Renovables

Un corto relata el drama de los afectados por el plan fotovoltaico: "Es la mayor estafa de la democracia"

62.000 familias invirtieron en huertos solares pero las condiciones cambiaron sobre la marcha

El actor César Vea, cara visible de los afectados, es el director de la pieza audiovisual

César Vea, desnudo frente a las renovables. Es la portada del corto que se presenta en breve.

César Vea, desnudo frente a las renovables. Es la portada del corto que se presenta en breve. / Cedida

David López Frías

En esta historia hay de todo: protestas ante el Congreso de los Diputados, huelgas de hambre, desnudos, enfermedades, desahucios, suicidios, ruinas y disfraces de payaso. Podría parecer la trama de una película de terror, pero no. Es la (cruda) realidad de muchas de las 62.000 familias que invirtieron todos sus ahorros en las energías renovables y se quedaron prácticamente sin nada.

Parece, decíamos, un largometraje de terror. Pero algunos de los afectados lo han comprimido en un cortometraje de algo más de 15 minutos que verá la luz después de verano. Es el relato de un sueño que se tornó pesadilla. La de un grupo de españoles que decidió hacer caso al Gobierno allá por 2007 e invertir su dinero en huertos solares. Paneles de energía fotovoltaica con los que, además de contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente, ganarían algo de dinero a largo plazo (en 12 o 15 años). O eso les dijeron.

"El sol puede ser tuyo" era el eslogan con el que el ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero incitaba a la gente a invertir. Pero el proyecto resultó tan jugoso, que los bancos lo empezaron a vender como un producto financiero más. Cuando desde el Ministerio de Industria empezaron a echar cuentas, la suma de las inversiones era diez veces mayor de la prevista. Ahí decidieron cambiar las reglas del juego sobre la marcha.

Cambio de reglas

En 2010 empezaron los recortes. Se montaron muchos más megavatios de potencia de los estimados al principio. Se habían instalado muchas más plantas de las esperadas. El entonces responsable de la cartera de Industria, Miguel Sebastián, dijo que había que "racionalizar los costes de la tecnología" para justificar el recorte del 30% respecto a las primas prometidas a los inversores al principio. El PP, que mientras estuvo en la oposición prometió solucionar el problema, cuando llegó al poder decretó un tijeretazo aún mayor.

Porque el ejecutivo, en lugar de asumir su error de cálculo, culpabilizó a los inversores, que lo único que hicieron fue poner su dinero en un negocio promovido desde el mismísimo BOE. Pero el gobierno metió un recorte en el sistema de primas. Las subvenciones prometidas al principio ya no eran tales. Las promesas por escrito que convencieron a los inversores quedaron en papel mojado.

La cantidad que le iban a pagar a cada inversor por la energía conseguida iba a ser mucho menor que la estipulada de inicio. La gente que se había metido en este negocio y se había endeudado hasta las cejas con unas previsiones, ahora lo que tenía era un problema muy grande y una deuda aún mayor. Algo que muchos de ellos siguen teniendo.

El actor César Vea, durante una entrevista con este periódico a las puertas del Congreso.

El actor César Vea, durante una entrevista con este periódico a las puertas del Congreso. / ALBA VIGARAY

Ave César

Sin comerlo ni beberlo, los 62.000 inversores se encontraron con una realidad bien distinta a la que les habían prometido antes de endeudarse en los huertos solares. Especialmente 80 de esos 62.000. Fueron los que más dinero invirtieron. Y, por ende, los que más perdieron. Algunos se arruinaron. Habían vendido propiedades, negocios, hipotecado sus propiedades. Algunos enfermaron a causa de su situación. Lo perdieron todo. Hubo incluso algún caso de suicidio. La ruina. Y la posterior reacción.

