El Leganés y el Oviedo no se hacen daño

El Leganés y el Oviedo empataron a cero tras un enfrentamiento plomizo en el que ninguno fue capaz de hacerse con la iniciativa y que permite a ambos conjuntos no cosechar un tropiezo que frene las dinámicas que tienen durante este tramo de la temporada.

Afrontaban la cita los locales después de caer en Burgos, concienciados para no perder dos veces seguidas, experiencia amarga que todavía no han vivido en lo que va de curso. Enfrente un cuadro asturiano con aires renovados tras dos triunfos en línea que le habían sacado de la zona de descenso.

En ese contexto salió el Leganés con un punto más, el que siempre aporta el desequilibrante Naïs Djouahra. El franco-argelino avisó primero con un tiro que le salió flojo tras sortear a varios rivales en la frontal. Posteriormente, con un remate llegando desde segunda línea, obligó a Leo Román a realizar una gran parada a una mano.

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Esas acciones despertaron al conjunto ovetense, que poco a poco fue poniéndose en marcha, encontrando en los centros desde la banda una buena manera de generar inquietud gracias a la presencia de un rematador de referencia como Borja Bastón, quien retornó a la que fue su casa.

Irrumpió el descanso con la sensación de que el choque necesitaba algo que lo agitase. Con esa idea, y aprovechando que Dani Raba tenía amarilla, sacó Borja Jiménez a Miguel de la Fuente al campo.

Sin embargo con dos puntas sobre el verde no hizo más sangre el Leganés, que en los primeros veinte minutos solo probó con un disparo cruzado de Diego García bien repelido por el cancerbero. No sería la única que tuvo, pues también estrelló en el palo un centro de Franquesa que desvió con el exterior del pie.

Por su parte el Oviedo apostaba por el orden y la tranquilidad como receta para sacar algo positivo de Butarque. Y tampoco necesitó mucho más, porque el partido se fue diluyendo hasta concluir en un empate que supone el primero para el anfitrión esta campaña.