Aventura espacial

Atrapados 'sine die' en el espacio: esta es la historia de dos astronautas no saben cuándo volverán a la Tierra

Un fallo en el primer vuelo de la nave Starliner de Boeing deja varados a dos 'veteranos del espacio' en la Estación Espacial Internacional

Los astronautas Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams hablan desde la Estación Espacial Internacional.

Los astronautas Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams hablan desde la Estación Espacial Internacional. / AP

Valentina Raffio

Esta debía ser la historia de un viaje 'exprés' al espacio. De una excursión de poco más de una semanita a unos 400 kilómetros de altura. De una aventura espacial que, dentro de lo espectacular que supone todo lo relacionado con este mundo, debía ser bastante rutinaria. Pero las cosas no siempre funcionan como uno había previsto y esta historia se ha acabado torciendo y se ha convertido en un 'thriller' digno de Hollywood. Los astronautas estadounidenses Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams salieron de la Tierra el pasado 5 de junio a bordo de la primera misión espacial de Boeing y se dirigieron a una escueta misión de tan solo ocho días rumbo a la Estación Espacial Internacional. Un repentino fallo en la nave Starliner los ha dejado varados en el espacio. Y ahora, tras más de un mes allí, los astronautas se han visto obligados a alargar su estancia 'sine die'. 

El viaje de 'Butch' y 'Suni' es el primero que se realiza con la nave Starliner desarrollada por Boeing. El proyecto acumulaba casi una década de retrasos debido, por ejemplo, a varios problemas de 'software' y en los sistemas de propulsión de la aeronave. En los primeros vuelos de prueba, realizados entre 2019 y 2022, ya se detectaron varios fallos relacionados con las herramientas que permiten el movimiento de la nave. Pero tras meses de revisiones y varios cambios sustanciales, todo apuntaba a que el grueso de estos problemas técnicos se habían solucionado y que, por lo tanto, la nave era viable y segura para mandar astronautas al espacio. Concretamente, a la emblemática Estación Espacial Internacional.

La primera nave espacial de Boeing acumuló casi una década de retraso por problemas técnicos, fallos en los propulsores y un mal funcionamiento del 'software'

Para el esperado estreno de la Starliner se escogieron dos astronautas veteranos, 'Butch' y 'Suni'. Ambos son pilotos experimentos en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que, además, pueden presumir de al menos dos viajes por cabeza a la gran plataforma espacial situada a cientos de kilómetros sobre la superficie terrestre. En los últimos años, han sido muchas las misiones espaciales que se han estrenado presumiendo de rostros conocidos y mediáticos como, por ejemplo, el magnate Jeff Bezos en el primer vuelo espacial de Blue Origin. Pero en este caso, la elección de un perfil de astronautas más experimentados demuestra que Boeing quería ir sobre lo seguro. Querían, como es lógico, una primera misión impecable que sentara las bases para decenas de vuelos más. Pero el destino les tenía deparado algo distinto.

Errores, fugas y fallos

'Butch' y 'Suni' despegaron a bordo de Starliner desde la base espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, el pasado 5 de junio. Tras una jornada de viaje espacial, el día 6, llegaron a la Estación Espacial Internacional. Durante una semana, los astronautas enfocaron su estancia a realizar todo tipo de experimentos científicos. Por un lado, para estudiar cómo se comportaban ciertos fenómenos en condiciones de micrograveradad. Y por otro lado, aprovechando el momento, para realizar trabajos de observación de la Tierra. Todo fue según lo planeado hasta que alrededor del día 12 de ese mismo mes, justo cuando debían iniciar su retorno a la Tierra, un 'chequeo' rutinario de la nave espacial desveló unas anomalías preocupantes. Fue entonces cuando su aventura se complicó.

"Queremos seguir trabajando hasta tener la confianza de que hemos solucionado el problema y que los astronautas puedan volver a casa con total seguridad"

Según han explicado técnicos de Boeing y de NASA en una rueda de prensa conjunta, la nave Starliner sufre varios fallos en los sistemas de propulsión así como distintas fugas en distintos puntos. Los responsables de la misión aseguran que ya se han realizado varias reparaciones y que, paralelamente, se están realizando todas las pruebas posibles para entender lo ocurrido y dar con la solución más eficaz y segura cuanto antes. Aun así, tras un mes de retraso, parece que los problemas aún no se han solucionado del todo y no está claro cuándo se logrará. "Queremos seguir trabajando hasta tener la confianza de que hemos solucionado el problema y que los astronautas puedan volver a casa con total seguridad", explicó hace unos días Steve Stich, director del programa de vuelos comerciales tripulados de la NASA, en una comparecencia.

Optimismo a bordo

La buena noticia es que, pese a todo, los astronautas afirman estar contentos durante su estancia en la Estación Espacial Internacional y que, por el momento, no les preocupa no tener fecha de regreso. Sobre todo sabiendo que tienen suficientes alimentos y suministros para subsistir sin problema y que, además, pueden seguir trabajando tanto en sus experimentos científicos como en otras tareas espaciales y de manteamiento de la estación. "Sienta bien estar flotando por aquí. Tanto 'Butch' como yo ya lo habíamos hecho otra veces. Para nosotros es como volver a casa. No nos importa quedarnos aquí unos cuantos días más", comentó hace unos días 'Suni' para quitarle hierro al asunto y tranquilizar a todos aquellos que pudieran preocuparse por su situación.

Los astronautas afirman que están bien y que, si todo va bien, intentarán realizar el primer intento de descenso a finales de julio

Los responsables de esta misión afirman que, por el momento, la reparación de la Starliner y las pruebas técnicas se alargaran unas semanas más. Los pronósticos más optimistas apuntan a que hacia finales de julio se volverá a estudiar la situación y se intentará realizar el primer intento de descenso. Aunque aún no está claro si se logrará. La aventura continua, por ahora, 'sine die'.

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