Sanidad

Los neurocirujanos advierten de los graves peligros de las malas zambullidas en verano

Lo más frustrante para los profesionales es que se trata de una lesión "perfectamente evitable", como subraya Guillermo Ibáñez Botella, Jefe de Sección Adultos de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga

Los brazos siempre deben proteger la cabeza y los hombros.

Los brazos siempre deben proteger la cabeza y los hombros. / Redacción

Arancha Tejero

Llega el verano y, como todos los años, los hospitales comienzan a recibir pacientes con lesiones cervicales causadas por zambullidas en aguas poco profundas y desconocidas, una práctica muy peligrosa que puede acabar en lesión medular y teniendo que depender de una silla de ruedas de por vida, eso en el mejor de los casos, ya que este tipo de accidentes pueden acabar incluso con la vida de la persona. 

Lo más frustrante para los profesionales es que se trata de una lesión "perfectamente evitable", como subraya Guillermo Ibáñez Botella, Jefe de Sección Adultos de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga, pero que, "por desgracia", se repite todos los años, sobre todo cuando comienza la temporada de vacaciones. "La gente se tira a la piscina o al mar sin saber qué profundidad hay y se produce un mecanismo lesional porque hay un impacto directamente con la cabeza", apunta el neurocirujano, que afirma que este de tipo lesión es "frecuente", hasta el punto de poder recibir dos o tres casos cada mes en verano. 

"Al año tranquilamente pueden ser seis o nueve casos de mayor o menor grado, una cifra que no es despreciable aunque en número puede no parecer mucho", sostiene el especialista, que insiste en que no es una cuestión de cifras, sino de que es una "lesión evitable y que por desgracia está a la orden del día cada verano". De hecho, actualmente ya hay una persona ingresada en la UCI debido a que se tiró de cabeza a una piscina que no tenía la profundidad suficiente, de manera que chocó con la cabeza y tuvo una fractura cervical y mielopatía aguda, que seguramente, según el doctor Ibáñez, le obliguen finalmente a trasladarse al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde cuentan con una unidad para tratar las lesiones cervicales altas y más graves. 

Consecuencias

"Son pacientes que están condenados, como mínimo, a una silla de ruedas de por vida y depende del nivel cervical, si es que salen vivos, pueden acabar hasta con ventilación mecánica permanente, como pasa con la esclerosis laterales amiotróficas (ELA)», advierte Ibáñez, que explica que, si se produce una fractura cervical compleja y una lesión medular aguda, «la mayoría de las veces lo único que podemos hacer es estabilizar la fractura para que luego el paciente pueda hacer su rehabilitación, pero lo habitual es que una lesión medular aguda de estas características sea irreversible".

Según el Jefe de Sección del Hospital Regional, por donde pasan todos los casos con lesiones medulares de la provincia, el perfil de los pacientes que ingresan por este motivo suele ser personas jóvenes y varones. "Habitualmente el problema es por aguas poco profundas y que hay un impacto directamente con la cabeza, eso produce o bien un mecanismo de compresión sobre la columna cervical o bien un mecanismo de flexoextensión forzada, lo cual deriva en esta fractura o en esa luxación, pues a veces no necesariamente tiene que haber una fractura de hueso, simplemente por una rotura de ligamentos hay un desplazamiento de esos cuerpos vertebrales y la médula, que está dentro del canal medular, es la que sufre". 

"Lo habitual es que una lesión medular aguda de estas características sea irreversible"

"Lo habitual es que el paciente llegue antes de las ocho horas del evento y se le opere de urgencia, pero pasado ese tiempo, aunque también se le opera de urgencia, el pronóstico es aún peor si cabe", señala el especialista, que concluye que "la realidad es que el pronóstico de este tipo de lesión es malo y, una vez que se produce la lesión medular aguda, poco hay que hacer".

Concienciar a la población

Por ese motivo, cada verano los expertos tratan de concienciar sobre los peligros que conlleva esta práctica frecuente entre los jóvenes y cuyos daños son irreversibles. Con este objetivo en mente, el Hospital Nacional de Parapléjicos, junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y otras entidades, ha lanzado una campaña de prevención para insistir a la sociedad en el mensaje de que la prudencia es la medida más eficaz para evitar consecuencias indeseables, como una lesión medular.

Bajo el lema ‘Con cabeza sí, de cabeza no’, la institución recuerda que las zambullidas en aguas poco profundas o desconocidas son una de las principales causas de lesiones medulares, que, según el último balance del hospital, el año pasado provocaron siete ingresos con resultado de tetraplejia, siendo todos varones entre 15 y 44 años.

En este sentido, el doctor Ibáñez hace hincapié en que la mejor prevención es evitar tirarse de cabeza en un sitio en el que se desconoce cuál es la profundidad. "Es algo obvio, pero que la gente lo pasa por alto y que puede provocar que le desgracie la vida a uno, si es que no se lo lleva por delante, porque en una lesión medular cervical alta el riesgo ya no es solo la mielopatía, sino que puede llegar a ser mortal", concluye el especialista.

Consejos para prevenir

Por su parte, desde el Hospital Nacional de Parapléjicos recomiendan seguir siempre estas cinco pautas para evitar consecuencias indeseadas: conocer la profundidad del agua y asegurarse de que es lo suficientemente profunda para evitar el contacto con el fondo; hacer una entrada cauta e ingresar con los pies primero para evaluar la profundidad; supervisar a los niños y adolescentes cuando se practiquen actividades acuáticas; evitar el consumo de alcohol, ya que reduce la capacidad de juicio y aumenta el riesgo de tomar decisiones peligrosas, y, por último, asegurarse de que haya una señalización clara sobre las zonas seguras para zambullirse.  

En caso de que haya una lesión, subrayan que es «crucial actuar rápidamente» y no mover al lesionado, puesto que una movilización incorrecta puede agravar la lesión. Por ello, lo adecuado es llamar a los servicios de emergencia de inmediato y mantener la calma, mientras se asegura al lesionado hasta que llegue la asistencia profesional. 

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