Rodrygo desaparece para volver a ser cuestionado

Ha vuelto a extraviarse del juego ofensivo del Real Madrid en 2024, en el que ha marcado un gol, al Arandina en la Copa, en 600 minutos sobre el campo

Sigue siendo demasiado irregular por esa fragilidad física en los balones divididos que le convierte en un chollo para los defensas que le marcan de cerca

Arandina - Real Madrid: El gol de Rodrygo

RFEF

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Rodrygo Goes vuelve a moverse en el alambre por su escasa aportación al juego ofensivo del Real Madrid. El equipo necesita su participación en ataque, pero se ha vuelto a diluir desapareciendo del juego ofensivo en lo que llevamos de 2024. En más de 600 minutos de juego ha marcado un gol y fue en la Copa del Rey ante la Arandina cuando el partido ya estaba decidido (1-2). Muy poco para un jugador de su talento. Es cierto que se vacía intentando defender, pero debe medir ese desgaste para lucir donde más se le necesita.

El brasileño ha perdido energía, presencia y, sobre todo, efectividad. No es la primera vez que ocurre esta temporada en un equipo en el que solo tiene tres delanteros y él es uno de los fijos de Carlo Ancelotti. Pasó totalmente inadvertido en el derbi, apenas participó pese a que la lesión de Vinicius le abría la banda izquierda por donde él se siente más cómodo. No dio la talla para liderar el ataque, y eso que el italiano tuvo paciencia y lo aguantó en el campo más de lo que mereció.

LOS PEORES DATOS EN EL DERBI

Sus datos fueron los más pobres de los once elegidos por Ancelotti aunque en ataque fuese el que más disparó: cuatro intentos, uno a portería. No intentó ni un regate en todo el partido frente a los siete de Brahim, seis de Lucas Vázquez o cinco de Bellingham. Fue el jugador de su equipo que menos tocó el balón de los once titulares, 44 frente a los 53 de Brahim y 64 de Carvajal, siguientes en este ránking. Datos pobres para un jugador de su caché y en un partido tan importante.

La aportación de Rodrygo al equipo de Ancelotti vuelve a ser cuestionada. El italiano le dio descanso ante el Getafe y los blancos hicieron un buen partido ofensivo con una victoria cómoda (0-2). Nadie se acordó de él. Ante el Atlético de Madrid volvió a dejar patente su fragilidad física en los balones divididos, que le convierte en un chollo para los defensas que le marcan de cerca. Debería fijarse en Modric o Brahim, que con dos y cuatro centímetros menos, respectivamente, soportas las acometidas de los rivales con esa fortaleza que exige la alta competición.