Entrevista

Jesús Bermejo, profesor titular de Historia Antigua: "La basura de una sociedad da mucha información de cómo viven sus miembros"

Ha estudiado las sociedades antiguas desde la perspectiva de la gente de la calle y a partir de los espacios domésticos, investigando cómo vivía la gente común y no como lo hacían las clases altas.

El profesor Jesús Bermejo, fotografiado en el yacimiento dels Clossos de Can Gaià.

El profesor Jesús Bermejo, fotografiado en el yacimiento dels Clossos de Can Gaià.

Pere Estelrich i Massutí

A partir de sus estudios, ¿vale decir que en los libros de historia no encontramos toda la verdad de lo que realmente pasó?

No diría tanto, pero sí es cierto que nos hemos preocupado más de cómo vivían y de lo que hacían las clases pudientes y hemos tenido abandonada a la mayoría de la sociedad, formada por esas personas anónimas que habitaban los pueblos y ciudades. Y es que había mucha más vida fuera de los templos y los palacios que dentro.

¿Y cómo puede un arqueólogo obtener información sobre esas personas desconocidas?

Mire, pues a partir de lo que han ido dejando, de los restos que hemos encontrado en lo que creemos que eran sus casas. En la basura, en definitiva. La basura de una sociedad da mucha información de cómo viven o vivían sus miembros. Lo mismo puede decirse de la sociedad actual, se han hecho estudios muy serios y se ha comprobado que revolviendo, es un decir, la basura de una comunidad se le puede conocer incluso más que a partir de encuestas.

O sea que, excavando, no los palacios, sino las viviendas de esa gente sin historia, conocemos mejor la manera de vivir de nuestros antepasados.

Sí, pero cuidado que en toda excavación pueden darse situaciones que complican el resultado. Me explico: piense que, al excavar, encontramos elementos, vasijas, medallas, monedas, huesos, de diferentes etapas, por tanto, no siempre es fácil sacar conclusiones. Hasta no hace mucho, los arqueólogos creíamos en el llamado Principio de Pompeya, según el cual en las excavaciones se encuentran retratos exactos de una sociedad en un momento determinado. Y no es así, en todo trabajo arqueológico, incluso en los de la misma Pompeya, se debe considerar la posibilidad de que lo que se encuentra pertenezca a épocas diferentes.

¿En qué época podemos considerar que ya se vivía en aldeas?

Inicialmente se considera que los primeros asentamientos se dan en la transición entre el Paleolítico y el Neolítico, entre el cazar y recolectar para sobrevivir y la domesticación y siembra, pero claro, considerando que esas dos etapas no se dan al mismo tiempo en todo el mundo. Y aún así, aplicando esta perspectiva científica, todavía podemos cometer errores, pues nos hemos dado cuenta que en asentamientos muy complejos que tienen incluso estructuras monumentales, los que las ocupaban eran cazadores recolectores, y, por tanto, habitantes del paleolítico. Lo interesante de la arqueología y de la ciencia en general, es que una nueva teoría puede desplazar la anterior. El dogmatismo es contraproducente a la hora de investigar.

Así que el origen de las ciudades no está tan claro.

Ni tampoco lo está cómo eran las primeras viviendas ni de qué materiales estaban hechas, pues si bien los bloques de piedra se han conservado, no ha sido así para los materiales perecederos, como madera, cañas, adobe y barro.

Por lo que se ve, la arqueología es una ciencia compleja.

Efectivamente. Y si además queremos estudiar cómo eran las relaciones familiares y la estructura política de las sociedades, entonces la cosa se complica mucho más. A través de nuestro trabajo de campo, los arqueólogos, muy dados a sacar patrones, lo tenemos realmente difícil el sacar conclusiones definitivas.

Y ¿dónde situamos el Ágora griega, entendida como lugar de discusión y debate cultural y político?

Primero deberíamos definir el concepto de ciudad, que es algo que puede llevar a controversias. En un principio se creía que las primeras ideas relacionadas con el urbanismo se dieron en los asentamientos de Ur y Uruk en la antigua Mesopotamia, aunque hoy se considera que antes de estos lugares ya había mega asentamientos en la actual Ucrania y el norte de Rumanía, formados por miles de casas. Así que otra vez, la creencia se ve superada por la ciencia empírica. En cuanto a la estructura política, hasta llegar al modelo actual en el que el Estado predomina, las sociedades han pasado por otras formas en las que lo próximo era lo que valía, la polis, en definitiva. Piense que todavía hoy hablamos de ciudadanía para referirnos a los miembros no de una ciudad sino de un estado. Hemos adoptado una palabra de proximidad para un concepto más amplio y lejano.

La vida, ¿se concentraba más dentro o fuera de las casas?

Aquí debemos hacer un inciso sobre el concepto de intimidad. Pensar en términos actuales las relaciones entre las personas de una misma familia es un error. Permítame un ejemplo un tanto escatológico: esclavos, siervos, criados, amos, todos, por igual y al mismo tiempo utilizaban los mismos lavabos públicos y se limpiaban con la misma escobilla. Así que, el espacio personal, íntimo, no tenía el mismo valor que le damos hoy.

¿Qué otros elementos utilizan los arqueólogos a la hora de definir una teoría o de iniciar un trabajo?

Una riqueza en cuanto a pistas es la tradición oral o escrita, las leyendas, en definitiva. Esas historias contadas de generación en generación pueden ser el inicio de una investigación. Piense que en los cuentos o incluso en la Biblia o en la mitología homérica, se dan mensajes a partir de relatar hechos que podían haber sucedido o no, y que bien pueden servir a los historiadores para tirar del hilo desde una perspectiva científica.

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