Informe de Eurofound

Los empleados que trabajan con robots faenan más rápido, se sienten más vigilados y son menos autónomos

Las empresas españolas son las terceras de la UE que más robots utilizan, con casi el doble que las alemanas, según un informe de Eurofound

Abre en Tokio la feria de robots más grande del mundo.

Abre en Tokio la feria de robots más grande del mundo.

Gabriel Ubieto

Los chatbots gobernados mediante inteligencia artificial llevan dos años prometiendo una revolución de, entre otros, el mundo del trabajo. Estos simuladores facilitan la integración de máquinas en el día a día de los trabajadores, acelerando la bautizada como revolución industrial 4.0. Una revolución que, de momento, no está ahorrando tiempo a los empleados, aumenta su ritmo de trabajo y su sensación de sentirse vigilados durante su jornada laboral, entre otros. 

Así lo constata un reciente informe de Eurofound, una agencia dependiente de la Unión Europea y especializada en estudiar las condiciones laborales de sus gentes. El estudio constata que la presencia de robots -entendidos desde maquinaria industrial hasta programas informáticos- no es inocua para los trabajadores ‘humanos’, aunque también desmiente algunos temores que han ido surgiendo, como que erosiona el ambiente entre compañeros o aliena a los empleados. 

El mismo estudio señala que precisamente España es uno de los estados del Viejo Continente con mayor presencia de máquinas en las empresas. Casi el doble que en Alemania. En 2022 el 9% de las compañías españolas decían trabajar habitualmente con algún tipo de robot, frente al 6% en el que se ubica la media europea y el 5% que registra Alemania. Habitualmente el uso de robots se concentra principalmente en la industria manufacturera, sector que en España tiene un peso notable.

¿Cómo puede ser que la locomotora alemana, con el elevado peso industrial que históricamente ha tenido, use tan pocos robots? El estudio cita dos motivos. Por un lado, Alemania tiende a enfocarse en la calidad y la precisión de los procesos en lugar de simplemente aumentar la cantidad de robots. Esto significa que, aunque el número total de robots puede no ser alto, los robots que se utilizan son de alta calidad y están diseñados para tareas específicas que requieren de alta precisión. Y, por otro lado, los trabajadores alemanes están más formados que los de otros países, lo que hace menos necesario introducir innovaciones tecnológicas para multiplicar la productividad a corto plazo.

En España, los principales motivos por los que las empresas introducen automatización son asegurar la precisión de los procesos y la seguridad en el trabajo, a diferencia de otros estados donde los altos costes laborales o las dificultades para reclutar determinados perfiles tienen un mayor peso en la robotización de ciertas tareas. 

El estudio muestra cómo la introducción de robots en almacenes logísticos ha logrado estabilizar y homogeneizar la productividad en algunos centros, mientras que incrementaron la carga y velocidad de trabajo en otros ante las mayores expectativas de producción de la empresa, que provocó que aumentaran los objetivos. En tareas menos físicas y más procedimentales, como de limpieza, la introducción de robots es bien vista por los trabajadores, a los que les quita de encima tareas rutinarias.

Trabajadores más exigidos

Según los casos analizados por los investigadores Sara Riso y Dragos Adascalitei, a partir de 61 entrevistas cualitativas, aquellos trabajadores que faenan con robots tienen, de media, un 11% más de probabilidades de hacerlo a un ritmo más rápido. También presentan un 8,7% más de probabilidades de sentirse más vigilados en lo que hacen durante su jornada y un 7% más de opciones de sentirse también menos autónomos. Además, tienen un 5% más de probabilidades de sufrir una mayor carga de trabajo. 

“Contrariamente a las expectativas positivas iniciales de que las tecnologías robóticas avanzadas darían como resultado jornadas de trabajo más cortas debido a una carga de trabajo reducida, los estudios de caso sugieren que el tiempo ahorrado mediante la automatización generalmente se redirige hacia otras tareas”, concluyen los autores del estudio.

No obstante, y en contra del temor existente a una mayor alienación de aquellos trabajadores que pasaran a cohabitar con robots, “no hay pruebas concluyentes sobre el impacto de las aplicaciones robóticas avanzadas en la interacción social en el lugar de trabajo”, concluye el estudio. Es decir, no pueden responder a la hipótesis de si a más robots, más alienante es el trabajo o menos en equipo se faena entre humanos.  

La introducción de robots sí es positiva para disminuir las lesiones en el trabajo, en tanto que disminuyen la distancia recorrida cada día por los humanos, asumen las tareas más repetitivas y permiten que los trabajadores roten más entre roles, lo que beneficia la prevención de lesiones musculoesqueléticas.  

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