POBREZA EN ESPAÑA

Cuatro de cada diez hogares atendidos por Cruz Roja pasan por alto comidas por la falta de recursos

Saciarse con comida barata para engañar el hambre es la realidad de la mitad de las familias que atiende Cruz Roja

Una voluntaria en el mercado.

Una voluntaria en el mercado. / CRUZ ROJA

Nieves Salinas

La inseguridad alimentaria se refiere a la falta de acceso a una comida adecuada, suficiente y nutritiva por factores económicos, sociales o culturales. Un informe de Cruz Roja al que ha tenido acceso El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario, muestra una crudísima realidad: el 42,4% de las familias que atiende experimentan "el hambre de manera real" y se ven obligadas a pasar por alto comidas enteras. Se sacian con alimentos baratos porque no tienen dinero para una cesta de la compra saludable y hacen un consumo excesivo de embutidos y fiambres (76,5%), dulces (66%) y refrescos azucarados (52,9%).

Los resultados del 'Estudio de inseguridad alimentaria en la población atendida por Cruz Roja- la organización presta atención anualmente a más de 150.000 personas en extrema vulnerabilidad-, muestran esa "realidad inquietante". "Una preocupación palpable" en los hogares atendidos de forma "mucho más pronunciada en comparación con la población general". El 74,3% de las familias tienen verdaderos problemas para comer como deberían.

Engañar el hambre

Inseguridad alimentaria que la organización divide en 'leve' (el 16,5% de los hogares atendidos), que es cuando no han llegado a extremos más serios, pero las familias carecen de los ingresos necesarios para seguir una dieta saludable; 'moderada': el 15,4% tienen situaciones "más preocupantes, como saltarse comidas o reducir el tamaño de las raciones en algún momento" y grave: el 42,4% experimentan "el hambre de manera real" y a menudo se ven obligadas a pasar por alto comidas enteras. Esta situación está más extendida entre los hogares de origen extranjero y entre los monomarentales.

El 72% de los hogares con menos de 500 euros al mes se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave o moderada

Los ingresos mensuales, enfatiza Cruz Roja, juegan un papel crucial: el 72% de los hogares con menos de 500 euros al mes se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave o moderada. En contraste, esta cifra disminuye al 29,4% en hogares con más de 1.200 euros al mes. Asimismo, los que dependen de ingresos irregulares provenientes de la economía sumergida, mendicidad o ayudas sociales se enfrentan una inseguridad más profunda, llegando al 76,6%.

Raciones más pequeñas

Los hogares en tan precaria situación, revela el informe, despliegan una variedad de estrategias para cubrir el día a día. Ingenian un promedio "de 3,6 soluciones distintas, dolorosamente pragmáticas": consumir de alimentos más saciantes, como los hidratos de carbono, para mitigar el hambre (el 60,4%), comprar alimentos más baratos (38,9%) y comer menos, reduciendo el tamaño de las raciones para extender la disponibilidad de alimento (34,3%) y/o saltándose comidas (38,9%).

Estas estrategias, reseña el documento, afectan principalmente a las personas adultas en buen estado de salud. Sin embargo, estas soluciones a menudo no son suficientes, se remarca. El 26,6% reserva el consumo de alimentos más saludables solo para algunos miembros del hogar, a menudo los más frágiles. Esto lleva a que el resto de los miembros consuman alimentos más baratos y saciantes.

Hogares monomarentales

Las soluciones son "aún más crudas" en hogares monomarentales, donde las madres se privan de alimentos nutritivos para asegurar que sus hijos tengan suficiente comida. Sin embargo, cantidad y saciedad no es lo mismo que calidad y adecuación alimentaria, precisa la organización humanitaria. Entre los alimentos más caros y, por tanto, sujetos a ciertas restricciones, se encuentran principalmente la fruta, el aceite de oliva, el pescado fresco y la carne de vacuno.

Además, se prescinde de los productos de marca comercial y se opta por los de marca blanca. También, "se lleva a cabo una cocina sana de elaboración casera de los alimentos y cocina de aprovechamiento. Sin embargo, a veces con esta se persigue el propósito erróneo de sustituir la ingesta de carne y pescado fresco por caldo elaborado en casa con la cocción de huesos y carcasas de pollo o de pescado. En general, son las mujeres las que emplean todo tipo de estrategias alimentarias", indica el documento.

Alimentos frescos

Otros datos relevantes: solo el 32,6% de los hogares cocina diariamente alimentos frescos. La situación de pobreza y la dependencia de fuentes externas para la provisión de alimentos juegan en contra a la hora de conseguir una alimentación saludable. Pese a que el 83,5% compra alimentos con sus propios ingresos, el 57,7% de estos hogares necesita complementar su dieta con donaciones externas.

En total, el 64% de los hogares atendidos obtiene sus alimentos principalmente de donaciones y ayudas externas, siendo Cruz Roja la principal fuente en un 43,4%; ya sea con packs de alimentos o con tarjetas monedero para su compra en supermercados. Además, cuando los ingresos vienen de la economía sumergida o la mendicidad, la dependencia de fuentes externas se eleva al 81,6%.

Becas comedor

En términos de seguridad alimentaria, no solo es importante qué se come, sino también cómo se come. El 55,7% de los hogares encuestados tiene niños. Un 93,8% de ellos se beneficia de becas de comedor que no solo alivian la carga económica de las familias, sino que también brindan la oportunidad de que sus hijos aprendan hábitos alimenticios variados y saludables, se subraya.

Solo el 49,5% de los hogares consume frutas y el 42,6% verduras hortalizas a diario (por debajo de lo recomendado)

Aunque el 65% de los hogares consume lácteos y derivados a diario y el 57,5% también cumple con la frecuencia recomendada en el consumo de hidratos de carbono, solo el 49,5% de los hogares consume frutas y el 42,6% verduras hortalizas a diario (por debajo de lo recomendado), lo que se debe en parte a las dificultades para incorporarlas en la dieta, especialmente entre hombres y menores

Las legumbres son más consumidas por las mujeres, quienes también tienden a consumir menos carne que otros miembros de la familia. Las mujeres distribuyen los alimentos y sus nutrientes considerando las necesidades individuales, priorizando a sus hijos.

Atún enlatado

Algunas mujeres sustituyen la carne con opciones como atún enlatado o una mayor cantidad de legumbres, aprovechando productos precocinados que reciben a través de programas de alimentos. Además, se concluye, la mayoría de los hogares tiene un consumo excesivo de alimentos poco saludables, como embutidos y fiambres (76,5%), dulces (66%) y refrescos azucarados (52,9%).

Los datos del informe se recogen de una muestra representativa de las personas que habían recibido en los 12 meses previos ayudas y prestaciones económicas de la entidad para alimentación, ropa y suministros del hogar o para educación escolar.