Cuidado de las uñas

Manicuras y pedicuras que ponen en riesgo la salud de las uñas

Expertos advierten que los esmaltados de gel y similares de larga duración, cada vez más de moda, pueden llegar a provocar lesiones de diversa gravedad

Una manicurista realiza una manicura a una clienta.

Una manicurista realiza una manicura a una clienta. / F. ROBICHON

M. González

Médicos de Atención Primaria han lanzado recientemente una alerta sobre el aumento de los problemas en las uñas provocados por el esmalte de gel y recuerdan que la función de las uñas es proteger; por tanto, conviene no manipularlas de forma agresiva. Trastornos mecánicos y traumáticos de las uñas como sangrado espontáneo y dolor, dermatitis alérgica de contacto y lesiones inducidas por rayos ultravioleta son los principales problemas que se suelen detectar. “Además de todo esto, se ha descrito el asma y las reacciones alérgicas e irritativas a distancia, sobre todo en torno a los ojos, ya que a lo largo del día vamos expandiendo los alérgenos con las manos”, destacan desde la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC).

Además de los riesgos para la piel, los productos que se utilizan impiden explorar y detectar alteraciones en la uña original e incluso pueden presentar dificultades para medir algunos niveles del organismo, como por ejemplo la saturación de oxígeno de forma fiable.

“A priori, ningún tipo de esmaltado ungueal es sano, partiendo de la base de que son materiales sintéticos y la uña es un elemento vivo; cuando lo cubrimos con un producto sintético es algo así como si nos pintásemos la cara con una pintura de plástico y no la sacásemos nunca”, explica Navor Pereira, vocal del Colegio de Podólogos de Galicia.

Lacados semipermanentes

“En los últimos años, en los que se han puesto de moda, por ejemplo, los lacados semipermanentes (donde colocamos un material sintético que va a estar durante tres o cuatro meses sobre un elemento vivo) nos estamos encontrando en las clínicas con infecciones micóticas y con infecciones bacterianas en las zonas que rodean la uña”, expone. “Cuando preparas una uña para hacer un lacado de este tipo, se suele sacar la cutícula, que es un elemento de protección, un sello que cuando lo retiras todas las bacterias que viven en nuestra piel o en nuestras uñas tienen una puerta de entrada, lo que puede generar paroniquias crónicas, por lo que las personas que se hacen muchos esmaltados, o se los hacen de manera recurrente, tienen los dedos un poco hinchados”, subraya Navor Pereira.

Además de esto, hay pacientes que, tanto en las manos como en los pies, “por el uso de productos de mala calidad han perdido las 20 uñas”, advierte. “Y tardan luego un año más o menos en regenerarse”, añade. “Previo a un esmaltado de este tipo se suele 'preparar el lecho'; para que se entienda, es como si echásemos un ácido para eliminar la parte grasa natural que tiene la uña y la piel para que el esmaltado quede fijado, así que estropeamos la uña para luego cubrirla durante meses y es lo que nos genera este tipo de pérdida de láminas, infecciones y demás”, explica. Es por eso que, “dentro de lo malo”, recomiendan usar “un esmalte de los de toda la vida, de corta duración”, y también se aconseja descansar unos días antes de volver a pintar. Además, mantener las uñas pintadas durante un largo plazo provoca la “uña amarilla”, con aspecto envejecido, “otro de los motivos habituales de consulta”.

Detectar otros problemas

“Llevar las uñas tapadas continuamente evita también que podamos detectar otros problemas que podamos tener debajo y que nos interesa diagnosticar pronto, desde algo más trágico como puede ser un melanoma acral, de alta mortalidad (con una incidencia del 1 por ciento y una mortalidad del 80 por ciento), hasta un hongo que comienza pero que no podemos verlo porque está tapado”, afirma Navor Pereira.

No podemos ser dictatoriales, no se trata de que nadie se pinte las uñas, pero sí de que lo haga con mesura

Navor Pereira

Esterilización del material

A pesar de advertir que “la manicura o la pedicura no es salud, sino estética”, el vocal del Colexio de Podólogos de Galicia afirma, sin embargo, que “no podemos ser dictatoriales, no se trata de que nadie se pinte las uñas, pero sí de que lo haga con mesura”: “Tenemos que pintarlas y dejar un descanso por el medio, igual que una persona no va maquillada 24 horas al día, debemos hacer lo mismo con las uñas, aunque a diferente velocidad, ya que el recambio de células es más lento y necesitan un descanso; además, si son uñas muy machacadas, necesitan hidratación, y hay productos para hidratar la lámina y regenerarla”. Otra de las recomendaciones es acudir a centros que trabajen con productos de calidad y que cumplan con estrictas medidas de higiene y esterilización del material.

Rayos ultravioleta

Los expertos también advierten sobre el efecto de la exposición a los rayos ultravioleta. “Se cree que hay influencia de melanomas por la radiación de estas lámparas, que se utilizan para catalizar el producto, pero son rayos ultravioleta que se aplican en la zona de uña y tejidos, por lo que se sospecha que puede haber cierta incidencia, sobre todo entre la gente que trabaja en estos centros; no existen todavía estudios buenísimos, pero se cree que hay una relación causa-efecto”. Aunque los profesionales de la salud son conscientes de los efectos perjudiciales de los esmaltes de gel, y similares, para la salud de las uñas, aún queda mucho por investigar. Mientras, la recomendación es utilizar el sentido común, en perfecta comunión entre estética y salud.

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