El Nàstic tiene pie y medio en Segunda B

Hay maneras y maneras de caer, pero lo del Nàstic de Tarragona este pasado lunes en la Romareda no es admisible. Con una de las peores imágenes de la temporada, el equipo dejó escapar gran parte de sus esperanzas de salvarse. Era una final para marcar un punto de inflexión en su objetivo de lograr la permanencia, y el cambio de rumbo llegó, pero a peor. La sombra de la Segunda B cada vez es más alargada.

Era difícil imaginar que con la motivación con la que se planteaba el partido el conjunto de Enrique Martín acabara transmitiendo sensaciones tan negativas. “Me voy con una sensación asquerosa porque hemos hecho un partido calamitoso; no tenemos las agallas que hay que tener en la situación en la que estamos”, dijo muy cabreado Martín en El Transistor de Onda Cero tras la derrota. “Estoy disgustado con los jugadores, no tengo dudas en sus intenciones pero para salir de donde estamos hace falta más carácter e intensidad”, prosiguió.

¿Hay compromiso?

Y es que la derrota puso en duda algo que hasta el momento se cuestionaba poco; la implicación de la plantilla. Abraham fue de los más duros al asegurar que “regalamos la primera parte por falta de actitud y de compromiso. Jugando como hoy no hay opciones de permanencia”. Fali y Luis Suárez no compartieron las palabras del capitán, pero sus alegatos de que la permanencia es posible cada vez son más insostenibles.

El Nàstic tiene el objetivo a nueve puntos y quedan solo treinta por disputarse. A este ya de por sí difícil reto se le suma que otros implicados en la lucha como Córdoba, Rayo Majadahonda y Zaragoza aún no han recibido los tres puntos pertenecientes al duelo contra el Reus. Así pues, mantenerse en la categoría de plata se parece cada vez más a una quimera.