SALUD MENTAL

La dificultad para las relaciones está detrás de muchas de las adicciones que sufren las personas con autismo

Los Trastorno del Espectro Autista (TEA) son "un factor de vulnerabilidad" para cualquier otro trastorno mental, señala Mara Parellada, psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Un acto con motivo del Día del Autismo.

Un acto con motivo del Día del Autismo. / JAIME GALINDO/EPA

Nieves Salinas

La "alta incidencia" de la coexistencia de adicciones y otros trastornos mentales, conocida como Patología Dual, está avalada "por múltiples estudios y tiene clara evidencia científica" en trastornos mentales como la depresión, la psicosis, el trastorno bipolar o los trastornos de la personalidad. Aunque esa evidencia también existe en el caso del Trastorno del Espectro Autista (TEA), los expertos señalan que "en muchas ocasiones se atribuye al diagnóstico principal toda la problemática y no se presta suficiente atención a las comorbilidades y su tratamiento específico". Por eso le han puesto el sobrenombre de "la patología dual olvidada".

La doctora Mara Parelladapsiquiatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), explica que, en el caso del TEA, además, "los intereses restringidos, intensos y obsesivos pueden ser difíciles de diferenciar de las adicciones comportamentales, y el uso de sustancias como el alcohol o el cannabis muchas veces se minusvalora o se 'justifica' por las dificultades sociales de las personas con este trastorno.

Factor de vulnerabilidad

La experta destaca que los TEA funcionan "como un factor de vulnerabilidad" para cualquier otro trastorno mental, lo que provoca que la prevalencia de trastornos por uso de sustancias y adicciones comportamentales sea, por regla general, mayor entre este grupo de población que "entre la población normotípica, aunque haya diferencias sustanciales en función de la edad". 

En la adolescencia es menos frecuente entre las personas TEA el uso de alcohol o cannabis

La psiquiatra explica que, en la adolescencia, por ejemplo, es menos frecuente entre las personas TEA el uso de alcohol o cannabis que en población normotípica. Sin embargo, en la edad adulta joven es más frecuente. Por lo que respecta a las adicciones sin sustancia, también son más frecuentes, en parte por el uso excesivo de Internet que muchos pacientes hacen por la facilidad relativa para las relaciones online en comparación con las relaciones en la vida real, expone la doctora Parellada.

Alcohol y cannabis

La dificultad para las relaciones sociales, de hecho, está detrás de muchas de las adicciones con o sin sustancia que sufren las personas con TEA. Los trastornos por uso de alcohol y de cannabis y el trastorno por juego dual, son los más frecuentes.

"A veces el uso excesivo de internet tiene una función socializadora, o en el caso del uso de sustancias, un efecto de disminución de la ansiedad social o de mejor tolerancia a las relaciones o a la saturación de la interacción", afirma la experta.

Una red social propia

Destaca, además, en ese sentido, que los pacientes que más frecuentemente caen en adicciones a sustancias son aquellos "con suficiente inteligencia y autonomía como para poder relacionarse con otras personas en medios sociales fuera de la familia, pero sin las competencias sociales suficientes como para crear una red social propia".

Las adicciones comportamentales son más habituales entre aquellas personas que tienen "poco deseo" de relaciones personales

Por su parte, las adicciones comportamentales son más habituales entre aquellas personas que tienen "poco deseo" de relaciones personales o más dificultades para estas, ya que el uso de videojuegos presenta varios beneficios iniciales al ofrecerles entornos donde las interacciones son más predecibles, lo que les facilita mostrar sus competencias y, en ocasiones, les reportan una valoración de otros que no encuentran en entornos reales.

"El problema es que a veces se enganchan, pudiendo producirse una adicción con más facilidad que otras personas con más fuentes de valoración externa", explica la doctora Parellada.

Alternativas más saludables

En cuanto al tratamiento de las personas TEA duales, la especialista señala como "primer y necesario paso" la valoración de la función del síntoma para cada paciente y la disfuncionalidad real que ese síntoma provoca en su vida. "Esto es necesario para buscar alternativas más saludables a las necesidades de interacción social si esto es lo que el cannabis o alcohol están facilitando, por ejemplo", apunta.

En el caso de "intereses restringidos que se convierten en adicciones, por su parte, hay que buscar alternativas de uso del tiempo educativas o vocacionales, y menos perjudiciales", concluye la psiquiatra del Marañón.