Desvelado el discurso que Luis Rubiales se negó a leer

El discurso tenía como objetivo abordar las cuestiones que rodeaban a Luis Rubiales y su gestión en la RFEF

Se negó y optó por una defensa más enérgica de su posición, lo que incluyó declaraciones como "No dimito"

Rubiales: "No voy a dimitir"

Rubiales: "No voy a dimitir" / RFEF

SPORT.es

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El diario EL MUNDO ha revelado el discurso que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se negó a leer durante la Asamblea. Este discurso, escrito por Luis Arroyo, un asesor externo contratado por la RFEF aproximadamente hace un año, abordaba temas delicados, incluida la posibilidad de la dimisión de Rubiales en un párrafo.

El discurso tenía como objetivo abordar las cuestiones que rodeaban a Luis Rubiales y su gestión en la RFEF, especialmente después del controvertido incidente del chalé de Salobreña. El presidente de la RFEF había enfrentado críticas y controversias en ese momento, y se buscaba mejorar su imagen ante la opinión pública y la comunidad futbolística.

En el discurso, Rubiales contemplaba la idea de dimitir en un párrafo específico. Sin embargo, durante la Asamblea, el presidente de la RFEF se negó a leer este discurso y optó por una defensa más enérgica de su posición, lo que incluyó declaraciones como "No dimito" para enfrentar lo que él describió como un "asesinato social".

El discurso revelado arroja luz sobre los momentos previos a la Asamblea de la RFEF y los dilemas a los que se enfrentaba Rubiales en ese momento. El presidente optó por enfrentar directamente las críticas en lugar de considerar la posibilidad de dimitir.

La revelación de este discurso proporciona una perspectiva interesante sobre la situación en la RFEF en ese momento y las decisiones tomadas por su presidente. Las controversias y las tensiones en torno al liderazgo de Rubiales siguen siendo temas de interés en el mundo del fútbol en España.

Discurso revelado:

"Siento mucho, desde de lo más profundo de mi corazón, haber empañado esa enorme victoria de nuestro equipo femenino (...) El primer error fue traspasar los límites de la confianza con la jugadora Jenni Hermoso. Ella sabe que no hubo mala intención, pero es evidente que lo que pretendía ser un gesto de alegría y felicitación se convirtió en un símbolo de dominio de un hombre en una posición de poder - yo mismo - sobre una mujer. Soy imperfecto, por supuesto, pero me tengo por un ciudadano respetuoso y jamás he aceptado gestos de violencia ni de dominio sobre ninguna mujer. El segundo error fue negar inicialmente la gravedad con que muchos apreciaron mi gesto, y calificar con algunos insultos a los que lo criticaron.

Tras muchas horas de viaje, precisamente con las jugadoras y los técnicos de la Federación, no supe apreciar la sensibilidad social del momento. Ese fue el segundo error, sin paliativos. El tercero consistió en no apreciar tampoco al día siguiente lo inadecuado de mi comportamiento, y poner matices y excusas. Debí decir entonces lo que digo ahora con tres palabras: lo siento. Perdón (...). Estoy completamente convencido de que no hay acto punible en mi conducta y así lo constataré si se me requiere. Pero es evidente que mi comportamiento fue inadecuado y reitero mis disculpas. Estoy a disposición del Área de Integridad de la Federación, que ha abierto ya diligencias internas".