Enfermedades hepáticas

El 3% de los niños tienen hígado graso, una patología que apenas existía en menores hace 10 años

La obesidad y el sedentarismo están provocando una enfermedad "inédita" en niños, que puede causar una "eclosión" de cirrosis y cáncer en adultos, según alertan los médicos

El hígado graso no alcohólico es la segunda causa de trasplante hepático.

El hígado graso no alcohólico es la segunda causa de trasplante hepático. / Adobe Stock.

Patricia Martín

La obesidad y el sedentarismo están provocando que el 3% de los niños tengan hígado graso, una patología que en menores apenas existía en España hace 10 años. Y la irrupción en edades tan tempranas puede provocar una "verdadera eclosión" de este problema de salud en adultos, según ha alertado la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) este miércoles con motivo del Día Internacional de Hígado Graso, que se celebra cada 13 de junio.

En España el 30% de la población infantil tiene obesidad y el problema puede ir a más porque es una epidemia que, debido al estilo de vida de los países occidentales, donde se consume pocos productos frescos y mucha comida basura y se hace poco ejercicio, se extiende por los países avanzados. "Lo peor está por venir y casi nadie es consciente", avisa el presidente de la AEHH, Manuel Romero.

El problema de hígado graso -una patología que como su nombre indica se produce por la acumulación de grasa en el hígado- es silente. No provoca síntomas o estos son inespecíficos y no se manifiestan hasta que el órgano está muy afectado. Pero el hígado graso, junto con las enfermedades hepáticas provocadas por el consumo de alcohol, han desplazado a las hepatitis virales como principal causa de cirrosis, cáncer de hígado e indicación de trasplante.

De hecho, los tumores de hígado en pacientes con estenosis hepática metabólica –que es la forma científica de denominar el hígado graso– se han triplicado en la última década. Además, tanto el hígado graso como las enfermedades asociadas al alcohol van a más y cada vez a edades más tempranas.

Fenómeno "inédito"

"La irrupción de esta enfermedad en niños de entre 6 y 8 años es un fenómeno tan preocupante como inédito en nuestro país, donde la prevalencia del hígado graso siempre se ha concentrado entre los 40 y los 80 años. La aparición de una prevalencia de hasta el 3% en menores de edad augura una verdadera eclosión de esta patología en adultos”, avisa la doctora Rocío Aller, secretaria científica de la AEEH.

Actualmente, se calcula que el hígado graso afecta ya a más de 10 millones de españoles, de los que cerca de dos millones tienen inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.0000 cirrosis hepática. Pero según la sociedad científica, España está "muy lejos de haber tocado techo". "Es duro decirlo, pero estamos fabricando enfermos, así que hay que tomar medidas", indica el doctor Romero.

De hecho, las patologías relacionadas con el hígado representan ya la tercera causa de muerte prematura en España, son la segunda causa de años de vida laboral perdidos, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares y uno de cada cinco españoles está en riesgo.

El Plan Nacional

Ante ello, los especialistas reclaman poner en marcha un Plan Nacional de Salud Hepática, para dar respuesta a la escalada de patologías crónicas relacionadas con el hígado. A semejanza del plan nacional contra la hepatitis C, que ha convertido a España en el país que más pacientes ha curado por millón de personas y que está más cerca de erradicar la enfermedad viral crónica, la estrategia propone un conjunto de medidas y más inversión, para revertir la tendencia al alza.

El Plan propone medidas preventivas, entre ellas promover la dieta mediterránea y el ejercicio físico, porque el 80% de las personas con hígado graso pueden revertir la situación con ambas 'recetas'. Asimismo, la sociedad médica considera "imprescindible" que las autoridades sanitarias impulsen medidas para atajar el consumo de alcohol, sobre todo a edades tempranas. Y piden que se haga un cribado de enfermedad hepática a todas las personas que tienen factores de riesgo como diabetes, obesidad o abuso de alcohol.