El Girona vuelve a llorar en Montilivi

El Rayo gana 0-2 en Montilivi y deja al Girona, nervioso, sin el tan deseado ascenso a Primera División

Dos goles de Álvaro García y Trejo remontan el 1-2 de la ida en Vallecas ante el conjunto local, que jugó más de media hora con un hombre más

El gol de Trejo antes del descanso fue el que dio el ascenso al Rayo

El gol de Trejo antes del descanso fue el que dio el ascenso al Rayo / EFE

Marc Brugués

Tampoco. El Girona continuará la temporada que viene en Segunda División A después de dejar escapar hoy la oportunidad de subir a Primera ante un Rayo Vallecano que ganó por 0-2 en Montilivi y remontó el 1-2 conseguido por los gerundenses en Vallecas. Como si de una maldición se tratara, el Girona volvió a llorar en una final del play-off en el estadio. Un gol nada más empezar el partido de Álvaro García y otro en el añadido de la primera parte de Trejo liquidaron las opciones de un Girona, nervioso e incómodo, que jugó desde el minuto 55 con un hombre más a raíz de la expulsión del visitante Velázquez. La historia negra del equipo en la lucha para subir a Primera a Montilivi continúa y se alarga con uno nuevo capítulo. En los Lugo, Zaragoza, Osasuna y Elche se añade ahora un Rayo que supo jugar muy bien sus cartas y se llevó el premio gordo.

Girona-Rayo play-off 20/21

Play-off Liga Santander

0
2
Alineaciones
Girona
Juan Carlos; Yan Couto (Aday Benítez, 66'), Santi Bueno, Juanpe, Arnau (Stuani, 60'), Franquesa (Antonio Luna, 77'); Gumbau (Samu Sáiz, 46'), Cristóforo (Ramon Terrats, 46'), Monchu; Yoel Bárcenas y Mamadou Sylla.
Rayo Vallecano
Luca; Mario Hernández (Advíncula, 77'), Velázquez, Catena, Fran García; Óscar (Iván Martos, 85'), Santi Comesaña; Isi, Óscar Trejo (Qasmi, 77'), Álvaro (Mario Suárez, 85'); Andrés (Esteban Saveljich, 58').

Una temporada después, el fútbol había dado una segunda oportunidad en el Girona. El 1-2 de la ida en Vallecas era un magnífico resultado para rematar el trabajo a Montilivi, acabar con el amargo regusto de la temporada pasada y celebrar, por fin, el tan deseado ascenso a Primera. Era el partido más importante de la temporada sí. Un día para tener la cabeza fría, mucho de cordura y saber gestionar las emociones.

La dinámica y las sensaciones invitaban a confiar en el Girona pero hoy en Montilivi todo el mundo tenía claro que no sería fácil. Lo sabían pero no supieron sacarlo adelante. El Rayo, sin nada que perder, saldría a morder de entrada y había que contener el arreón inicial de los madrileños con serenidad y madurez. Bien pronto golpearían los madrileños. Ni seis minutos pasaron porque, después de dos córners y un par de aproximaciones, Álvaro García ganara la espalda a los centrales gerundenses y superara la salida de Juan Carlos por arriba para hacer el 0-1.

No había entrado bien lo Girona al partido, que veía cómo lo Rayo volvía a estar totalmente en la eliminatoria. Un error de Juan Carlos ante Andrés Martín, que a punto estuvo de costar un gran disgusto confirmaba que el equipo estaba hecho un flan. La fuerte presión de los madrileños en la salida de la pelota dejaba sin ideas los de Francisco que no encontraban ni Sylla ni Bárcenas. La movilidad de Andrés Martín y Álvaro García entre los centrales hacía daño en un Girona incómodo y nervioso.

Juan Carlos ha tenido que aparecer para parar un chut de Trejo, que había encontrado una autopista (m.35). Los últimos de la primera parte, los gerundenses han tenido más la pelota y han generado la única ocasión clara en un falta colgada a la olla que Arnau, dentro del área remató a manos de Luca Zidane. En el añadido de la primera parte, un contragolpe de Álvaro García lo finiquitó Trejo para situar un terrible 0-2 en el marcador y hacer volver a aparecer todos los fantasmas.

Francisco hizo entrar a la media parte a Terrats y Samu Sáiz por Cristóforo y Gumbau para intentar dar más posesión y control en medio del campo. Un pase filtrado de Samu Sáiz habilitó Bárcenas pero su chut lo atrapó bien Zidane. El Girona salió con otro aire a la reanudación y vio, además, como Velázquez veía la segunda amarilla y era expulsado (m.55).

Con media hora por delante, Francisco se la jugó retirando un defensa, Arnau, para hacer entrar Stuani y pasar a jugar con una línea de cuatro detrás. Pese a la ventaja, el Rayo durmió el partido y no permitió al Girona encontrar un gol que pudiera forzar la prórroga. Sin ideas en ataque y demasiado nervios, para atacar un equipo en inferioridad, el Girona cayó en la trampa del Rayo y los minutos se fueron fundiendo hasta el silbato final gracias a las múltiples lipotimias y pérdidas de tiempos de los jugadores visitantes. Ni una ocasión para forzar la prórroga tuvieron los de Francisco, que acabaron impotentes viendo, otra vez, como un rival celebraba el ascenso en el césped de Montilivi. La leyenda negra del Girona crece