ALERTA DE LOS FARMACÉUTICOS

Cerca del 5% de los accidentes en carretera en España están relacionados con la medicación

Algunos de los efectos asociados a fármacos como antigripales, ansiolíticos, antidepresivos o analgésicos pueden ser somnolencia, reducción de los reflejos, visión borrosa o mareos

Accidente de coche.

Accidente de coche. / BOMBEROS DIPUTACIÓN DE GRANADA

Nieves Salinas

Cerca del 5% de los accidentes en carretera en España están relacionados con la medicación. Algunos de los efectos asociados a fármacos como antigripales, ansiolíticos, antidepresivos o analgésicos pueden ser somnolencia, reducción de los reflejos, visión borrosa o mareos. Lo recuerda el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCGF) de cara a los millones de desplazamientos que se esperan para los próximos días, con motivo del 'puente de agosto'.

El Consejo General señala que hasta 5.400 presentaciones comercializadas y dispensables en las farmacias comunitarias pueden generar efectos o interacciones que influyen sobre la capacidad de conducción. En el ámbito hospitalario, apunta que algunos de los tratamientos que los pacientes reciben también pueden afectar esa capacidad. Además, el CGCGF cita diversos estudios según los que un 17% de los conductores conduce bajo tratamiento farmacológico, y, entre ellos, hasta tres de cada cuatro reconoce no tener información suficiente sobre el efecto de su medicación.

Alerta en el envase

Según datos de BOT PLUS, la base de datos de medicamentos del Consejo General de Farmacéuticos, prácticamente el 36% de las presentaciones de medicamentos disponibles en el arsenal terapéutico incluye en su envase un pictograma -un triángulo rojo con un coche negro en el interior sobre fondo blanco- que alerta sobre su posible interacción con la conducción.

Las presentaciones que lo contienen pueden influir en la conducción de diversas maneras, ya sea produciendo un efecto terapéutico contraindicado en caso de conducir, o como consecuencia de un determinado efecto adverso.

Sensación de relajación

Somnolencia, reducción de reflejos, sensación de relajación y aumento del tiempo de reacción son algunos de los efectos de los medicamentos que pueden interferir con la conducción. También pueden afectar a la percepción de las distancias y provocar alteraciones visuales o auditivas.

Un hombre organiza sus medicamentos.

Un hombre organiza sus medicamentos. / EPE

El Consejo cita los grupos de medicamentos con mayor efecto en la conducción. Están los hipnóticos: usados para tratar trastornos de sueño como el insomnio: por ejemplo, medicamentos con melatonina, doxilamina o zolpidem; los ansiolíticos: usados para tratar la ansiedad o incluso también en ciertos casos de insomnio: benzodiazepinas como bromazepam. lorazepam o diazepam o los antidepresivos: como amitriptilina o fluoxetina, y similares.

Alergias primaverales

También interfieren los fármacos usados en el tratamiento de gripe o catarros: como clorfenamina o dextrometorfano; algunos analgésicos: usados para abordar el dolor, como los opioides; fármacos antialérgicos o antihistamínicos: usados, por ejemplo, frente a las alergias primaverales, como ketotifeno o dexclorfeniramina; antiepilépticos: como valproato o carbamazepina, entre otros; medicamentos usados para tratar el párkinson: como levodopa o apomorfina o frente a trastornos psicóticos (por ejemplo, el trastorno bipolar o la esquizofrenia): como olanzapina o quetiapina.

Los farmacéuticos, sin embargo, precisan: en el caso de las personas bajo tratamiento, los medicamentos no siempre producen un efecto negativo en la conducción. Si está bien tomado, permite controlar la patología y mejorar la capacidad del paciente al conducir, recuerda. Citan el ejemplo de los antiepilépticos que facilitan el manejo de la enfermedad, aunque si no está controlada y el afectado ha tenido alguna crisis epiléptica durante el último año, no podría conducir.

Aconsejan evitar conducir al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual

Para controlar los posibles efectos adversos y riesgos en la carretera, aconsejan evitar conducir al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual.

También tener especial precaución con la administración conjunta de varios medicamentos, por el riesgo de que puedan interaccionar entre sí y provocar determinadas alteraciones en nuestra salud, y por supuesto, no consumir alcohol. Asimismo, concluyen, hay medicamentos que incluyen alcohol en su composición, por lo que es recomendable consultar el prospecto para saber su contenido total.