Nuevo hito

China aterriza en la cara oculta de la Luna para extraer muestras por primera vez en la historia

La sonda Chang’e-6 recogerá "polvo y rocas lunares" de la superficie y el subsuelo del satélite, pero la agencia espacial del país asiático anuncia que también realizará "otros experimentos"

El Rover Yutu 2 visto desde la sonda Chang'e 4, precedesora de la Chang'e 6, en la cara oculta de la Luna en 2019.

El Rover Yutu 2 visto desde la sonda Chang'e 4, precedesora de la Chang'e 6, en la cara oculta de la Luna en 2019. / CLEP

Alexandra Costa

El interés por la Luna languideció durante décadas, pero la carrera espacial vuelve a tener entre ceja y ceja la reconquista del satélite de la Tierra. El objetivo va más allá de volver a poner un pie sobre su superficie: su subsuelo es rico en minerales y agua helada, y el astro puede ser una estación de tránsito hacia Marte y otros cuerpos celestes. De ahí que, a grandes rasgos, quien se haga con todo ello, gana. A diferencia de 1969, en esta nueva pugna no solo están Estados Unidos y Rusia, sino otras potencias astronáuticas. Y el nuevo hito en la exploración espacial se lo ha llevado China: ha alunizado en la cara oculta de la Luna para extraer muestras por primera vez en la historia.

La sonda Chang'e-6 se ha posado este domingo en la segunda y desconocida mitad de la Luna. Lo ha hecho en la inmensa Cuenca Aitken, uno de los cráteres más grandes del satélite: tiene 2.500 kilómetros de diámetro y una profundidad de 12.000 metros. Durante dos días, recogerá "polvo y rocas lunares", ha indicado la Agencia Espacial de China (CNSA), que también ha anunciado que realizará "otros experimentos" en su cercanía, aunque no ha dado más detalles al respecto.

El artefacto empleará dos métodos de recolección: un taladro para recoger muestras bajo la superficie y un brazo robótico para tomar muestras sobre ella, ha explicado la CNSA. Posteriormente, deberá intentar un lanzamiento sin precedentes desde el lado oscuro de la Luna hacia la Tierra.

La zona escogida para extraer las muestras responde a una cuestión científica: la cara oculta —se llama así porque no es observable desde la Tierra, pero recibe más luz que la cara que sí se ve— tiene gran potencial para las investigaciones porque sus cráteres están menos cubiertos por los antiguos flujos de lava del lado visible.

¿Qué pueden revelar esas muestras?

El material recolectado puede brindar, entre otras cosas, información sobre cómo se formó la Luna. En este sentido, se sabe que es el resultado del impacto de un protoplaneta llamado Tea contra la Tirra hace 4.460 millones de años, por lo que buena parte de su composición química es muy parecida a la de la corteza terrestre. Por otro lado, parte de lo que la misión pretende aclarar es la presencia de agua congelada en esa mitad del astro.

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