El Madrid paga un precio carísimo por ganar en San Mamés

Primeros tres puntos en el bote para un Real Madrid que se quita de encima una plaza históricamente muy incómoda. Eso sí, la victoria (merecida) la han pagado a un precio demasiado alto. Eder Militâo ha tenido que ser sustituido por una lesión de rodilla que, a falta de pruebas, tiene muy mala pinta.

Manteniendo la tónica de las últimas pruebas de pretemporada, Ancelotti ha salido sin referencia arriba y con libertad absoluta para Rodrygo y Vinicius. Y con un Jude Bellingham algo por detrás pero actuando como un falso ‘9’ en la presión. Y titularidad para un Fran García que ha salido algo nervioso y ha acusado un poco la presión del momento y el escenario.

Los primeros compases han sido un calco de lo que suele ser un arranque en San Mamés. Ruido ensordecedor, un Athletic presionando arriba y revolucionado. Esa comunión tan típica entre grada y césped que llevamos viendo décadas en La Catedral. Y que sean muchos más porque es de esas cosas que nos reconcilian un poco con el fútbol de antes.

Ancelotti, sobre la llegada de un '9': "No lo creo..."

Fruto de ese ímpetu, primera cartulina amarilla a Munian por protestar. Pero ya sabemos que con el Madrid enfrente o aprovechas el empuje inicial y lo traduces en algún gol o lo acabas pagando. Valverde avisaba con un tiro potente en el 13’. Rodrygo daba mucha profundidad por la derecha. Tras un aviso del brasileño, en el 28’ combinación exquisita con Carvajal y chut seco para hacer subir el 0-1. Algo más se le debería exigir a Unai, por cierto.

EL MADRID HUELE LA SANGRE

A partir de ahí el Athletic se convertía en un mar de dudas. Y los de ‘Carletto’ olían la sangre del león herido. Tras un eslálom de órdago de Vini que sacaba Unai, el 0-2. De Jude Bellingham, que debutaba en partido oficial. Remataba mordido un córner, pero despistaba al arquero rojiblanco. Antes del descanso, Unai Gómez, otro producto de la incansable factoría de Lezama, tenía un mano a mano con Lunin que el ucraniano sacaba sin problemas. Valverde se lo miraba en la banda sin encontrar respuesta. 

Tras el paso por vestuarios, el ‘Txingurri’ quiso dinamizar a los suyos. No le quedaba otra. Triple cambio (Sancet, Berenguer y Guruzeta dentro). Intentaba dar un paso al frente al cuadro vizcaíno, con más corazón que talento. Pero lo que acontecía era una fatalidad para los intereses de los visitantes.

En una jugada sin aparente peligro, a Militao se le iba la rodilla y caía al suelo retorciéndose de dolor. Apenas unos días después de la lesión de cruzado de Courtois, de nuevo los fantasmas. Se marchaba llorando el brasileño.

ESPACIOS PARA CORRER

El Athletic se volcaba y dejaba espacios. Y el Madrid se relamía. Ahí es mortífero. Vinicius tenía un mano a mano con Unai, pero no era capaz de batirlo. Algo fallón el carioca, recordando aquellos viejos tiempos en los que la portería se le hacía pequeña.

Tenían un par de llegadas peligrosas los locales, pero la defensa blanca no estaba dispuesta a dar ni agua. Debutaba Joselu, entraba la 'vieja guardia' (Kroos-Modric) para intentar apaciguar el choque y los minutos que pasaban de forma inescrutable. Tres puntos carísimos.