El Madrid despierta y cierra la gira con su primera victoria

Y llegó el primer triunfo del Real Madrid en la gira estadounidense, tras sus derrotas contra el Milan (0-1) y el Barça (2-1). Los merengues, que mejoraron sus prestaciones, fueron mejores que el Chelsea a quien ganaron por 2-1 y salvaron, en parte, el honor en su último compromiso en tierras yanquis. 

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Los blancos, que volvieron a vestirse de naranja, dieron un paso al frente en su preparación, pensando que, en una semana, se juegan la Supercopa de Europa contra el Atalanta, en Varsovia.

Sin los ‘niños’ Endrick y Arda Güler, que fueron preservados por sendas molestias y ni tan siquiera se cambiaron, Ancelotti colocó un tridente ofensivo casi titular con Rodrygo, Vinicius y Brahim Díaz, en la posición reservada para Kylian Mbappé, ausente en la gira y que este martes aterrizó en la capital española para empezar la pretemporada.

Y, atrás, el técnico italiano quiso apuntalar la defensa con la pareja de centrales Rüdiger y Éder Miltao, resguardando a Courtois.

El resultado fue un Madrid mucho más reconocible, compacto y jugando con una o dos marchas más, que supo esconder alguna de las debilidades le habían costado los tropiezos ante el Milan y en el clásico contra un buen Barça.

El Chelsea, que tenía a Marc Guiu como '9', salió espoleado, pero, en esta ocasión, los merengues supieron frenar el ímpetu adversario e impusieron sus credenciales. Vinicius, muy suelto, rompió por la banda derecha y el Madrid aprovechó sus dos ocasiones para abrir un 2-0 que pareció definitivo.

Primero, marcó Lucas Vázquez en una jugada iniciada con un pase en profundidad de Rodrygo, en la que participó Ceballos, y que terminó con un remate, con rebote defensivo incluido, para superar a Jörgensen (min. 27).

Y, luego, Brahim Díaz que aprovechó una muy buena asistencia en profundidad de Vinicius, para regatear al cancerbero danés y hacer un espléndido tanto de contragolpe (min. 27). El Madrid no necesitó el monopolio de la posesión para imponerse en dos latigazos.

Los Blues, aún un equipo tierno y en construcción, sintieron el golpe. Se olía a goleada, pero esto todavía es la pretemporada. El Madrid, que lo tenía todo bajo control, no quiso hacer sangre y se equivocó, porque otorgó a su rival la posibilidad de resucitar. Y los de Enzo Maresca entraron de nuevo en el partido con el argentino Enzo Fernández sacándose un centro en diagonal largo, que remató Madueke en el segundo palo aprovechando una doble indecisión de Fran García y Courtois, que se quedó a media salida. El 2-1 lo dejaba todo un poco más abierto y con un sello de imprevisibilidad.

Después del descanso, el encuentro se rompió, con idas y vueltas, lo que entra dentro de la normalidad de una pretemporada. La pirotécnica, sin embargo, se terminó rápido. A pesar de los cambios (se fueron Cortuais por Lunin, Militao, Rodrygo y Vinicius), el Madrid supo controlar el encuentro. Impuso algo de cordura y orden para defender su botín y bajó muchísimo las revoluciones, adormeciendo el choque. El Chelsea, por mucha pólvora de refresco que alineó, no tuvo ni piernas ni clarividencia para poner en apuros a los merengues.