Roland Garros

Un Alcaraz indestructible se gana su primera final en Roland Garros

"Tienes que encontrar la alegría sufriendo. Ha sido uno de los partidos más difíciles de mi corta carrera", confesó tras vencer en 5 sets al italiano.

El tenista murciano se enfrentará en la final a Alexander Zverev que derrotó a Ruud, en la otra semifinal

Alcaraz gana a Sinner y jugará la final de Roland Garros

Alcaraz gana a Sinner y jugará la final de Roland Garros / SPORT.es

Jaume Pujol-Galceran

En el tercer 'match ball', depués de 4 horas y 9 minutos de batalla, Carlos Alcaraz podía alzar sus brazos para celebrar su pase a la final de Roland Garros al vencer a Jannik Sinner en una partido al límite del los cinco sets tras una remontada que acabó 2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3. Será la tercera final de Grand Slam que dispute el tenista murciano después de ganar el Abierto de Estados Unidos en 2022 y el año pasado Wimbledon.

Está ya a un partido del objetivo con el que llegó a París. La victoria le dio fuerzas. Fue un triunfo "complicado" . Logrado "por igual con las tres 'C''". Corazón, cabeza y c....., como le pide su abuelo. Alcaraz se siente fuerte para dar el paso. "¿Te imaginas con la copa el domingo?", le preguntaron. "Claro que si, me lo imagino"., decía seguro. Aunque, antes, insistía, habrá que jugar la final. Le espera Alexander Zverev que ganó a Casper Ruud por 2-6, 6-2, 6-4 y 6-2. 

De momento, con 21 años y 1 mes, Alcaraz ya es el más joven en llegar a una final de Grand Slam en tres superficies diferentes, superando la precocidad de Andre Agassi (22 años y un mes), Björn Borg (22 años y dos meses) y Rafael Nadal (22 años y seis meses).

Feliz, sonriente al fin, como le gusta, Alcaraz destacaba el sufrimiento que había tenido que superar para salir sonriendo. "Tienes que encontrar la alegría sufriendo. Es la clave. Incluso más aquí en tierra, y en Roland Garros, con peloteos tan largos, con cuatro horas y cinco sets. Tienes que aprender a sufrir. Y muchas veces me ha dicho mi equipo que tengo que disfrutar sufriendo. Probablemente es uno de los partidos más difíciles de mi corta carrera", admitía a Àlex Corretja, que le entrevistó en la Phlippe Chatrier. "Será un partidazo", había anunciado su entrenador Juan Carlos Ferrero. "Alguno de los dos saldrá triste", tambíen destacaba el día antes del partido el exnúmero 1 mundial. Le tocó hacerlo a Sinner. Y eso que el partido no empezó bien para Alcaraz.

Un 0-4 para empezar

De salida se encontró 4-0, tras ceder el saque en dos ocasiones. Demasiada ventaja para Sinner a pesar de que Alcaraz apuntó su primer juego a los 20 minutos y rompió el saque del italiano en el siguiente (4-2). Sinner no dejó escapar la oportunidad de llevarse el primer set tras hacer un nuevo ‘break' (5-2) y adjudicarse el primer asalto. El recuerdo del 6-1 encajado de salida hacía unos meses en Indian Wells por Alcaraz, que acabaría dando la vuelta al marcador y ganando el título, seguro que sobrevoló por la cabeza de ambos. La batalla solo había empezado.

Tampoco empezó bien el segundo set. Sinner hizo el cuarto ‘break’ de salida y se adelantó 2-0. Pero el italiano había bajado la intensidad de su presión. Su servicio no era tan efectivo (3 dobles faltas y 52% de efectividad con el servicio) ante un Alcaraz que empezaba a intuir mejor los tiros y encadenó cinco juegos seguidos para escaparse 5-2. Sinner cortaba la sangría, pero no evitaba ceder el set. Dejada mágica de Alcaraz y error no forzado del italiano para rematarlo.

La puerta a la final seguía abierta. Alcaraz hacía el primer ‘break’ del tercer set (2-1). Sinner estaba errático. “¡Sonríe Carlitos!”, le gritaban y animaban en unas gradas más a su favor. Posiblemente por la herencia de un tal Nadal.

Atención médica

Sinner salvó la situación con un ‘break’ (2-2). Demasiada tensión en los brazos de los dos. El italiano solventó cuatro ‘break points’ antes de apuntarse el siguiente juego tras 11 minutos. Sinner parecía acalambrado en su mano derecha en la mano y pidió el fisio. 

Alcaraz no pudo defender su saque en el siguiente juego que cedió, en el tercer ‘break point’, con un resto cruzado y corto del italiano. Sinner volvía a tomar ventaja para colocarse 5-2 y pedir, de nuevo, atención médica, esta vez en las piernas, producto de la tensión y nervios. Tampoco estaba fino Alcaraz, que pedía toallas de hielo para colgarse al cuello.

"Teníamos calambres los dos y teníamos que seguir luchando. Aprendí del partido de semifinales contra Djokovic del año pasado. En esos momentos tienes que estar calmado y continuar porque los calambres van a desaparecer", explicó.

"Duro, duro, sigue duro"

“Venga, venga, que no te quede nada dentro”, le animaba su mánager Albert Molina desde la grada. “Vamos”, gritaba el tenista murciano cada vez que lograba un golpe ganador (logró 66 en el partido) buscando la reacción. La igualdad se mantuvo en el marcador hasta que Alcaraz logró el ‘break’ (5-4) que llevaba el partido al quinto y decisivo set. 

“Duro, duro, sigue duro. Apretando los dientes. Venga. Que corra. No te guardes nada”, le insistía Ferrero, que no había dejado de darle instrucciones. Lo importante era no desfallecer. El tenis era lo de menos. Entre los dos se repartieron al final e repartieron 102 errores no forzados (58 para Alcaraz y 44 para Sinner). No importaba. El italiano acabó ganando dos puntos en el partido (147 a 145), pero la victoria cayó del lado del español.

Zverev último escollo

La lucha tuvo su premio con una rotura decisiva (2-0) y encadenó tres juegos seguidos. Por cuestión de físico, Alcaraz estaba más fuerte. “¡Forza, forza, arriba!”, gritaban en el palco del italiano. La cara de Brad Gilbert no animaba a Sinner. El italiano estaba exhausto, pero evitaba demostrarlo. Y mantuvo también el pulso hasta el último instante. Hasta el tercer 'match ball' en el que no tuvo respuesta.

Alcaraz vio desde el hotel como Zverev derrotaba a Ruud por 2-6, 6-2, 6-4 y 6-2. El tenista alemán jugará su primera final en Roland Garros. En sus enfrentamientos le ha ganado en 5 de 9 ocasiones, entre ellas en en Roland Garros en 2022, cuando se impuso por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (7).

Marcel Granollers estuvo a punto de acompañar a Alcaraz para disputar este sábado la final de dobles. El tenista catalán se quedó a las puertas de disputar su sexta final en un Grand Slam y la segunda en Roland Garros, al caer en las semifinales junto al argentino Horacio Zeballos derrotados por el salvadoreño Marcelo Arévalo y el criata Mate Pavic por 3-6, 6-4 y 7-5.