España cierra el curso con la ilusión del regreso de Ansu

Con aire de final de curso, con la apremiante necesidad de ganar y con un aliciente extra, la posibilidad de volver a ver como internacional a Ansu Fati: así afronta la selección española el cuarto y último partido de este tramo de Nations League, ante la República Checa en el estadio La Rosaleda de Málaga (20.45 horas). 

El ‘10’ del Barça no juega con España desde noviembre de 2020. En medio, un via crucis de lesiones que han impedido al explosivo delantero azulgrana tener continuidad y codearse con los mejores del mundo. Verlo jugar esta tarde con España equivaldría a comprobar que Ansu ha vuelto de verdad, sin matices ni miedo a una posible recaída. 

Luis Enrique, que incluso presumió con orgullo de haber convocado a Ansu en cuanto el jugador empezó a despuntar, dejó abiertos los tres escenarios posibles.

Luis Enrique, optimista

“Después de ver su nivel, soy optimista”, admitió el seleccionador. “La lesión forma parte del pasado y estará a disposición, por lo tanto podría ser titular, salir luego desde el banquillo o no jugar”.

El seleccionador también recordó que desde su regreso, Ansu solo ha tenido momentos puntuales en el Barça -aún no como titular por lo que volvió a pedir calma.  “No hay que tener prisa, Ansu viene de un año muy difícil, en el que ha superado una lesión. Para jugar hay que estar en los ritmos necesarios y haremos lo que creamos que es mejor para el jugador”, añadió. 

La exigencia de ganar y convencer

Más allá de la figura del joven atacante del Barça, España llega al último partido de la ventana de Nations obligada por la exigencia del grupo -Portugal lidera con 7 puntos, España tiene 5- y con la intención de ganar y a ser posible, convenciendo.

Después de firmar sendos empates y una sufrida victoria, el partido aparece en el calendario como el escenario ideal para cerrar la temporada, antes de las vacaciones, cuajando un partido completo, con un juego que despeje dudas y sobre todo, sumando los tres puntos: cualquier otro resultado dejaría ya a la selección prácticamente sin opciones de ser primera de grupo, la única plaza que da acceso a la Final Four de la competición.

90 minutos y vacaciones

Una temporada tan intensa como agotadora, que ha deparado a los jugadores de la selección un sinfín de emociones (euforia para los madridistas, decepción para casi todos los demás, salvo los que han podido celebrar algún título, como Rodri, Olmo o Sarabia) baja el telón esta tarde en Málaga. 

Ambientazo asegurado

El ambiente festivo está asegurado porque las entradas se agotaron en cuestión de horas: La Rosaleda se llenará con 30.000 espectadores. Como ocurrió en La Coruña a finales de marzo, las ciudades que no tienen equipo en Primera suelen volcarse más con la selección. Málaga no será una excepción. Será la décima visita de la selección a la capital de la Costa del Sol. En las cuatro anteriores, España ganó y sin encajar ni un solo gol. 

En el plano puramente futbolístico, España asume el reto de ganar y sobre todo, de despejar algunas dudas, sobre todo en la solidez defensiva: los rivales le han hecho daño con poco, aunque Luis Enrique ya advirtió en la previa de que el fútbol moderno no permite goleadas ni grandes diferencias. “Quien piense que vamos a arrasar en cada partido es que no conoce el fútbol moderno”, dijo el seleccionador. 

Cada vez más cerca de Catar

Con el Mundial cada vez más cerca, importarán tanto los puntos de la Nations como dejar la sensación de que la selección es un equipo con poso, competitivo y con recursos, fresco de piernas y de mente.

Después del choque de esta noche, ya solo quedarán dos partidos antes de embarar hacia el Mundial, por lo que cada minuto sobre el césped será una reválida. En muchos puestos, la competencia por la titularidad es feroz. Luis Enrique ha logrado que los jugadores acudan a cada convocatoria con hambre, dispuestos a ganarse un puesto y en el Mundial. 

Virtudes y defectos

España es un equipo joven y como tal, con virtudes y defectos. Y da la sensación de que a Luis Enrique siempre se le subrayan más los defectos, pero pocos aplauden sus virtudes: la selección sabe a lo que juega, tiene un estilo, compite y tiene una vocación ofensiva irrenunciable. También es irrenunciable el compromiso. El grupo tiene la ocasión de volver a demostrarlo en la despedida del curso de Málaga.