DERMATOLOGÍA

Estos son los problemas de la piel que pueden empeorar en verano

Según la OMS, tomar el sol entre 10 y 20 minutos al día es recomendable para absorber unos niveles adecuados de vitamina D, pero siempre usando protección solar.

Estos son los problemas de la piel que pueden empeorar en verano.

Estos son los problemas de la piel que pueden empeorar en verano. / Freepik.

Pues el verano ya está aquí y apetece pasar más tiempo al aire libre y disfrutar de largas jornadas en playas y piscinas. Y aunque la exposición al sol tiene múltiples beneficios los cierto es que hay que hacerlo con precauciones para evitar que la piel se dañe. 

Porque no debemos olvidar que no solo aumentan las horas que pasamos al sol, sino que, además, en esta época del año, los rayos inciden más perpendicularmente sobre la Tierra, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones cutáneas. De ahí, la importancia de ser más prudentes durante esta época del año.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tomar el sol entre 10 y 20 minutos al día es recomendable para absorber unos niveles adecuados de vitamina D. Este tiempo, no obstante, dependerá de diferentes factores como la estación del año, la hora del día, o la edad y el fototipo de piel. Pero hay algo que no varía sea la estación que sea, y es que siempre se debe tomar el sol con protección. 

“El sol nos aporta muchos beneficios, pero debemos tener en cuenta que los efectos negativos de una exposición prolongada son acumulativos. Aunque las manchas solares están asociadas a multitud de factores como la edad, la genética, las hormonas o algunos tipos de medicamentos, sí que podemos afirmar que una exposición solar sin la protección adecuada puede dar lugar a estas indeseadas manchas, generalmente inofensivas, pero que no dejan de ser una respuesta defensiva de nuestra piel. No hay que olvidar que el bronceado es un mecanismo que tiene la piel para protegerse de la radiación ultravioleta”, explica la doctora Daniela Silva, Especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.

Además de los daños habituales que provoca exponerse al sol sin protección, (quemaduras, envejecimiento, cáncer de piel) los especialistas recuerdan que hay ciertas enfermedades cutáneas que empeoran durante los meses de verano y que, por lo tanto, requieren un cuidado especial. 

El sol aumenta las manchas que provoca el vitíligo.

El sol aumenta las manchas que provoca el vitíligo. / Adobe Stock.

Vitíligo

Esta afección se caracteriza por la aparición de manchas blancas (sin coloración) de menor o mayor extensión y en diferentes partes del cuerpo. Los pacientes que sufren con vitíligo deben tener especial cuidado con el sol, ya que “este puede provocar que las manchas localizadas se intensifiquen o que aparezcan nuevas”, señalan. 

¿Y cómo evitarlo? Pues con protección solar de SPF muy alto, incidiendo especialmente en las zonas donde se presenta el vitíligo y evitando en la medida de lo posible la exposición solar. 

Rosácea

La rosácea, que produce un enrojecimiento permanente de la cara, también empeora debido a la incidencia de los rayos ultravioletas, que aumentan la sensibilidad de la piel y dilatan los vasos sanguíneos faciales. Así, aumentan síntomas como el enrojecimiento, la inflamación o la aparición de brotes de granos. Por eso, si se sufre rosácea los expertos recomiendan además de tener especial cuidado con la piel durante el verano, atender a otros factores que también contribuyen a una exacerbación de los síntomas, como el estrés o el tipo de alimentación. 

Los rayos UV pueen debilitar el sistema inmunológico provocando la aparición de herpes

Los rayos UV pueen debilitar el sistema inmunológico provocando la aparición de herpes / Speifensender. Wikimedia Commons.

Herpes

Son muchos los beneficios del sol, pero los rayos UV también pueden debilitar el sistema inmunitario de la piel, facilitando la reactivación del virus del herpes. Pero, además, también daña las células de la piel, lo que sumado al aumento de las temperaturas puede también contribuir a que el herpes vuelva a aparecer. 

Entonces, ¿cómo evitar que aparezcan? Pues la hidratación va a ser básica, siempre con fotoprotector, también en los labios, y seguir una buena alimentación. 

Lupus

Esta enfermedad reumatológica puede en algunos casos producir síntomas cutáneos, el más característico es el eritema malar, también conocido como rash en alas de mariposa, que afecta a mejillas y nariz y que empeora con la exposición al sol. “Adicionalmente, una sobreexposición a la luz solar puede agravar otros síntomas del lupus como pueden ser el dolor muscular y articular”, señalan los especialistas de Cigna. 

Así que la recomendación para estos pacientes es protección solar, no solo con fotoprotectores, sino con ropa o sombreros, y evitar exponerse al sol durante las horas con mayor índice de radiación UV. 

¿Qué diferencia hay entre el lentigo solar y el melasma?

El sol empeora las manchas del melasma. / Pixabay.

Pitiriasis versicolor

En el caso de la pitiriasis versicolor, causada por el hongo Malassezia furfur que se encuentra naturalmente en la piel de la mayoría de las personas, los pacientes sufren la aparición de manchas claras u oscuras en la piel, especialmente en hombros, rostro y espalda. Entre los factores que la provocan destacan la humedad y el calor, por eso en verano, cuando suben las temperaturas y se suda más, este hongo crece y los síntomas aumentan. 

Con el fin de evitarlo, lo mejor es evitar la ropa muy ajustada, optar por tejidos transpirables, cambiarse de ropa si esta se humedece y no usar aceites corporales. 

Melasma

Las manchas faciales que provoca esta afección son un verdadero quebradero de cabeza para muchas mujeres. Y es que el melasma es muy frecuente entre ellas debido a los cambios hormonales, especialmente durante el embarazo. Pues bien, estas manchas oscuras empeoran después de la exposición al sol. 

Y la única forma de evitar es usar protector solar con un alto SPF todos los días, especialmente durante el verano, y prestar especial atención a la hora de depilarse el vello facial, que puede provocar una irritación en la piel.