Eurocopa (final): Berlín vivirá una batalla entre la necesidad de Inglaterra y la excelencia de España

España está a un paso de ganar la Eurocopa y de auparse a lo más del podio histórico del torneo, conquistando su cuarto título, algo que no ha logrado ninguna selección. Y lo haría de la manera más deslumbrante posible, laminando a un póquer de campeonas del mundo (Italia, Alemania, Francia e Inglaterra) con su exuberancia ofensiva y su suficiencia defensiva.

No lo tendrá fácil porque enfrente emerge la Inglaterra de Southgate, el Deschamps inglés, perpetuamente criticado por el juego rácano de su selección mientras la coloca en semifinales y finales de los grandes torneos. En su equipo conviven dos buenas generaciones, con jugadores contrastados como Kane, Stones o Walker, y talentos fascinantes como Foden, Bellingham o Saka. Una selección que ya llegó a la final de la pasada Eurocopa, donde perdió en la tanda de penaltis ante Italia.

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Inglaterra es, o intenta serlo, una Francia con británicas maneras. Un equipo físico que minimiza riesgos en defensa y libera a sus estrellas en ataque para ganar los partidos. Los ‘pross’, que han cerrado atrás con tres centrales, y parece que apostarán por una línea de cuatro finalmente, presentan un doble pivote con Rice, más oficio que otra cosa, y un Mainoo que mejora algo el experimento de Alexander-Arnold. Una medular sin automatismos que debería sufrir ante dos centrocampistas sustantivos como Rodri y Fabián.

Arriba tiene pegada, pero no química. Foden y Bellingham se estorban y el del Madrid se empeña en bajar a por el balón, momento en que se confirma está lejos de poder suplir Kroos, por más que él esté convencido de lo contrario. Kane sufre sin recibir balones en ventaja ni centros por delante de la defensa. Y Foden no es el del City porque allí decide en zonas calientes y aquí le toca pensar en zonas frías. Pero dicho esto, un chispazo de Saka, una llegada de Jude, un pase de Foden o un remate de Kane pueden mandarte a a la lona en cualquier momento.

La ansiedad inglesa

Sin embargo, la gran diferencia de esta final es que mientras Inglaterra necesita ganar, España ‘solo’ quiere ganar. Eso lo condiciona todo. Los ingleses no han ganado nunca la Eurocopa y la presión es enorme. España, que va a por la cuarta, cumplió tumbando a Alemania en cuartos y eso le permitió convertir la presión en ilusión. Además, esta Inglaterra voluntariosa y destartalada es el rival perfecto para que Rodri, Fabián, Olmo, Lamine y Nico generan superioridad entre líneas con la aparición continua del “tercer hombre”. Un duelo desigual entre una Inglaterra vigorosa, pero de futbolín, por su falta de automatismos y fluidez coral, y una España de Subbuteo que juega leyendo lo que tiene delante y adaptándose al partido.

El seleccionador inglés, Gareth Southgate, avisó del buen momento anímico de los suyos: "El equipo ha mejorado en las últimas semanas, han demostrado carácter y por eso estamos aquí. Tenemos a todos los jugadores disponibles y eso no es habitual". Mientras, el capitán Harry Kane recordaba la pasada final que perdieron ante Italia en los penaltis en Wembley: "Ha sido un largo viaje desde aquella final contra Italia hasta llegar aquí, así que creo que tenemos todo el crédito a la hora de afrontar este partido. Sé lo que puede significar para mí y sé lo que puede significar para el país ganar esta final . Estamos muy excitados por tener otra vez la oportunidad de jugar una final y ganar la Eurocopa". El delantero terminó elogiando a Lamine, que este sábado cumplía 17 años: "Es un jugador fantástico y que esté con 17 años en una final es increíble. Es un chico que no tiene miedo, que se mueve con libertad y al que le gusta desafiar a su marcador. Tendremos cuidado con él".

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Luis de la Fuente, a pregunta de PRENSA IBÉRICA, habló del partido que espera ante Inglaterra: "Estamos muy felices y muy ilusionados. El partido que esperamos es una final, es muy complicado porque nos enfrentamos dos grandísimas selecciones, las mejores. Por eso estamos en la final. Creo que la final la van a decidir los detalles, quien menos detalles cometa ganará. Estamos muy concentrados y el equipo está en un momento excepcional. Mañana no hay futuro, solo presente. Si no somos reconocibles, será difícil que ganemos. Debemos ser nosotros". 

Además, la España de De la Fuente asume con naturalidad que los partidos se pueden perder (pero nunca sin dejar de competir), y eso la hace peligrosa. Inglaterra, que no gana nada desde 1966 por culpa, entre otros, de varios de los exfutbolistas que comentan en las televisiones atacando furibundamente a Southgate, tiene asumido que solo puede ganar. Y si no lo hace será una tragedia, lo que la hace más inestable. Los de De la Fuente saben que habrá curvas, como ante Georgia y Francia, pero con paciencia y fútbol pueden solventarlas. Los de Southgate se envolverán en la bandera y se abrazarán a la épica. Para ellos será mucho más que fútbol, para los nuestros también es mucho, pero, sobre todo, es fútbol.