Educación

La nueva selectividad tendrá un solo modelo de examen por materia y criterios de corrección homogéneos en toda España

El Consejo de Ministros aprueba los aspectos mínimos comunes del examen de acceso a la universidad que se realizará a partir de junio de 2025

Ambiente en la facultad de derecho de la UB durante las pruebas de selectividad de este año.

Ambiente en la facultad de derecho de la UB durante las pruebas de selectividad de este año. / JORDI OTIX

Olga Pereda

Después de guardarlo en un cajón por la sorpresiva convocatoria de elecciones generales, el Gobierno ha aprobado este martes el real decreto que regula la selectividad a partir del año que viene. La nueva prueba de acceso a la universidad (PAU) contempla un único modelo de ejercicio para cada materia y, pese a permitir elegir entre varias preguntas o tareas, ello no implicará la disminución del número de competencias evaluadas en el examen: en ningún caso "la opcionalidad" significará estudiar menos temario.

El decreto aprobado por el Consejo de Ministros acaba con la flexibilidad a la hora de elegir ejercicios instaurada a consecuencia de la pandemia

Es una de las novedades que traerá la próxima convocatoria de la PAU de cara a junio de 2025, aprobada en Consejo de Ministros, que acaba con el modelo instaurado a consecuencia de la irrupción de la pandemia en 2020 y su impacto en los centros educativos. Desde la pandemia, para facilitar el examen tras un curso que fue online o semipresencial, los estudiantes tenían opción a elegir entre varios ejercicios y descartar otros. Con la nueva selectividad, solo habrá un modelo de ejercicio para cada asignatura. Los estudiantes tendrán opción de elegir entre varias preguntas o tareas de este examen.

La selectividad vuelve a denominarse oficialmente PAU, frente a la terminología 'Evau' o 'Ebau' que se usaba en diversas autonomías

En este único modelo de examen por materia (que variará en cada comunidad autónoma), los ejercicios estarán estructurados en diferentes apartados, que, a su vez, podrán contener una o varias preguntas o tareas. El decreto contempla que "se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas" con el condicionante de que "esta elección no podrá implicar en ningún caso la disminución del número de competencias específicas evaluadas". Los exámenes tendrán preguntas variadas en cuanto a tipo de respuesta. Es decir, algunas requerirán respuestas cerradas; otras, semiconstruidas y otras, abiertas. En cada uno de los ejercicios, la puntuación asignada al total de preguntas o tareas de respuesta abierta y semiconstruida deberá alcanzar como mínimo el 70%. 

A partir de 2025, las faltas de ortografía penalizarán un 10% la nota del examen

La nueva PAU (se adopta así de forma oficial esta terminología, que ya se usa en Catalunya, en detrimento de los términos Evau o Ebau utilizados en otras comunidades autónomas) tendrá unos criterios de corrección más homogéneos que hasta ahora. Cada comunidad penalizaba de manera diferente las faltas. Por ejemplo, ante cinco errores de grafía (las tildes no están incluidas porque se penalizan de otra manera), en Extremadura te suspenden, en Catalunya te quitan medio punto y en Madrid te restan dos puntos. En Euskadi no hay un descuento específico. A partir de 2025, las faltas penalizarán en un 10% la nota.

En aquellos ejercicios en los que las preguntas requieran la producción de textos por parte del alumnado, la valoración correspondiente a la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación, no podrá ser inferior a un 10% de la calificación correspondiente a la pregunta.

Los alumnos podrán examinarse de hasta cuatro materias de modalidad, una más que hasta ahora

Aunque el decreto hable de único modelo de ejercicio y de homogeneización de los criterios de corrección, no estamos ante una selectividad única en toda España, vieja reivindicación del PP. Es decir, cada comunidad diseñará sus propios exámenes.

La ministra de Educación, Pilar Alegría ,ha resaltado que es "la primera vez" que en una prueba de acceso a la universidad "se incluyen criterios comunes y homogéneos para todos los territorios, tanto en el formato de las pruebas como a la hora también de evaluar dichas pruebas". "Fruto de ese acuerdo y ese diálogo con las universidades y con las comunidades autónomas hemos aprobado este decreto", ha aseverado tras subrayar que este ha sido el modelo "más debatido de la historia", ya que han mantenido "más de 200 reuniones con las comunidades autónomas, las familias, los estudiantes y las universidades.

Fase general y optativa

Los alumnos que se presenten a las nuevas PAU se examinarán de cuatro materias obligatorias (Lengua y Literatura Castellana, Lengua Extranjera, Historia o Filosofía y la materia específica de la modalidad cursada), además de la lengua cooficial en comunidades como Catalunya. Los estudiantes que deseen mejorar su nota, podrán examinarse de hasta cuatro asignaturas optativas más, una más que en la selectividad actual.

Para elegir estas cuatro optativas, el alumnado podrá decantarse por las siguientes opciones: o bien elegir hasta tres materias de modalidad, o decantarse por dos materias de modalidad y la materia común no realizada en la fase general (Historia o Filosofía). En cualquiera de estas opciones el estudiante podrá examinarse de una segunda lengua extranjera.

Como hasta ahora, cada ejercicio tendrá una duración de 90 minutos, con un descanso de al menos media hora entre exámenes consecutivos.

Por lo que respecta a las calificaciones, no hay cambios. La nota máxima de selectividad será un 10, pero los estudiantes podrán sumar hasta 4 puntos más con la la parte optativa. Se realizará una media aritmética de cada prueba con un valor resultante de entre 0 y 10 puntos. La nota de acceso a la universidad se calcula sumando el 60% de la nota media de bachillerato y el 40% de la calificación de la selectividad. Además, se sumarán las dos mejores notas ponderadas de las materias que cada universidad determine por su correspondiente grado.

El decreto aclara que la nota obtenida en la selectividad tendrá validez durante el curso que se inicie inmediatamente después de la superación de la prueba y los dos cursos académicos siguientes.

La nueva prueba, que se adapta a la última reforma educativa (ley Lomloe o Celaá), continuará modificándose de forma gradual hasta el 2028 para que sea más competencial (menos memoria y más saber hacer y aplicar lo aprendido).