El Real Madrid pasa a octavos sin necesidad de Bellingham

Lunin, que jugó ante el Sporting de Braga por las molestias de Kepa en el calentamiento, detuvo un penalti a los 4 minutos

El inglés se quedó en el banquillo por una luxación en el hombro y Brahim se pudo reivindicar al abrir el marcador

Así está el grupo C de la Champions League tras el Real Madrid - Sporting de Braga

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 0 Braga de la Jornada 4 de la Fase de Grupos de la Champions League

El Real Madrid se llevó la victoria en el Santiago Bernabéu ante el Braga / TELEFONICA

German Bona

German Bona

El Real Madrid se clasificó por la vía rápida para los octavos de final de la Champions tras golear a un Sporting de Braga que se vino abajo tras no aprovechar sus oportunidades, sobre todo un penalti solo empezar. El empate en sesión vespertina del Nápoles ante el Unión Berlín (1-1) allanó todavía más el camino para los de Ancelotti, que le sacan cinco puntos a los italianos, segundos de un grupo prácticamente visto para sentencia. Y sin necesidad de forzar a Jude Bellingham.

Fue una noche de reivindicaciones. Las de Brahim y Lunin. El centrocampista, hasta el duelo europeo, solo sumaba una titularidad en su segunda etapa madridista. Marcó el gol que abrió la lata. El meta, por su parte, no había vuelto a jugar desde la llegada de Kepa y aprovechó las molestias sufridas por el vasco durante el calentamiento. Mostró grandes reflejos en la pena máxima que lanzó Djaló. Acciones clave que se complementaron en la segunda mitad con los goles de Vinicius y Rodrygo.

Lunin evita el susto

El Sporting de Braga arrancó tan eléctrico como desacertado estuvo Lucas Vázquez, una de las seis novedades de los de Ancelotti respecto al último partido liguero. Claro agarrón a Bruma y oportunidad de Lunin para lucirse. No la desaprovechó.

El partido fue un ir y venir desde su arranque. Rodrygo reclamó penalty de Niakaté, que no era, y Brahim envió el balón al fondo de la red, pero el tanto se invalidó por falta anterior de Vinicius. El ex del City tardó en darse cuenta y quedó muy frustrado.

Como ya había sucedido en Portugal, el Sporting de Braga mostró buenas maneras pero una mala relación con el gol. Camavinga salvó una acción de peligro visitante, y en el 19', llegó una de las polémicas del partido. Bruma recortó y dejó con el molde a Rüdiger, y Lucas Vázquez, que en el inicio de la acción había fallado al rechazar, se volvió a precipitar y empujó al ex de la Real Sociedad. El turco Halil Umut se hizo, en esta ocasión, el sueco.

Brahim, a la segunda

A intercambio de golpes se acabó imponiendo, como era previsible, el Real Madrid. El mayor peligro llegaba por la banda izquierda y el primer gol así lo constató. Mendy para Rodrygo, pase atrás del brasileño y gol, ahora sí, de Brahim a placer. Lo celebró dibujando un rectángulo imaginario y muchos interpretaron se había acordado del VAR por la anterior anulación...

El gol frenó a los de Artur Jorge y dio mucha tranquilidad a un Real Madrid que transitó muy cómodo hasta el descanso. Los blancos ocuparon mejor los espacios y se limitaron a tocar y tocar sin que apenas acechara el rival, solo en una acción de Djaló que provocó la ovación de la grada para el rápido corte de Rüdiger. Ya en la prolongación, el Bernabéu se volvió a manifestar, esta vez para reclamar manos dentro del área del veterano Joao Moutinho. De rebote de un compañero.

Festival blanco tras el descanso

El Real Madrid se destapó en una segunda mitad en la que el Sporting de Braga fue un juguete roto. Brahim rozó el doblete, pero se lo impidió Matheus. El brasileño poco pudo hacer después ante sus compatriotas. Vinicius puso el segundo tras recibir de Lucas Vázquez y recortar a José Fonte, y Rodrygo marcó el tercero a pase de Vini y con una estética vaselina. Fueron minutos de verticalidad y pegada de los blancos.

Con el resultado a placer, 'Carletto' incluso se permitió el lujo de hacer debutar a Nico Paz, centrocampista del RM Castilla. Y es que la última media hora prácticamente sobró, pues el conjunto madridista ya no buscó hacer más sangre y prefirió optimizar los esfuerzos, mientras que los portugueses se rindieron y solo contestó el exazulgrana Abel Ruiz para el último lucimiento de Lunin.