Estudio científico

Las ciudades más verdes reducen las tasas de mortalidad de su población

Un estudio sugiere crear barrios sin coches y con más presencia de árboles para evitar muertes prematuras y favorecer el bienestar de sus habitantes

La intersección de Borrell con Consell de Cent, en Barcelona.

La intersección de Borrell con Consell de Cent, en Barcelona. / MANU MITRU

Valentina Raffio

Casi la mitad de la población europea vive en ciudades así que no es de extrañar que cada vez hay más estudios centrados en averiguar cómo crear entornos más sanos para los ciudadanos, más sostenibles con el planeta y, sobre todo, más resilientes ante los impactos climáticos. Un nuevo estudio liderado por el Instituto ISGlobal ha analizado casi mil urbes del continente europeo para averiguar cuáles son los modelos de ciudad más beneficiosos. Los resultados están llenos de matices pero, aun así, apuntan a una clara certeza: las ciudades más verdes reducen los niveles de contaminación atmosférica, amortiguan el impacto del calor urbano y rebajan las tasas de mortalidad de la población.

El trabajo, publicado en la prestigiosa revista 'The Lancet Planetary Health', se ha centrado en analizar la configuración de casi mil ciudades europeas en función, por ejemplo, de si eran más o menos compactas, su densidad de población y la presencia de espacios verdes. En cada caso también se analizaron variables como la huella de carbono de las urbes, los niveles de contaminación atmosférica, el impacto del calor urbano y las tasas de mortalidad de la población. Según apunta este análisis, las metrópolis con más espacios verdes y menor densidad de población son aquellas donde se registra menos tráfico, menos contaminación, menos extremos de calor y menos mortalidad. Es el caso, por ejemplo, de urbes como Helsinki, Rennes, Aarhus o Estocolmo.

El análisis de más de mil ciudades europeas concluye que los entornos más saludables destacan por una gran presencia de zonas verdes

Los expertos también destacan el potencial de ciudades compactas como Barcelona, Milán, París y Basilea, donde se dan altas densidades de población en espacios relativamente reducidos. Los análisis realizados apuntan a que la configuración de estas metrópolis permite crear espacios más "saludables y sostenibles" ya que, por ejemplo, facilita la movilidad a corta distancia, ya sea gracias a las redes de transporte público, los carriles para ciclistas y los recorridos peatonales. Aun así, la elevada concentración de tráfico rodado, los altos niveles de polución atmosférica, el impacto del efecto isla de calor urbano y la escasez de espacios verdes en gran parte de las metrópolis europeas de este estilo suponen un "importante reto" de cara a convertirlas en espacios realmente sostenibles tanto para las personas como para el planeta.

Posibles soluciones

¿Entonces qué podemos hacer para garantizar que las ciudades en las que vivimos sean más sostenibles y saludables? Pues bien, según explica el investigador Mark Nieuwenhuijsen, responsable del programa de clima y salud Urbana de ISGlobal y autor principal de este estudio, "no existe una solución única para todas las ciudades" pero sí algunas fórmulas que, tal y como muestra este análisis, pueden ayudar a crear espacios más saludables. "Cada ciudad debe realizar estudios específicos basados en sus propias características y diseñar una solución ad hoc para encontrar el modelo óptimo en términos de salud, calidad ambiental y huella de carbono", comenta el especialista tras analizar los datos de cientos de ciudades europeas.

"Cada ciudad debe realizar estudios específicos basados en sus propias características y diseñar una solución ad hoc para encontrar el modelo óptimo"

Las recetas planteadas en este trabajo para crear ciudades más sostenibles pasan por dos líneas de actuación. Por un lado, los expertos piden "reducir la dependencia del coche" así como tomar medidas para minimizar los niveles de contaminación atmosférica. Por ejemplo, con la creación de "barrios de bajo tráfico o sin coches". Por otro lado, los especialistas sugieren implementar medidas que faciliten la accesibilidad a pie y las oportunidades de interacción social en los barrios. También se reclama la aplicación de "soluciones innovadoras" como las supermanzanas y otras "soluciones basadas en la naturaleza" como la plantación de árboles y la construcción de tejados y fachadas verdes.

"Hablar de ciudades sostenibles no es hablar de utopías. Ya existen muchísimos ejemplos de cosas que se están haciendo y que están funcionando para amortiguar los efectos de la crisis climática en las ciudades", explicó el divulgador ambiental Javier Peña, creador de la plataforma 'Hope towns', en el último especial sobre ciudades sostenibles elaborado por EL PERIÓDICO, del mismo grupo editorial. Son muchos los estudios que señalan los beneficios de acciones como crear espacios verdes, promover la movilidad sostenible, fomentar los recursos circulares. "No existe una única receta para crear ciudades más sostenibles pero sí un inventario de soluciones a pequeña y gran escala con un potencial revolucionario", añadió en este sentido Peña.