Maria Bel Sansó, 'influencer' y creadora de su propia tienda de pelucas: "La alopecia femenina es un tema tabú en la sociedad"

Se muestra tal y como es en redes sociales y incluso ha emprendido con Arena Wigs: "Lo más importante es la actitud con la que afrontamos las cosas"

Maria Bel Sansó: "La alopecia femenina es un tema tabú en la sociedad"

Maria Bel Sansó: "La alopecia femenina es un tema tabú en la sociedad" / B. Arzayus

Irene R. Aguado

Maria Bel Sansó perdió su último mechón de pelo hace cuatro años, a finales de 2020. Esta ‘manacorina’ de 26 años padece alopecia, una condición normalizada en hombres pero que apenas se nombra ni se ve en mujeres. "Cuando me lo diagnosticaron me derrumbé. Yo tenía una melena larga y bonita, pero perdí todo mi pelo en apenas dos meses. Mi alopecia es de tipo universal, por lo que no tengo pelo en todo el cuerpo, ni pestañas, ni cejas", explica. En estos últimos cuatro años, la joven, maestra de profesión, ha pasado del ‘shock’ inicial a mostrarse tal y como es ante miles de personas en redes sociales, divulgar sobre su condición e incluso emprender con su propia tienda online de pelucas, Arena Wigs.

Todo empezó con un vídeo en TikTok el pasado mes de junio. "No hacía nada especial. Solo me quitaba la peluca con música de fondo. Pero el vídeo se hizo viral, lo vieron miles de personas", ríe. A partir de entonces, sus seguidores en la red social comenzaron a aumentar hasta acumular más de 19.000 personas. Ahora publica contenido a diario y se muestra tal y como es, sin tapujos: "Mi objetivo es dar visibilidad a la alopecia femenina y contribuir a que deje de ser un tabú en la sociedad", apunta.

Una de las cosas más gratificantes de crear contenido para las redes, explica, es ayudar al resto de personas que sufren su condición: "Me escriben muchísimas chicas para darme las gracias. A algunas les da vergüenza mostrarse sin pelo, se esconden o se ponen peluca, dejan de hacer planes como ir a la playa. El problema es que la alopecia en mujeres se asocia a la enfermedad, no está normalizado", lamenta. "Yo les digo que mostrarnos tal y como somos nos hace más libres. Cuando la gente sabe lo que tenemos, ya no tenemos que esconder nada", añade la joven.

A la entrevista con este diario acude con una bolsa llena de cajas con pelucas y cabezas de maniquíes. Los embalajes llevan inscritas las redes sociales de su nueva marca: @arenawigs. "Hace aproximadamente un mes decidí emprender con mi propia tienda online con las pelucas que hago a mano. Decidí hacerlo a través de Internet para no limitarme solo a Mallorca", comenta. Estos meses de vacaciones, apunta, ha estado creando stock de pelucas para poner en marcha el negocio en breve.

"Las pelucas y las prótesis de pelo natural son muy caras, alrededor de 2.000 euros cada una. Por eso decidí aprender a coserlas yo misma, me formé en un curso en Barcelona", detalla. Hacer a mano una peluca le lleva varios días, pero cumple otro de sus propósitos en esta etapa de su vida: ayudar a otras mujeres con su condición.

La alopecia le ha cambiado la vida a través de un camino que no ha sido de rosas, aunque asegura que ha tenido "mucha suerte". "Nunca he sufrido discriminación ni burlas, pero conozco casos de chicas que les han obligado a taparse la cabeza o ponerse una peluca para trabajar", lamenta. Con el tiempo, la joven ‘manacorina’ ha aprendido a acostumbrarse a la peor parte de no tener pelo: "Las miradas. Cuando salgo sin peluca, la gente me mira mucho. Voy a los sitios y me ceden el paso o el asiento porque piensan que estoy enferma. Me he acostumbrado a que la gente me pregunte si tengo cáncer, pero no los culpo. Está poco normalizado", relata.

Aunque es evidente que la alopecia es menos común en las mujeres, también hay "un poco de machismo" en el estigma que recae sobre la calvicie femenina, pese a que es una condición que padecen celebridades como Jada Pinkett Smith: "Cuando me diagnosticaron alopecia apenas encontré a mujeres en España que se mostraran tal y como son. Casi todos los perfiles son de Estados Unidos, por eso creo que muchas mujeres aquí se identifican conmigo", comenta.

Perder el pelo no suele gustar a mujeres ni a hombres, pero en el caso de ellas se agrava por el sentido que ha dado la cultura al pelo femenino, reflexiona Sansó. "Me ayudó mucho ir a una quedada en Barcelona de la asociación A Pelo, que apoya a mujeres con alopecia. Allí conocí a muchas personas con mi condición y me ayudó a normalizarlo", explica. En Mallorca, apunta la joven, no existe ninguna entidad o grupo de estas características, pese a la gran cantidad de personas que tienen este diagnóstico.

Se pone peluca, se maquilla las cejas y se aplica pestañas postizas para acicalarse igual que todos, pero no tiene problema ni pudor en mostrarse sin un solo pelo: "Lo más importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Cuando tenía pelo, había muchos días que tampoco me veía bien".