Rüdiger, clave para anular el arma secreta del Borussia de Terzic

Niclas Füllkrug es el delantero centro del Borussia Dortmund. Un jugador que no atrae demasiado el interés de los aficionados, aunque sí de sus rivales. Un tanque de 1,89 metros de estatura que tiene una labor tan sorda como eficaz en el entramado de Edin Terzic. Ha marcado 16 goles, tres en la Champions, y ha dado 10 asistencias esta temporada, y destaca sobre todo en el juego aéreo, en el que supone un peligro constante para los defensores rivales.

Reconocimiento tardío

Antonio Rudiger tendrá la difícil misión de secar al delantero de Hannover, aunque es posible que busque emparejarse con Nacho cuyo potencial por alto es inferior. Sus características son las de cualquier delantero de envergadura, que remata bien de cabeza, diestro y contundente cuando se le presenta la ocasión. Condiciones que le han dado la oportunidad de ser internacional con Alemania.

Un jugador al que el reconocimiento le ha llegado tarde. Hace dos temporadas jugaba en Segunda División destacando en el Werder Bremen para ser subcampeón y lograr el ascenso aportando 19 goles. Tiene 29 años y ha tenido que superar algunas lesiones, entre las que destaca una rotura de ligamentos de la rodilla en la temporada 2019/2020.

Trabajador incansable

Su labor en el Borussia no se limita solo al juego de área. Participa en la salida en largo retrasando su posición al centro del campo para proteger los balones que le pasan la defensa y conectar con los centrocampistas salvando la línea de presión del rival. Un trabajador incansable que maneja con destreza este arte en el que Rudiger deberá estar muy atento.

Si el central alemán sale de atrás en su búsqueda, la defensa madridista puede quedar descubierta. Si conecta con los centrocampistas estos buscan el pase a la espalda del central que acompaña a Füllkrug con espacios para sorprender con conexiones rápidas y precisas. Ancelotti lo sabe y habrá trabajado cómo anular estas acciones.

Peligroso de cabeza

Además, es la referencia del juego ofensivo cuando su equipo se adueña del balón y entra por las bandas para romper la resistencia defensiva de los rivales que se parapetan en su área. En ese juego tiene mucho que decir en los centros que llegan desde los laterales buscando su certero remate de cabeza para culminar el juego ofensivo del equipo.

Rudiger va a tener un papel fundamental en secar al delantero ‘borusser’, pero va a necesitar la ayuda de los centrocampistas cuando Füllkrug retrase su posición, y de Nacho cuando ataque el área. Un delantero a la antigua usanza que tácticamente es una de las piezas angulares del juego que propone el Borussia.