Descuido

Una pareja de turistas olvida a sus hijos de 3 y 5 años en un autobús en Valencia

El personal organizó un operativo especial para localizar a los padres que en seguida alcanzaron el bús con un taxi

Parada de autobús de la EMT, ubicada en el centro de Valencia.

Parada de autobús de la EMT, ubicada en el centro de Valencia.

José Miguel Vigara

Dos niños extranjeros de 3 y 5 años, vivieron una rocambolesca historia hace unas semanas a bordo del autobús 28 de la EMT, cuando literalmente sus padres, dos turistas que visitaban la ciudad, se los olvidaron dentro del bus. Un matrimonio extranjero, al parecer de origen francés estaba de turismo por Valencia con sus dos hijos menores. La pareja sin darse cuenta de que se dejaban a los pequeños en el bus, abandonó el vehículo de la línea 28, en la calle Colón, e inició su recorrido por la capital valenciana. Al parecer, en un principio se dirigían hacia la calle del Poeta Querol para visitar el Palacio del Marqués de Dos AguasPero dentro del bus siguieron viajando, aparentemente tranquilos, sus dos hijos de 3 y 5 años. En la segunda parada del bus, los niños se extrañaron de que sus padres habían desaparecido, y parte del pasaje acudió hasta el conductor para avisarle de que los padres se habían bajado del vehículo y los habían olvidado. El chófer rápidamente trasladó la comunicación al centro de control y gestión del tráfico de autobuses de EMT Valencia, el conocido como SAE.

Solo fueron 40 minutos de angustia

La compañía municipal de transportes organizó enseguida un operativo con 2 inspectores y un oficial que custodiaron a los menores en el interior del autobús mientras al mismo tiempo se alertaba a la Policía Nacional, indican fuentes de la empresa pública. Y a los 40 minutos, antes de que los efectivos de la policía decidieran trasladar a los menores, aparecieron los padres en un taxi detrás del autobús “tremendamente angustiados, pero profundamente agradecidos”.

Tras percatarse de que estaban paseando por Colón sin sus dos retoños, ambos progenitores habían tomado urgentemente un taxi al que le ordenaron que siguiera al autobús de la línea 28. Costó un poquito, porqué autobuses de la línea 28 no hay sólo uno, pero ya estaba alertado el centro de control de EMT, que avisó de inmediato al conductor del vehículo donde se encontraban los niños de que los padres venían detrás y se hizo lo imposible por esperarlos. ¡De película!. Aunque eso sí, el final fue muy feliz.