Los afectados se agruparon para quejarse. Y la cara más visible de esos damnificados fue un rostro televisivo popular a principios de este siglo. Se trata del actor César Vea (La Rioja, 1966), que saltó a la fama interpretando a un profesor de instituto en la serie Compañeros. Él fue el primero en concretar acciones efectistas para llamar la atención de políticos y ciudadanía. Arrancó sus protestas en 2017 y no ha parado de idear nuevas iniciativas.

Vea se puso en huelga de hambre, acampó frente a la puerta del Congreso y en la sede del PSOE en Ferraz (Madrid), se reunió con todos los agentes implicados en el asunto, tanto en España como en Europa; se disfrazó y se desnudó. Nada de eso sirvió para que cambiase su realidad. Ahora recurre a su última bala. Como actor que es, ha decidido llevar su historia (y la de los principales afectados en este asunto) a la pantalla.

El cortometraje se titula Ave César, los que van a morir te saludan. Un juego de palabras con su nombre y la frase que se atribuye los presos de la antigua Roma que iban a ser ajusticiados en público luchando como gladiadores. Un cortometraje de casi 20 minutos que verá la luz después de verano y que recoge testimonios tanto de afectados como de políticos que participaron de algún modo en ese proceso.

El actor César Vea manifestándose frente al Congreso de los Diputados

El actor César Vea manifestándose frente al Congreso de los Diputados / Alba Vigaray

La enmienda

Desde el PP han intentado reparar a posteriori esa situación. Su portavoz de Energía, Juan Diego Requena, explica que "todo viene porque durante el gobierno socialista de Zapatero se plantearon, en un Real Decreto Ley de 2007, unas primas a las renovables muy por encima de lo que estaban generando. Eso derivó en un déficit que se intentó corregir con otro Real Decreto Ley de 2008, en el que se determinaba que sólo los que hubieran instalado ya sus huertos solares podrían acogerse a esas primas".

¿Cuál fue el problema? Requena cuenta que "había muchos inversores que ya se habían endeudado para entrar en ese mercado de primas, pero aún no se habían conectado. Para esa gente no se mantuvo la misma prima y les asignaron unas muy por debajo de lo establecido". Entre ellos el propio Vea. "Empezaron los recortes retroactivos. Pasamos a cobrar mucho menos de lo que nos prometieron al principio. Mucho menos de lo necesario para poder afrontar un gasto tan grande”, lamenta el actor.

Para corregir el problema, los populares presentaron una enmienda para solventar la situación en la que quedaron todos esos inversores que quedaron automáticamente fuera del sistema de primas, "pero, tras presentarla en el Congreso de los Diputados, hemos visto que el gobierno actual no le ha hecho ningún caso", resume Requena, que defiende que cuando gobernaba su partido "tuvo que hacer frente al déficit que había generado el gobierno socialista en este aspecto. Unos pagos para corregir aquella situación que son como unos pagos en diferido. Una especie de hipoteca que acabará de pagarse en 2027".

El Periódico de España se ha puesto en contacto con los responsables de Energía de los respectivos partidos políticos que se encuentran ahora mismo en el ejecutivo y preguntarles por dicha enmienda, pero tanto desde el PSOE como desde Sumar han declinado hacer declaraciones al respecto.

"Son 65.000 familias estafadas. Decenas de fondos extranjeros y 80 familias, incluida la mía, a las que nos arruinaron", concluye el actor, que sigue inmerso en dicha cruzada. El proyecto fotovoltaico, reconoce, le acabó cambiando la vida para mal. A él y a su hermano, que acabaron arruinados. Y sigue cada movimiento que se produce en este escenario, por pequeño que sea. Ya advirtió a Elon Musk, cuando el dueño de X comentó que España debería ser una potencia mundial en energía solar, de que no invirtiese en este tipo de proyectos en España, "porque te van a acabar robando".

Este corto no será la única novedad sobre el tema que se espera para después de verano. Este periódico ha sabido que Unidas Podemos y Esquerra van a solicitar una comisión de investigación, además de haber firmado una carta de apoyo junto a Bildu para que la ministra Teresa Ribera ponga en marcha una revisión administrativa de oficio.

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