Entrevista | Dra. Isabel Palacio Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Central de Asturias

El melanoma no siempre comienza con un lunar en la piel: síntomas y cómo detectarlo a tiempo

La incidencia del melanoma no para de aumentar y este año se diagnosticarán más de 7.000 nuevos casos

El melanoma no siempre aparece en la piel y a veces no produce síntomas: ¿cómo detectarlo a tiempo?

El melanoma no siempre aparece en la piel y a veces no produce síntomas: ¿cómo detectarlo a tiempo? / Freepik

Rafa Sardiña

Rafa Sardiña

Con el aumento de las temperaturas (y el verano a la vuelta de la esquina), comenzamos a quitarnos capas de ropa y dejamos al descubierto nuestra piel. Es el momento idóneo (aunque debe hacerse durante todo el año) para revisar toda nuestra superficie cutánea y observar cualquier cambio en lunares o la aparición de nuevas manchas.

Y es que, la incidencia del cáncer de piel no para de aumentar desde los últimos años. Solo durante este 2024 se contabilizarán 7.881 nuevos casos de melanoma cutáneo, lo que supone una incidencia de 15 casos por cada 100.000 habitantes. En 2021 se produjeron 1.056 defunciones (586 en hombres y 471 en mujeres), situándose como el 17º cáncer más mortal en ellos y el 18º en las mujeres. 

Aunque la gente no lo tenga muy presente, la incidencia de este cáncer de piel aumenta con la edad

La doctora Isabel Palacio Vázquez, Jefa de Sección Tumores de Abdomen y Pelvis del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Central de Asturias, explica aGuías de Salud’ que “no todos los melanomas tienen relación con la exposición a rayos ultravioleta, pero aquellos que sí tienen que ver se deben a quemaduras solares que se producen en la infancia, por lo que estamos viendo efectos de otras generaciones”.

Los factores climáticos no son las únicas causas de la aparición de melanomas. “Aunque la gente no lo tenga muy presente, la incidencia de este cáncer de piel aumenta con la edad. Por tanto, a mayor esperanza de vida, más casos de melanomas”.

Sin embargo, como resalta la especialista, también hay “melanomas que aparecen en zonas de la piel que no están expuestas al sol o en personas que no han tomado el sol, aunque desgraciadamente no se sabe cuáles son las causas”.

El telediagnóstico, una alternativa para la detección temprana del melanoma

El telediagnóstico, una alternativa para la detección temprana del melanoma / David Arjona

No todos los melanomas aparecen en la piel

Los rasgos de agresividad vienen determinados si se diagnostica en una etapa más avanzada, aunque también hay “algunos factores moleculares que condicionan su peligrosidad, sobre todo, cuando el paciente desarrolla metástasis”. 

Sin embargo, también es importante destacar que, pese a que la mayoría de los melanomas se desarrollan en la piel, existen otros subtipos que no tienen ninguna relación con el sol:

  • Melanoma acral. Suele aparecer en zonas del cuerpo como las palmas de manos y pies e incluso debajo de las uñas. Afectan en mayor proporción a las personas con piel oscura, y se siguen los mismos procedimientos diagnósticos.
  • Melanoma de mucosas. Son los más raros. Y pueden aparecer en la mucosa nasal, cavidad orofaríngea, aparato genital, urinario o aparato digestivo. También son los más complicados de diagnosticar dada su localización.
  • Melanoma uveal u ocular. Afectan a la capa interna del ojo. Requiere de coordinación entre oftalmólogos y oncólogos.
Melanoma en la piel de un paciente

Melanoma en la piel de un paciente / Freepik

Autoexploración: clave para detectar precozmente el melanoma

Es fundamental acudir al dermatólogo una vez al año para revisar los lunares. No obstante, todos podemos dedicar 10 minutos al mes para observar la piel, sin olvidar las plantas de pies y manos, y el cuero cabelludo, donde también pueden aparecer melanomas. 

Para la zona de la espalda, otra persona puede ayudarnos a examinar nuestra espalda o recurrir a un espejo. Y ante cualquier lunar o mancha, hay que seguir la regla ABCDE:

  • Asimetría: lunares asimétricos.
  • Borde: lunares con bordes irregulares, festoneados, cortados a pico.
  • Color: diferentes tipos de color, marrón, negro, gris, azulado.
  • Diámetro: diámetro superior a 6 mm.
  • Evolución: observa si se ha producido una evolución en los últimos meses que haya supuesto un paso a alguno de los puntos anteriores.

La presencia de estos signos o cualquier otro como sangrado, inflamación, crecimiento de forma nodular, picor… es motivo de consulta al dermatólogo.

Los melanomas tienen “mala fama”, pero la mayoría de los que se diagnostican en etapas muy tempranas se curan

Regla ABCDE para detectar melanomas

Regla ABCDE para detectar melanomas / EP

Cómo ha cambiado el tratamiento del melanoma

Aunque los melanomas tienen “mala fama”, la mayoría de los que se diagnostican en etapas muy tempranas se curan. La doctora Palacio subraya que “simplemente la extirpación es el tratamiento”. En los últimos años, ha cambiado la forma en que se trata el cáncer de piel porque han llegado dos tratamientos farmacológicos “muy importantes”.

  • Inmunoterapia. Empezó a desarrollarse como tratamiento para el melanoma y se ha extendido para otros tumores. La inmunoterapia ha demostrado eficacia en melanomas de pronóstico desfavorable, lo que aumenta la supervivencia. Estimula las defensas del propio cuerpo para combatir la enfermedad.
  • Terapia dirigida. Es un tratamiento farmacológico que “va dirigido de forma específica contra una diana o una alteración molecular que tiene el melanoma del paciente”. Identifican y actúan sobre las células cancerosas y, actualmente, se “está administrando en etapas más tempranas para evitar recaídas”.

¡Cuidado con las quemaduras solares!

El riesgo de sufrir melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras solares. Pero, ¿cómo se puede disminuir los daños del sol?

  • Evitar las exposiciones solares en las horas centrales del día.
  • En exposiciones solares protegerse con ropa adecuada, camisetas, pantalón largo, sombreros de ala superior a 7 cm y gafas de sol. 
  • Hacer uso de las sombras (árboles, sombrillas, toldos, etc.).
  • Aplicar cremas fotoprotectoras con factor de protección igual o mayor de 30, reaplicar cada dos horas. Y aplicar una buena cantidad.