España se toma la revancha a Italia

Derrotada hace un año en las semifinales por Italia, España se tomó la revancha en la prórroga en la misma ronda y en su mejor jugada de todo el partido, casi su única ocasión hasta entonces, en el minuto 100, cuando la conexión entre David Mella y Julio Díaz desembocó en el pase al área para el remate ganador de Pol Fortuny y para poner rumbo a la final del Campeonato de Europa sub-19, en el que se medirá a Francia o Ucrania.

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Realmente, apenas dispuso de más oportunidades en todo el duelo el conjunto español, que soportó algún tramo más difícil contra la ofensiva de Italia, tampoco nada constante, y que venció por pegada; la cualidad más concluyente del fútbol, también en las categorías inferiores, con dos equipos que se movieron entre la igualdad y las imprecisiones. España vuelve a la final un lustro después. En 2019 se proclamó campeona. Suma ocho títulos.

A la final después de la prórroga

Aún perdonó Dani Rodríguez, incluso, el 0-2 en el primer tiempo de la prórroga. Y Jesús Rodríguez también en la segunda parte. Pero antes no fue así el encuentro: España defendió bastante mejor de lo que atacó. Y terminó mucho mejor de lo que empezó.

Hasta entonces, Italia fue más consistente, más posesiva, más ambiciosa. España, replegada, a la espera del contragolpe, también de lo que fuera capaz de crear su rival, aguardó más en su territorio, encomendado a la velocidad de Dani Rodríguez, protagonista de la primera ocasión con un tiro muy centrado, o de la inspiración de Iker Bravo, que remató alto al borde del descanso.

De sus botas, de sus movimientos, surgieron las esporádicas aproximaciones ofensiva de la selección española, a la que Italia contuvo y echó hacia atrás, pasito a pasito, pase a pase, sector a sector, una vez superado el tramo inicial con muchas más fricciones que fútbol, con más segundas jugadas que controles, con más intervenciones arbitrales que juego.

El primer lanzamiento de falta de Pafundi, el técnico atacante de 19 años del Udinese, cuya habilidad fue lo más brillante y estético de la semifinal. Siempre parecía que podía ocurrir algo en sus giros, en su regates, en sus quiebros, aunque generalmente terminó en nada, sin apenas sustos para Raúl Jiménez, hasta el tiro de Camarda o hasta el derechazo desde fuera del área de Di Maggio al que se estiró con la mano izquierda el guardameta.

Nervios en el tiempo extra

Ya era entonces un momento algo comprometido para España. Ni llegaba en torneo al área contraria, pero ni siquiera atravesaba el medio campo en alguna jugada combinada, inofensivo durante todo el segundo tiempo más allá de alguna acción aislada de Iker Bravo o algún remate a balón parado, nada inquietante para Marin, el portero italiano, rumbo a la inevitable prórroga, que tampoco logró esquivar la volea defectuosa de Di Maggio.

El desconcierto de España fue evidente en el inicio del tiempo extra. Quizá los nervios, quizá la presión, el caso es que se expuso al gol en contra en los primeros instantes. Primero en un error en la salida del balón de Raúl Jiménez, que entregó la ocasión a Pafundi. Golpeó por encima del guardameta y ya casi celebraba el gol cuando se dio cuenta de que se fue por unos centímetros fuera por el lateral izquierdo. Después con una concesión defensiva.

Reclamaba a gritos Yarek, con aspavientos, la reacción de la selección española, que resurgió, no permitió nada más a su adversario y, de repente, conectó con su mejor jugada en ataque. El pase de David Mella al desmarque por la banda izquierda de Julio Díaz, su centro al área y el remate certero de Pol Fortuny. El gol de la victoria. España, a la final, con inquietudes finales, como un remate fallido de Zeroli.

Ficha técnica:

0 - Italia: Marin; Mannini (Romano, m. 106), Mane, Chiarodia, Bartesaghi; Ciammaglichella (Magni, n. 71), Lipani (Harder, m. 71), Di Maggio; Zeroli; Pafundi, Camarda (Ebone, m. 85).

1 - España: Raúl Jiménez; Perea, Simo Keddari, Yarek, Julio Díaz; Dani Rodríguez (Jesús Rodríguez, m. 85), Gerard Hernández (Mella, m. 55), Chema Andrés, Diao (Fortuny, m. 55); Rayane Belid (Senhadji, m. 101), Iker Bravo.

Gol: 0-1, m. 100: Fortuny.

Árbitro: Marian Barbu (Rumanía). Amonestó con tarjeta amarilla a los italianos Camarda (m. 10), Lipani (m. 69), Mannini (m. 91+) y Romano (m. 114) y al español Pol Fortuny (m. 81).

Incidencias: partido correspondiente a las semifinales del Campeonato de Europa sub-19, disputado en Windsor Park, en Belfast, ante unos 2.000 espectadores.