CONSEJO DE EUROPA

Radiografía de las cárceles: España tiene demasiados presos y en Cataluña la mitad son extranjeros

El Consejo de Europa publica un estudio analizando el estado de los centros penitenciarios de 48 países

Manifestación de funcionarios frente al Centro Penitenciario Brians 2 de Cataluña.

Manifestación de funcionarios frente al Centro Penitenciario Brians 2 de Cataluña. / EP

Alberto Muñoz

España es el sexto país de toda Europa con más reclusos en sus cárceles, y, además, cuenta con una elevada proporción de internos por habitante. Según un informe encargado por el Consejo de Europa, España tiene aproximadamente el mismo número de presos que Alemania o que Italia, pero los tiene con casi 40 millones de habitantes menos que el primero y 11 millones menos que el segundo. Y las estadísticas nacionales indican, además, que en 2023 se ha batido un nuevo récord de agresiones a funcionarios de prisiones en nuestro país.

El panorama general, sin embargo, no cambia demasiado de año a año y va camino de hacerse estructural. Según el informe SPACE II que elabora la Universidad de Lausana, Suiza, España, que es uno de los 51 países que conforman el Consejo de Europa, tenía en 2023 un total de 55.909 reclusos, un 0,8% menos que el año anterior. Muy lejos, eso sí, de los casi 350.000 que tiene Turquía, pero demasiado cerca de países de su entorno y con una población sensiblemente superior como Francia (72.294), Alemania (58.098) o Italia (56.127).

Uno de los datos más preocupantes del informe —aunque, eso sí, ya se vio el año anterior—, es que en las cárceles de Cataluña, que aparece desgajada en este estudio del resto de España, se ha reducido un 4,1% el número de presos en sus centros penitenciarios, pero prácticamente la mitad de ellos son extranjeros. En comparación, esta estadística duplica la media del resto de Europa (27%).

Hombres con casi dos años de condena

El perfil del preso en España que dibuja el informe SPACE II es el de un hombre que cumple una condena menor de dos años y que, por norma general, no se encuentra en prisión preventiva, al contrario que ocurre en muchas otras partes del resto del continente.

De esos más de 55.000 reclusos, solo siete de cada 100 son mujeres, lo que, sin embargo, y a pesar de que parezca una estadística menor, coloca a España como el sexto país de más de medio millón de habitantes con mayor proporción de mujeres presas. Por delante, únicamente países como Chipre, República Checa, Letonia, Finlandia y Hungría.

En cuanto a los tiempos de condena, la media española es de 19,7 meses de prisión, prácticamente el doble que la media europea (10,1 meses). Eso sí, quienes se encuentran reclusos en un centro penitenciario lo hacen habitualmente cumpliendo una condena y no como parte de una prisión preventiva, ya que solo un 15,9% de ellos están presos a la espera de juicio. En Europa, lo habitual es que esta proporción suponga el doble, e incluso hay países como Suiza (46%) o Países Bajos (45%) donde se triplica.

Droga y crímenes violentos

La mayor parte de los crímenes que resultan en una condena de prisión en Europa están relacionados con drogas o con violencia. Uno de cada cinco internos en Europa lo está por delitos relacionados con el tráfico o el consumo de estupefacientes, mientras que uno de cada diez, aproximadamente, lo está por intento de homicidio, robo o agresión sexual.

Sin embargo, lo que preocupa a los investigadores que han elaborado este informe es el repunte que se está viviendo en la población penitenciaria y que marca una peligrosa tendencia que no se veía desde hace una década. En países como Moldavia (52%), Macedonia del Norte (26%), Chipre (25%) o Turquía (15%), el incremento en apenas un año ha sido muy significativo.

"Por segundo año consecutivo, la población en las cárceles europeas ha crecido ligeramente. Esto puede deberse a un efecto rebote por la reducción que experimentamos durante los años de la pandemia, pero se trata de un contraste importante con la tendencia general a la baja que venía marcándose desde 2013. Todavía tenemos que constatar si de verdad se trata de un cambio de tendencia.", explica el profesor Marcelo Aebi, director del informe llevado a cabo por la Universidad de Lausana.