bajos es el que se disputa mañana.

Estadios peculiares

En la segunda ciudad neerlandesa más poblada confluyen un río menor -el Scheldt-, otro mediano -el Mosa- y un tercero gigantesco -el Rin-. Los tres son navegables, y juntos forman un enorme delta que aboca sus aguas al Mar del Norte. Allí se levanta el puerto de Róterdam, que constituye el principal punto de entrada de mercancías a Europa. Una condición, la de capital portuaria del viejo continente, que la ciudad no perdió ni siquiera tras la fatídica jornada del 14 de mayo de 1940: ese día la aviación alemana dejó caer 1.300 bombas que arrasaron el centro histórico. “¡Dios mío, esto es una catástrofe!”, exclamó un general nazi mientras sus aviones no dejaban de vomitar destrucción. En apenas unas horas 1.000 personas perdieron la vida y 25.000 hogares, 62 escuelas y 775 fábricas quedaron reducidas a escombros. También los dos estadios más grandes de la ciudad: De Kuip, hogar del Feyenoord, y Het Kasteel, cuna del Sparta. Es decir, la bañera y el castillo.

Es lo que significan sus nombres, por razones obvias. El campo ‘feyenoorder’, reconstruido en 1949, se asemeja a una gigantesca bañera, mientras que el de los ‘gladiadores’ cuenta con una tribuna de ladrillo coronada por dos torres. Construida en 1916 y salvada de los bombardeos de la guerra, esa grada permite reclamar para todo el estadio la etiqueta de recinto deportivo más antiguo de los Países Bajos. En todo caso, De Kuip y sus 49.000 asientos, y Het Kasteel, con 11.000, convierten a Róterdam en un punto obligado para los amantes de la arquitectura futbolera.

Mañana será el Feyenoord, el equipo fundado en 1908 entre los trabajadores del barrio del mismo nombre, el que reciba al Sparta, fundado 20 años antes por los adinerados miembros de un club de críquet. Prácticamente cualquier parámetro consultado favorece a los ‘feyenoorder‘: 67 victorias en los derbis contra 19, diez títulos de la Eredivisie contra uno, tercero esta temporada contra tercero por la cola. Ni siquiera se ponen de acuerdo con la gaviota. ¿La gaviota? En el derbi del 15 de noviembre de 1970 el portero del Feyenoord Eddy Treijtel sacó de puerta con tan poca puntería que del pelotazo mató a una gaviota. El capitán del Sparta recogió el animal y lo dejó en la banda. Nadie sabe qué paso después. Pero hoy hay dos pájaros disecados: uno en el museo del Feyenoord y otro en el del Sparta. Y ambos clubes defienden que el suyo es el real.