Jorge Vilda, nuevo entrenador de la selección de Marruecos femenina

El exseleccionador español ha llegado a un acuerdo con la federación marroquí

Vilda se convierte así en el nuevo entrenador del combinado femenino de Marruecos

Jorge Vilda y Rubén Rivera niegan haber presionado a Jenni Hermoso

Jorge Vilda y Rubén Rivera niegan haber presionado a Jenni Hermoso /

SPORT.es

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Jorge Vilda volverá a ser dueño de un banquillo antes de lo previsto. Según la última información del medio THT Marrocco, el exseleccionador español femenino ha llegado a un acuerdo con la federación marroquí para hacerse con las riendas del proyecto femenino del país.

Vilda, que se proclamó campeón del mundo con España en el pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda, fue cesado del cargo por la nueva directiva de la RFEF tras el escándalo de Luis Rubiales el pasado 5 de octubre.

Pese a que durante el conflicto Vilda lanzó un comunicado desmarcandase de la actitud del expresidente, su fuerte relación con la anterior cúpula de la federación y los roces con el grupo hicieron que Pedro Rocha tomara la decisión de destituirle tras comunicárselo en una reunión.

PROYECTO MARRUECOS

Con la incorporación de Vilda, la selección femenina de Marruecos espera dar el siguiente paso en su evolución tras su participar en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. En ese torneo, la selección marroquí compitió por primera vez en su historia y alcanzó los octavos de final dando la sorpresa en la fase de grupos, donde eliminó a Alemania.

CASO RUBIALES - HERMOSO

Vilda, bajo investigación por un supuesto delito de coacciones a Jennifer Hermoso, fue mencionado por la propia jugadora durante su declaración ante la Fiscalía que desencadenó la presentación de la querella. Esta querella inicialmente se dirigía contra Rubiales, pero ahora también afecta al exseleccionador, a Albert Luque y Rubén Rivera.

Hermoso declaró que Vilda habría intentado abordar a su hermano hasta en tres ocasiones en el avión de regreso a España y que a la tercera lo logró. El técnico, no obstante, habría negado presiones ni que siguiera instrucciones de Rubiales para hacer cambiar de opinión a la jugadora.