Toda la verdad sobre la campaña contra Gavi

Gavi se ha convertido en un emblema del Barça en muy poco tiempo. Es un ídolo para los culés, y también para los seguidores de la selección española, sobre todo los más jóvenes. El jugador centró la atención, sobre todo en la concentración en Las Rozas y en Málaga, donde fue reclamado de forma masiva.

En las puertas del hotel malagueño se agolparon muchos y muchas adolescentes para intentar acercarse a Gavi. Sin Pedri en la concentración, Gavi era el jugador por lo que la afición más suspiraba. Su espíritu de lucha, ganas y dedicación que pone en el campo engancha, además de la empatía que tiene con aficionados cercanos a su generación.

Eso hizo que fuera uno de los elegidos por la Federación para que firmara autógrafos a los aficionados en el hotel de concentración. El jugador, sin embargo, se sentía algo fatigado y pidió si podía ser relevado y ya atendería en la próxima ocasión. Olmo lo sustituyó y, pese a todo, Gavi acabó bajando para firmar.

De esta simple anécdota se ha hinchado un globo desde la capital, llegando incluso a poner en duda el comportamiento de Gavi en la Roja. Fuentes consultadas por SPORT, confirmaron que no hubo problemas de convivencia con Gavi. Ni mucho menos. Por ejemplo, un madridista con tablas y la cabeza bien amueblada como Nacho lo calificó de "un buen chaval".

Gavimania

Gavi estuvo al lado de la afición y ya se vio en el primer día de entrenamiento en Madrid, donde se dirigió a las gradas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para firmar autógrafos y hacerse fotos. Una 'gavimanía' desatada en la capital justo después de un clásico muy caliente con él de protagonista por un encontronazo con Dani Ceballos.

El propio Luis de la Fuente, quien no lo tuvo en la sub'21, lo recibió con un sentido abrazo y, tal como explicó en rueda de prensa, le dio algunos consejos como que controlara a veces su ímpetu "para no ver pronto una tarjeta amarilla". Un comentario futbolístico que también se ha aprovechado para sacar punta como si se tratara de una reprimenda del seleccionador cuando concluyó su valoración diciendo "dame siempre un Gavi en mi equipo".

En cualquier caso, la presión mediática de los clásicos ha pasado factura al barcelonista, al que se le está pintando desde algunos sectores próximos al Madrid como un jugador conflictivo. En el campo no da tregua, fuera, es cierto, no se prodiga en apariciones y en la caseta siempre suma.

En la Roja está mucho más próximo a los jóvenes, como Balde, Nico Williams, Yéremi Pino o Bryan Gil, pero eso no quiere decir ni mucho menos que no esté plenamente integrado en el grupo. Su compañerismo está fuera de duda.