El Real Madrid no se fía de la desesperación del Chelsea

El partido se mueve entre la lógica de que los blancos cierren bien la eliminatoria o la épica de un rival con talento, pero sin brújula

Ancelotti volverá a apostar por los mismos que ganaron 2-0 en la ida y Lampard confía en el bloque para remontar ante su público

Real Madrid - Chelsea | El gol de Benzema

Benzema abrió el marcador ante el Chelsea / TELEFÓNICA

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Decía Luis Figo que “el fútbol no perdona, hay que ser el mejor todos los días”. Con esa premisa Carlo Ancelotti ha preparado a sus jugadores para olvidarse de la ventaja que tienen en su visita a Stamford Bridge, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League. El 2-0 de la ida, la crisis por la que atraviesa el Chelsea y el buen momento de los madridistas ponen a los vigentes campeones en las semifinales. A los londinenses se les acaba el camino si no reaccionan en los 90 minutos que quedan para remontar. Por eso Lampard se agarrará a aquella frase de Pelé que decía que “cuanto más difícil, mayor es la sensación de victoria”.

UN ANTECEDENTE INSPIRADOR

El fracaso llama a la puerta de un equipo diseñado a golpe de talonario en el que los dólares de Todd Boehly no rentan como los rublos de Román Abramovich. Un partido que se mueve entre la lógica de que el Madrid cierre con solvencia la eliminatoria o la épica de un rival con talento, pero sin brújula. Para los blancos el partido es como un cuchillo con doble filo, y su objetivo es seguir agarrándolo por el mango para no cortarse. Ancelotti, curtido en estas lides, no ha parado de repetir que la “eliminatoria no está cerrada”, sabe que el confort de la ventaja se diluye con un corte que puede provocar la hemorragia.

El italiano comparte con sus jugadores la angustia vivida hace un año ante el mismo equipo en una situación similar, en la que de ganar 1-3 en Londres pasaron a perder 0-3 en Madrid para dar la vuelta de manera incomprensible a aquella situación en un final agónico. Lo salvaron por la genialidad de un pase de Modric al desmarque al espacio de Rodrygo para igualar la eliminatoria, mandarla a la prórroga y sentenciarla en el tiempo extra. El plan estratégico del italiano para llegar vivos a este momento de la temporada ha dado resultados. Ha sufrido dos meses de decepciones que le han valido una Supercopa de España y una Liga, pero llegan con el vigor físico necesario para explotar el talento y el fútbol que les faltó entonces.

SUFRIRÁN LOS DOS

La Champions es la competición fetiche de los blancos y el Chelsea es el antepenúltimo obstáculo para reditar el título más difícil. Se espera que repita el once de la ida, recupera a Carvajal, Alaba, Camavinga, Kroos, Modric y Vinicius que descansaron ante el Cádiz para acompañar a Courtois, Militao, Valverde, Rodrygo y Benzema que fueron la base para llevarse los puntos del Nuevo Mirandilla. La única duda es si el italiano propugna por un once más conservador metiendo a Tchouameni de medio centro dejando fuera a Rodrygo para transformar el 4-4-3 en un 4-4-2. La variación sería un mensaje conservador a su equipo para defender el 2-0 de la ida.

Todd Boehly ha metido baza para el partido. El que pone el dinero abroncó a los jugadores calificando de “vergonzosa” la situación actual y lo hizo antes de la épica empresa que tienen por delante. Lampard lo justifica aduciendo que tiene “pasión”, y le pone a la altura de la que tiene la afición de Stamford Bridge por el equipo en un momento delicado para pedir juntar tanta pasión “en una misma dirección”. Achaca la situación a la ansiedad por perder de vista la crisis: “Tratamos de conseguir resultados rápidos y para eso necesitamos tiempo”. Hoy necesitan una diferencia de tres goles con dos bajas importantes como Koulibaly, lesionado, y Chiwell, sancionado. Es posible que cambie su 5-2-3 por un 4-4-2 como corrigió durante el partido del Bernabéu, y lo probable es que vuelva a confiar en el mismo bloque porque “en el fútbol todo es posible”.

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