Menos exámenes y más prácticas, la fórmula perfecta para los opositores de esta Comunidad Autónoma

Las oposiciones a la Junta de Andalucía experimentarán una transformación significativa, enfocándose en menos exámenes escritos y mayor énfasis en las pruebas prácticas. Con la reciente aprobación de la Ley de Función Pública andaluza, se buscará agilizar el proceso de selección, reduciendo el tiempo desde la convocatoria hasta la toma de posesión del cargo a la mitad, de dos a un año.

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La Consejería de Justicia, Función Pública y Administración Local planea que todas las pruebas se realicen en un solo día, utilizando nuevas tecnologías para facilitar tanto la evaluación por parte del tribunal como la participación de los aspirantes.

Estas medidas también impactarán a los funcionarios que busquen ascensos de categoría mediante procesos de promoción interna, enfocándose en competencias profesionales y personales del candidato. Se plantea una revisión del baremo de méritos con la incorporación de tecnologías avanzadas, como robots e Inteligencia Artificial, para garantizar un recuento preciso y eficiente. La Junta de Andalucía pretende modificar los temarios, dando prioridad a aspectos prácticos y de resolución de problemas, desplazando el enfoque memorístico.

Esta reforma integral se implementará gradualmente, comenzando en el año 2025, con el objetivo de proporcionar a los futuros empleados públicos herramientas prácticas y especializadas para afrontar desafíos cotidianos. Además, se garantizará la formación especializada de los miembros del tribunal para asegurar un proceso de evaluación profesional y justo.